Con más de 40 años de experiencia en el mercado de granos, la docencia y las instituciones del agro, Enrique Erize se permite sacudir las ideas tradicionales. En una entrevista con la nacion dice que "no existe la libertad de mercado" absoluta y que se debe aprovechar la posición del presidente Macri en favor de la agroindustria para impulsar políticas activas.
-¿Qué debería hacer hoy la Argentina en agroindustria?
-Partimos de una hipótesis, yo tengo un presidente, no importa que me guste o
no, que dice día por medio que la "agroindustria es el sector más dinámico de la
economía argentina". Aprovechémoslo, nunca escuché a un presidente decir eso día
por medio. Sin embargo, cuando Macri asume el gobierno, comete errores "no
forzados. Con el trigo recuerdo que habló en A Todo Trigo, en Mar del Plata, en
2015 y dijo "vamos a exportar fideos con marca, galletitas, vamos a ser
supermercado del mundo". ¿Se puede hacer eso? No, no se puede. Estados Unidos
exporta 25 millones de toneladas de trigo por año. Y los exporta como trigo sin
procesar. Si son los reyes del valor agregado, ¿por qué no hacen galletitas o
fideos con marca? O porque no se puede o son tontos. Y tontos no son. El mundo
es una fortaleza arancelaria. Egipto te dice "yo importo trigo, si me querés
exportar harina te pongo 400% de arancel". Eso no se puede desconocer. Con más
de 15 millones de toneladas de trigo no somos competitivos frente a Estados
Unidos, Canadá, Australia, la Unión Europea, Rusia y Ucrania. Es un error querer
jugar ese partido. La Argentina tiene que pensar en otros cultivos de invierno
como la colza, la cebada o las legumbres. Que se discuta eso, pero no insistamos
en querer hacer crecer el área de trigo: es un error estratégico. Otro error fue
haber prometido la baja de cinco puntos porcentuales a la soja, para mi eso era
incumplible, y lo dije en A todo trigo. La Argentina es tan competitiva
produciendo soja que es imposible bajar las retenciones. Primero hay que hacer
competitivo al maíz. Hay cinco millones de hectáreas de maíz y 20 millones de
hectáreas de soja. Desde el punto de vista agronómico es una aberración, no
podés hacer soja sobre soja. O lo hacés por las buenas o lo hacés por las malas.
Por las buenas es hacer competitivo al maíz. Deberían haber dicho "vamos a bajar
las retenciones a la soja", pero no decirlo de la forma que se anuncio.
-Pero las retenciones son un mal impuesto.
-Sí, claro que sí. Pero hay que manejar los tiempos. Pensemos la Argentina de acá a cinco o seis años. ¿Cómo hacemos competitivo al maíz? Tenés que tomar decisiones políticas activas. Esta es una discusión con los defensores del libre mercado. Y no lo soy, lo era.
-¿Por qué?
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- Porque me he dado cuenta de que no existe la libertad de mercado como algunos
fanáticos pretenden. Voy a Estados Unidos y tienen 25.000 programas de
protección al productor. Y ni hablar en Rusia, China, o Brasil también. En la
Argentina el productor no tiene nadie que lo ayude. El país tiene que modificar
su políticas activas.
-¿Qué significa eso?
-Por ejemplo, reinstalar la industria avícola que está en Entre Ríos, a 60 kilómetros del puerto. Los polleros compran maíz con cheques a 30/60/90 días en Entre Ríos. Y me aparece Cargill con un barco en Rosario que empieza a pagar otro precio y me saca del mercado. No podés competir con la caja de Bunge o Cargill. Las políticas activas significaría hablar con Schiarretti [Juan, gobernador de Córdoba], que baje los ingresos brutos el IVA y que se trasladen los polleros a 400 kilómetros del puerto. Ahí viene la segunda discusión, ¿podemos exportar carne avícola, porcina o transformar la harina de soja en pescado? Sí. Tiene que haber una política activa por la cual este Gobierno trate de imponerla y que los partidos políticos acompañen.
-¿Podría ser una ley agrícola?
-Si todos los países la tienen, ¿por qué no podríamos tenerla nosotros? Ésa es mi propuesta. Si no la hacemos con este gobierno, sonamos.