El rodeo lechero está expuesto, durante gran parte del año, a condiciones de elevadas temperaturas y humedad relativa que reducen su confort y productividad, al tiempo que generan pérdidas de hasta $500 millones al año. Si se le agregan aspectos reproductivos y sanitarios, la cifra se duplicaría.
Para atenuar el impacto, se recomienda implementar estructuras que generen sombra y un ambiente más confortable para el ganado, como así también el acceso al agua como punto clave entre las pautas de buen manejo.
Otra técnica a tener en cuenta en los tambos es la ventilación y mojado de los animales, mediante el cual se combinan períodos cortos de mojado intensivo con momentos prolongados de ventilación, lo que permite un adecuado enfriamiento del animal.