Donald Trump cumplió su primera semana en el poder y comenzó a cumplir
con algunas de sus promesas de campaña. Las primeras decisiones en
política económica demuestran que se refuerza el proteccionismo y uno
de los primeros afectados en el área comercial fue México y Argentina,
este último con la prohibición para el ingreso de limones.
El materia financiera, en los principales mercados del mundo hay temor
sobre qué sucederá con las tasas de interés de referencia y Argentina
no está exenta de esto. Es por ello que el Gobierno
El Gobierno necesita para este año financiamiento por u$s 40.350
millones y en las últimas dos semanas el gobierno ya obtuvo u$s 13.000
millones. Esto representa un 32% del total, y un 81% de lo que se
esperaba conseguir en los mercados externos en todo el año (u$s 16.000
millones).
El Gobierno se apresuró a tomar deuda en el mercado internacional este
año con el objeto de conseguir divisas antes de que asumiera Trump.
Está medida va en sintonía con lo realizado por otros países de la
región que también se lanzaron al mercado internacional de deuda.
“Otros países de Latinoamérica también accedieron al mercado
internacional a principios de este año. El punto principal está
asociado con la idea de que la Reserva Federal debería implementar un
ciclo monetario más estricto a lo largo de 2017, aumentando así el
costo de financiamiento internacional”, explicó Patricia Krause,
Economista para la región de Latinoamérica de Coface.
El ministro de Finanzas, Luis Caputo, destacó recientemente los
resultados de las gestiones realizadas para salir a colocar deuda y
afirmó que “a partir de ahora” el gobierno de Mauricio Macri aspira a
“depender cada vez menos del financiamiento externo”.
“Me parece inteligente la actitud del gobierno aprovechando la ventana
antes de la asunción de Trump porque todo el mundo anticipa que sus
planes de reactivación de la economía norteamericana elevarán la tasa
de interés”, afirmó el economista y titular de Noanomics Felix
Piacentini.
Algunos de los países de la región que ya emitieron deuda internacional
son Ecuador, Colombia, República Dominicana, Perú y Chile. En el primer
caso, fue con el objeto de cubrir sus déficits fiscales, destacó Krause
y agrega que durante los últimos seis meses recaudó 3.75 millones de
dólares a través de la venta de bonos en dólares.
Los bonos emitidos en enero totalizaron 1.000 millones de dólares con
vencimiento en 2026, con un rendimiento del 9.125%. En tanto, este año,
las necesidades financieras del país se estiman en unos 10.000 millones
de dólares, de los cuales la mitad se espera obtener a través de
mercados externos.
En el caso de Colombia el 18 de enero de 2017 emitió u$s 2.500 mil
millones en deuda externa. 1.000 millones de dólares con vencimiento en
10 años (rendimiento de 4.042%) y 1.500 millones de dólares con
vencimiento en 2045 (rendimiento de 5.146%).
El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, destacó que el monto
recaudado correspondía al 83% de la necesidad de bonos externos del
país para 2017, destacaron desde Coface
Por su parte, República Dominicana emitió bonos el 18 de enero por 1,2
mil millones de dólares a 10 años de vencimiento y un rendimiento del
5,95%.
Perú, en tanto, en octubre del año pasado pudo emitir $ 3 mil millones
en bonos en soles (con vencimiento en 2028 que rinden 6,375%) en una
operación que redujo su deuda en dólares y extendió las fechas de
vencimiento promedio.
Por último, Chile salió al mercado el 18 de enero, al igual que el
resto de los países con una emisión de bonos en pesos chilenos
equivalentes a aproximadamente 1.500 millones de dólares con
vencimiento en 2021 (rendimiento del 3,8%). “Con el objetivo de innovar
y atraer inversores extranjeros, se realizó por primera vez
simultáneamente para inversores locales e internacionales. La parte
asignada a los inversores extranjeros correspondía al 22% del total de
la oferta”, detalló Krause.
Como demuestran los ejemplos, Argentina consiguió deuda sin mayores
problemas pero en el mercado alertan que las tasas aún siguen siendo
altas en comparación con otros países de la región.
“La tasa todavía es alta, pero es un precio que todavía debe pagar
Argentina por su pasado de incumplimiento, y que si se hacen las cosas
bien irá bajando”, sostuvo Piacentini.