CORDOBA.- La Asociación de Productores de Cerdos de Oncativo (Aprocer) está entre los mejores criaderos del país por sus resultados. En tres años de funcionamiento sus integrantes consiguieron mejorar 50% sus índices productivos.
Aprocer se constituyó en 2010 con 23 productores que resolvieron armar un
criadero único que les proveyera lechones a cada integrante. Su presidente,
Francisco Servetto, explicó a la nacion que les llevó tres años resolver las
cuestiones formales de funcionamiento, infraestructura y genética; en 2013
empezaron a trabajar.
El objetivo es producir la máxima cantidad de lechones al menor costo sobre
la base de parámetros productivos como tasa de preñez, de parto, cantidad de
nacimientos, número de nacimientos vivos, cantidad de lechones destetados, peso
de entrega a los 70 días.
Aprocer es una sociedad anónima en la que cada socio cuenta con un porcentual de
acciones; paga gastos y retira lechones en proporción. El criadero tiene hoy con
510 madres; arrancó con 150. "El proyecto original es de 1000, iremos aumentando
a medida que se estabilicen los índices productivos -describió Servetto. "Recién
cuando tuvimos 250 animales, que compramos con recursos genuinos, pudimos
acceder a una garantía al Banco Nación y ampliarnos."
Los índice productivos de Aprocer están en el promedio de las 30 mejores granjas
del país: fertilidad mayor al 90%; tasa de parto, 90%; 28 lechones destetados
por madre por año; 14 lechones nacidos por parto; 12 destetados por madre/parto;
1,2 kilogramos al nacer y 6,2 kilos al momento del destete.
"No tenemos innovaciones tecnológicas cruciales respecto de otros criaderos; desarrollamos un modelo asociativo que unificando en un solo espacio físico logramos mejorar los índices productivos en un 50%", apuntó Servetto.
En sus granjas los integrantes producen 18 lechones por madre por año y aspiran a 28. Eran productores que veían amenazada su permanencia en el sector por su baja productividad y encontraron en el asociativismo la eficiencia que les permitió seguir.
El productor Horacio Paoletti indicó que el sumarse le permitió mejorar calidad de animales, cuestiones sanitarias y hasta "mi propia salud mental". Tiene su criadero en Colonia Almada y llegó un momento en que debía decidir una inversión "importante que me era complicada y que nadie de mi familia iba a continuar".
"De esta manera no sólo gané eficiencia y puedo competir sino que es más fácil vender las acciones que desprenderme de una propiedad. Fue una decisión beneficiosa por donde la mire", agregó.
Gastón Zabaljauregui produce cerdos sólo en Aprocer: "El mayor desafío es mantener el asociativismo; gran parte de los buenos índices que logramos se explica por el factor humano y hay que sostenerlo. Culturalmente el productor tiende a no reunirse, fue complicado romper esa barrera y ahora es clave mantener la cohesión. Escuchamos a todos, aunque eso nos quite rapidez en las decisiones".
José Careggio tiene una experiencia de 30 años y resolvió sumarse porque su producción "a campo no es la más eficiente". La inversión necesaria para un criadero moderno de 200 o 250 madres (mínimo sustentable) era "imposible; la vía era la asociativa". Ingresó a Aprocer con 20 madres y evalúa la experiencia como "muy positiva por la eficiencia lograda".