En medio de las dificultades en la campaña por el clima, el consultor Teo Zorraquín dividió en cuatro situaciones el escenario actual para las empresas del agro.
Empresas muy afectadas por la inundación y que ya tuvieron excesos hídricos
en el otoño pasado, como en el centro de Santa Fe. Allí, dijo, se están
replanteando cómo seguir ya que el golpe ha sido demasiado fuerte. "Las que
tienen tambo no van a poder enfrentar un otoño sin comida (no pueden hacer silo
de maíz porque están bajo el agua) y las agrícolas perderán gran parte de la
cosecha", indicó.
"Los valores de arrendamiento futuro deberían desmoronarse en esos suelos y su
futuro agrícola estará sujeto a las señales del clima y de los precios. Y
también a las señales del gobierno, viendo si hay algún tipo de ayuda vía
aportes o vía créditos subsidiados y también viendo si comienzan algunas obras
de manejo del agua a futuro", opinó.
Empresas muy afectadas por la inundación pero que no tuvieron excesos en otoño pasado, como en el norte de Buenos Aires. Para estos casos, el panorama es similar al anterior "pero con algo más de espalda para afrontar el golpe".
Empresas afectadas por la sequía en el sudeste de Buenos Aires. Aquí se vislumbran pérdidas importantes en rindes esperados y aumento de costos de alimentación en ganadería y lechería. "Ya están jugadas. Están afectadas pero vienen de una cosecha anterior razonable. Absorberán la pérdida, quizás bajen algo los arrendamientos. Esperarán señales de precios y climáticas para plantear el negocio 17/18", detalló.
Empresas en las que el clima no perjudicó. Según Zorraquín, hay muchas zonas en las que las lluvias han sido adecuadas o donde el exceso de agua no afectó más del 10% de la superficie. "Los cultivos ahí están muy bien y el temor es tener problemas para poder cosechar y entregar si sigue lloviendo mucho. Y en algunos casos hay alguna dificultad para entrar con maquinaria al campo, por ejemplo para fumigar, lo que se empieza a remplazar con uso de avión", precisó.