Sin que mediara un gran anuncio, hace menos de un mes se concretó la última
gran operación de 2016 en el terreno de las fusiones y adquisiciones. Haciendo
uso de una opción de compra, el grupo Arcor desembolsó US$ 35 millones para
quedarse con un 8,5% adicional de Mastellone Hnos. S.A. y de esta manera
incrementó su tenencia accionaria del 25 al 33,5% en la dueña de La Serenísima y
principal compañía láctea de la Argentina.
El traspaso de estas acciones forma parte de una operación más amplia cuya
puntapié inicial fue el ingreso de Arcor como nuevo socio de Mastellone,
concretado en diciembre de 2015, y que seguramente terminará en 2021 con la toma
del control accionaria de la láctea por parte del holding que preside Luis
Pagani. En el medio, los cambios ya se iniciaron en Mastellone, que avanza con
una renovación en su dirección y con nuevos proyectos apuntando a incrementar su
producción, crecer en segmentos de alto valor agregado -como quesos, sueros,
leches funcionales y licuados- y convertirse en un jugador relevante en materia
de exportación.
Puertas adentro de los cuarteles de General Rodríguez -la sede histórica de
Mastellone- reconocen que la integración con Arcor implica un desafío no menor.
"Estamos en la etapa de conocimiento, con la creación de tres comités
operativos. Somos dos empresas con una concepción parecida: familiares y con
líderes muy fuertes, pero en los negocios somos muy distintos. Nosotros somos
monoproductoras, trabajamos con una sola materia prima que es la leche para
todo, y estamos enfocados en el mercado interno, mientras que ellos tienen una
diversificación muy grande y son exportadores muy fuertes", asegura José Moreno,
un hombre histórico de Mastellone, que asumió la conducción como presidente y
CEO tras la muerte Pascual Mastellone, en agosto de 2014. Al cumplir 65 años,
hace unos meses Moreno dejó de lado sus funciones ejecutivas dentro de la
compañía, aunque continúa desempeñándose como presidente. Su lugar en el día a
día de Mastellone fue ocupado por Juan Uhrich, otro veterano del mundo La
Serenísima, con más de 20 años en la compañía.
Con el ingreso de Arcor como accionista, el principal cambio que vivió la
empresa fue el nombramiento de dos nuevos directores: Gustavo Macchi, un hombre
de extrema confianza de los Pagani -es gerente corporativo de finanzas de Arcor-
que asumió como gerente general de Finanzas de Mastellone; y Emmanuel Marchant,
un francés que pertenece al grupo Danone.
Danone es otro jugador clave en el futuro de Mastellone, ya que no solo es socio de Arcor en Bagley, sino que también es co-propietario de la marca La Serenísima. El esquema entre ambas compañías contempla, que Mastellone puede usar la marca en algunas categorías como leche, dulce de leche o manteca, mientras que Danone es la dueña para yogures, postres y quesos untables.
Los cambios en el directorio y la cúpula de la empresa también incluyeron el regreso de otro nombre histórico como Ernesto Arenaza que en julio del año pasado asumió como director de Marketing y Planeamiento y hace unas semanas fue ascendido a subdirector general (un cargo que comparte con Jorge Rubén Gugliermo). Arenaza había ingresado por primera vez en Mastellone en 2006, tras pasos por Kraft Foods y Philip Morris, y se había desvinculado de la empresa en 2012 para hacerse cargo de la filial local de la marca de motos chinas Jianshe.
Los nombramientos responden al nuevo perfil societario de la empresa láctea número uno del país. La familia Mastellone -integrada por una docena de hermanos, hijos y sobrinos de Pascual Mastellone- hoy conserva el 40% de las acciones, aunque prácticamente no interviene en funciones ejecutivas. De hecho, el único miembro de la familia con participación en el management es Flavio Mastellone -un sobrino de don Pascual- que es director de Compras de Materia Prima e Insumos.
El restante 60% de las acciones se reparte entre el fondo de inversión Dallpoint Investments, que había ingresado como accionista a fines de los 90 y está representado en el directorio por Carlos Agote, y Arcor, que tras el aporte de los US$ 35 millones ahora controla el 33,5% de las acciones, a través de Arcor S.A. y la firma Bagley, que es un joint-venture entre la propia Arcor (51%) y Danone (49%).
Apuesta a la producción
Los fondos frescos que está inyectando Arcor tienen como principal objetivo consolidar el liderazgo de Mastellone como el mayor productor de leche de la Argentina, con una facturación que en 2016 superó los $ 17.000 millones y que hoy emplea a más de 4500 personas.
"La producción a nivel nacional se cayó en 2015 a 10.500 millones de litros, es decir el mismo nivel que en 1998, lo que habla de un estancamiento que lleva casi 20 años. Frente a este panorama, como líderes tenemos que pensar a largo plazo. Hace un año y medio lanzamos el plan Más Leche que busca recomponer la producción de los tambos a través de medidas de crecimiento vertical y apostando fundamentalmente a un desarrollo horizontal y a producir leche en zonas nuevas que no compitan con la agricultura, como San Luis, Santiago del Estero o La Pampa", explica en la compañía.
Moreno precisa que el plan de inversiones en marcha contempla un desembolso de US$ 100 millones con la mira puesta en cuatro grandes proyectos: la ampliación y mejoras de líneas de producción en el complejo de General Rodríguez, la puesta en marcha de nuevas plantas de quesos en Canals (Córdoba) y de secado dual (leche en polvo y sueros) en Trenque Lauquen, y la instalación de un mega- polo lechero en Villa Mercedes (San Luis). Este último emprendimiento, asegura Moreno, representa un punto clave en el futuro de Mastellone. "El proyecto de Villa Mercedes nos permitirá atender todo el centro norte del país con un concepto más federal, sin depender tanto de Buenos Aires", se entusiasma el ejecutivo.
"Lo que está haciendo la empresa está en el camino correcto porque necesita hacer frente al problema de capacidad ociosa que hoy tiene en sus plantas", explica un funcionario del sector lechero. Igualmente, la movida no está exenta de riesgos. "El gran interrogante que se abre en materia de producción lechera es lo que puede pasar este año. Si se replica lo que sucedió en la anterior crisis del sector, en 2001, el 2017 podría terminar siendo un peor año lo que agravaría los problemas de merma de leche que enfrenta Mastellone", advierte Marcos Snyder, consultor en producción lechera.
La meta de una mayor producción está pensada con la mira puesta en la
exportación y no en el mercado interno. En Mastellone Hnos. explican que el 2016
fue un año para el olvido en materia de consumo, con una caída promedio del 10%
en sus volúmenes de venta. "Es imposible pensar que el consumo se va recuperar
llamativamente en el primer semestre de 2017. La realidad viene más rápida que
los números. Hay un círculo vicioso y el consumo en forma natural no sale. Lo
bueno es que el Gobierno se está planteando acciones concretas para revertir o
al menos frenar esta caída de la demanda", explica Moreno.
Frente a este escenario poco alentador tierra adentro, el objetivo de Mastellone
es convertirse en un jugador de peso cruzando las fronteras, aprendiendo del
expertise que tiene su nuevo accionistas: Arcor es el mayor exportador de
golosinas de la región. "El eje central de crecimiento de Mastellone será la
exportación. Históricamente fuimos una empresa volcada al consumo interno, con
una altísima participación de mercado. Hoy tenemos el 66% del negocio de la
leche y somos líderes en crema, dulce de leche, manteca o quesos frescos, con lo
cual no tenemos mucho margen para seguir creciendo. Por eso apostamos a un
sector tambero que logre en los próximos diez años llegar a los 15.000 litros de
leche, lo que nos permitirá convertirnos en un jugador de primera en el mercado
internacional", explican en la compañía.
Mastellone cerró 2016 con una exportación de 30.000 toneladas -equivalentes a un 10% de su producción- por un valor de US$ 90 millones y el ambicioso plan de la compañía es llegar a es estar procesando seis millones de litros por día en 2025 frente a los cuatro millones actuales, y que de ese total, un tercio corresponda a las ventas en el exterior.
"El consumo de proteínas en el mundo está creciendo y en este sentido la leche nos ofrece una oportunidad espectacular. El mundo requiere proteínas que hoy la Argentina está tirando. Hay que hacer inversiones para transformar un producto que hoy se consume en los quesos y que se puede extraer antes para elaborarlo y exportarlo", se entusiasma Moreno.
Moreno asegura que las mayores oportunidades se abrirán a partir del incremento de la demanda china. "Hoy exportamos a África del Norte y Venezuela, pero teniendo las materias primas también vemos muchas oportunidades en Centroamérica y Oriente. Además que aparezca un comprador como China, automáticamente puede liberar nuevas plazas porque para abastecer al mercado chino, Europa va a dejar de atender otros mercados", aseguran el presidente de la compañía.
Con respaldo
A nivel local, la apuesta de Mastellone es crecer en los segmentos de alto valor agregado, apalancados en lo que posiblemente sea la marca más valiosa de la Argentina. "Comercialmente y productivamente nunca tuvimos problemas y las dificultades que enfrentamos en el último tiempo sólo fueron financieras. La operación y la imagen de la compañía siempre se mantuvieron al margen", se jactan en la compañía.
Después de atravesar una muy delicada situación financiera durante los últimos años como producto de un alto nivel de endeudamiento y de los controles de precios de Guillermo Moreno que impactaron en sus márgenes de ganancia, hoy en Mastellone Hnos. respiran un poco más tranquilos. Tras cerrar balances con fuertes pérdidas en 2014 y 2015, en los primeros nueve meses de 2016 -último dato disponible- acumuló ganancias por $ 46,6 millones.
En los planes de Mastellone figuran reforzar el camino que comenzaron a emprender en el último tiempo con lanzamientos de líneas de alta tecnología y mayor valor agregado como quesos fraccionados, leches funcionales, alimentos lácteos y licuados, aún a costa de generar algunos chisporroteos con Danone.
Mastellone y los franceses hoy comparten el uso de la marca La Serenísima y si bien tienen categorías diferenciadas, no siempre los límites parecen muy claros. "Con Danone compartimos la logística de producción y la marca de la Serenísima. Tenemos divididas las categorías, pero en lácteos estamos cerca, porque tenemos alimentos lácteos saborizados que tienen puntos de contacto con un yogur bebible, o un licuado de leche sabor chocolate que se acerca a la propuesta de la leche chocolatada. A futuro veo al mercado interno como un trampolín interesante para productos de mayor valor agregado y alta tecnología y en esta franja, la línea que nos separa de Danone es muy delgada", reconoce Moreno.
La verdad láctea
Vientos de cambio en la productora de leche
35
fondos frescos
Son los millones que acaba de aportar Arcor en el capital accionario de Mastellone Hnos. y de esta manera, el gigante cordobés pasó a controlar el 33,5% de la dueña de La Serenísima con una opción a tomar el control de la compañía (51% de las acciones) en 2021.
40%
herencia familiar
Es el porcentaje del paquete accionario de Mastellone Hnos. que sigue en manos de la familia Mastellone, integrada por una docena de hermanos, hijos y sobrinos de don Pascual. El otro 60% se reparte entre Arcor (33,5%) y el fondo de inversión Dallpoint (26,5)
100
inversiones
Son los millones de dólares que está invirtiendo la compañía láctea en cuatro grandes proyectos: la ampliación de su complejo en General Rodríguez, la instalación de nuevas plantas en Canals y Trenque Lauquen, y la creación de un polo lechero en San Luis.
46,6
números positivos
Son los millones de pesos que sumaron sus ganancias en los primeros nueve meses de 2016, en lo que constituye un cambio de tendencia importante después de las millonarias pérdidas que había acumulado en los ejercicios de los últimos dos años.
10%
crecer afuera
Es el porcentaje de la producción de Mastellone Hnos. que en 2016 fue exportado. Para 2025 el objetivo de la compañía es que los mercados internacionales representen un tercio de su producción que podría alcanzar a los seis millones de litros diarios.