En su último informe acerca de la industria de la maquinaria agrícola,
el Instituto Nacional de Estadística y Censos de la Argentina (Indec)
señaló que en el cuarto trimestre del año pasado la venta de equipos
aumentó 131,2% en relación a igual período de 2015, al alcanzar una
facturación de $ 6.909,6 millones.
El dato no sorprende si se toma en cuenta que, de acuerdo a los
dirigentes, el 2015 resultó “el peor de la historia” de la actividad y,
aunque todo 2016 fue positivo, lo cierto es que en la última etapa del
año el sector consolidó su recuperación, ya que todos los segmentos
registraron crecimientos.
Más ventas y facturación
El informe indicó que durante los meses de octubre, noviembre y
diciembre las cosechadoras presentaron los mayores incrementos
interanuales en facturación y en unidades vendidas, con subas del
228,4% y 157%, respectivamente. Más precisamente, recaudaron $ 2.142,9
millones y obtuvieron así el 31% de participación en el mercado.
Le siguieron las sembradoras y los tractores, con alzas del 126% y del
88,3% en facturación al alcanzar los $ 989,1 millones y $ 2.369,8
millones en cada segmento. Los implementos, por su parte, crecieron
120% con respecto a la misma fecha del año previo y acumularon $ 1.407
millones al abarcar el 20,4% del mercado.
En tanto, las unidades vendidas ascendieron en el 70,7% para el primer
caso; el 12,3% en el segundo y el 21,3% en el tercero, con fuerte
presencia nacional. En ese sentido, los equipos para cosecha de origen
local lograron una participación del 72,3%, los tractores del 71,2% y
los implementos del 86,4%.
Repunte anual
Desde el punto de vista anual, el organismo aseguró que en 2016 la
venta de maquinaria ganó un total de $ 19.385 millones, lo que
significa un avance del 105,8% en comparación con 2015.
De esta manera, sostuvo que “las sembradoras presentaron el mayor
aumento de facturación” con el 150,4%, mientras que las cosechadoras
registraron una suba del 105,4%. Paralelamente, los tractores crecieron
el 102,9% y los implementos el 88,1%.
“Si se compara la cantidad de unidades vendidas en todo el año 2016, se
observa que se vendieron 2.017 sembradoras, representando un aumento
del 80,6% respecto del año 2015”, destacó, al tiempo que indicó que se
comercializaron 6.675 máquinas, con una variación interanual del 25,5%.
En cosechadoras, las ventas alcanzaron las 1.064 unidades, con alzas
del 53,5%, y en el grupo de implementos observó un despacho de 7.810
equipos, lo que se traduce en una suba del 16,2% interanual.
Importaciones, ¿sí o no?
Para el Indec, en la comparación con 2015 “los distintos segmentos de
maquinaria presentan incrementos en la facturación tanto de origen
nacional como importado”. En esa línea, declaró que hubo aumentos
“importantes” en el ingreso de cosechadoras y tractores extranjeros del
335,7% y 485,5%, respectivamente. A su vez, afirmó que los implementos
experimentaron alzas del 117,7% en importaciones.
Ante estas cifras, la consultora Radar, dirigida por la ex
subsecretaria de Comercio Exterior, Paula Español, salió a cuestionar
el papel del sector agropecuario como “motor de la economía”, tal como
lo suele definir el Gobierno Nacional. “El agro, ¿tracciona? El ‘boom’
de la venta de tractores fue absorbida por los importados como
consecuencia de la apertura comercial”, expresó en su cuenta de Twitter.
Sin embargo, dirigentes del sector de los fabricantes le dijeron a El
Economista que hay cierta desconfianza en cuanto a los datos que
recopila el Indec, y aseguran que no todas las cámaras son consultadas
a la hora de realizar estadísticas. “No podemos garantizar que hayan
subido las importaciones, a nadie le conviene eso”, expresaron.
Sello nacional
Por su parte, el Ministerio de Agroindustria analiza crear un sello
oficial para identificar a la producción nacional que trabaje con un
determinado protocolo de calidad, al igual que ya lo hacen los
alimentos y bebidas con el sello Alimentos Argentinos. Se trata de un
plan estratégico del Ejecutivo para desarrollar el valor agregado en el
rubro a lo largo de 2017, aunque la Dirección Nacional de Maquinaria
Agroindustrial aún está analizando el proyecto.
Según adelantó el sitio Maquinac, la idea es acrecentar el uso del
biodiesel e impulsar los motores B100 en las cosechadoras.