El presidente de la empresa, Juan Farinati, afirma que invertirán 80 millones de dólares en Argentina durante los próximos 5 años. En Expoagro 2017 presentarán “Prescripciones”, una tecnología basada en la caracterización ambiental de los híbridos de Dekalb por medio de una innovadora activación 3D.
Monsanto es marca insignia en el mercado de semillas y fitosanitarios. Durante los últimos 15 años invirtió más de 500 millones de dólares en la Argentina y prevé desembolsar otros 80 millones en los próximos 5 años. Estos montos se destinaron a la construcción y ampliación de la planta de fitosanitarios en Zárate, la expansión de la planta de acondicionamiento de semillas de maíz ubicada en Rojas y la modernización de varios centros de investigación y estaciones de mejoramiento genético.
En Expoagro 2017, la empresa propone a los visitantes un recorrido por el “Sistema de Soluciones Monsanto”, donde los productores podrán observar el comportamiento de los nuevos híbridos DeKalb, descubrir las nuevas variedades de soja Asgrow y compartir el árbol de recomendaciones del Sistema Roundup Ready Plus.
Dentro de este esquema, la novedad para este año será la presentación de “Prescripciones”, una tecnología de caracterización ambiental de los híbridos de Dekalb a través de una novedosa activación de realidad aumentada (3 D). “El objetivo es obtener mayor rendimiento y eficiencia de uso de los recursos ambientales, a través del manejo de densidad variable y el correcto posicionamiento de híbridos por sitio especifico, capturando todo el conocimiento que Dekalb posee”, afirma Juan Farinati, presidente de Monsanto Argentina.
Cambio de escenario
Luego de la campaña 2015/16, cuando las ventas de insumos cayeron debido a la fuerte baja de la inversión de los productores en tecnología y la merma del área sembrada, Farinati estima que este año el mercado local de fitosanitarios y semillas crecerá sensiblemente, para superar los niveles de facturación del 2014.
“Estamos convencidos de que hay un nuevo modelo agrícola tras las medidas anunciadas por el presidente Mauricio Macri. La decisión de eliminar las retenciones de maíz ha cambiado el escenario y ya se evidencia la transición de una política que promovía la sojización, a un nuevo marco más sustentable, con rotaciones y donde el mayor desafío del sector es el uso de la tecnología. Nuestros productos promueven el desarrollo del potencial que ofrece este nuevo modelo”.
Desde Monsanto proyectan que el país podría alcanzar las 180 millones de toneladas de granos para el 2025. “El campo genera hoy 2,7 millones de empleos en forma directa e indirecta (17%). En el sector privado, la cadena agroindustrial es la que más trabajo crea después del estatal. En la próxima década el campo puede generar 1 de cada 3 empleos, lo que significa 700 mil puestos nuevos, un 24% más que en 2014. Es decir, el 13% del PBI será generado por la agroindustria”, puntualiza Farinati.
Más maíz, más empleos
Un párrafo aparte merece la cadena del maíz, una de las más representativas en cuanto al índice empleo/superficie, con 11 puestos de trabajo por cada 100 hectáreas cultivadas. “El incremento de casi un millón de hectáreas que se estima para esta próxima campaña implicaría, por lo tanto, la creación de 110.000 nuevos empleos”, asevera el ejecutivo.
Ante este panorama, la empresa invertirá en esta campaña más de 300 millones de dólares para duplicar la producción de semillas a campo, con una cobertura territorial que va desde Salta a Necochea y desde San Luis a Entre Ríos, contratando a más de 3.500 trabajadores rurales. Además, financiará a sus clientes por una suma que asciende a los 450 millones de dólares.
Y pensando en la estratégica sustentabilidad, Monsanto también anunció que contará con 100% de la producción de semillas certificadas bajo la nueva Norma IRAM 14130 de Buenas Practicas Agronómicas.
“El gran desafío es esforzarnos en lograr mayor cantidad y calidad de alimentos, pero sin poner en riesgo el medioambiente y esto se logra a través del uso de las tecnologías. Un hecho importante es que en septiembre de 2016, por primera vez en la Argentina se logró una nueva Ley de Envases de Fitosanitarios. Creemos que ese es el camino que debe seguir toda la producción agropecuaria porque sólo así se logrará un correcto balance de la sustentabilidad del negocio con la ambiental y social, que es tanto o más importante”, finaliza Farinati.