Pese a que el rinde promedio nacional estimado de 73,6 quintales supera
al promedio (69 qq/ha) de los últimas cinco ciclos, se prevén mayores
pérdidas de superficie. Se tratan de 200 a 300 mil ha que fueron
severamente afectadas por los problemas de la sequía del sur bonaerense
y los excesos de la franja central. La campaña de mayor siembra en los
últimos diez años, con 5,8 M de ha implantadas, quedó envuelta en un
evento hídrico fenomenal en el centro del país, mientras el sur
bonaerense sigue marcado por la falta de agua desde mediados de
octubre. Las pérdidas de hectareaje sumadas a las hectáreas forrajeras,
reducirían el área que se destina para grano comercial en más de un
millón de hectáreas este año.
El caso de la soja es más grave. Los problemas que deja la actual
situación climática compromete entre 400 y 500 mil ha. Se tratan de
siembras y resiembras pendientes que están al límite de las
posibilidades. También hay lotes implantados en fechas tempranas en
condiciones regulares a malas, que no continuaran su ciclo o que
quedarán con muy baja productividad, por la escasez y o la sobrecarga
de agua. De esta manera, la seca de sur de Buenos Aires y los excesos
centrados en Santa Fe y el norte bonaerense, podrían ser responsables
de un primer golpe que dejaría afuera al 2,2 % de la superficie
intencionada. Cómo estas pérdidas deben confirmarse en jornadas
posteriores al límite de análisis del informe, se mantendrá el guarismo
de 19,6 M de ha. De todas maneras, los últimos acontecimientos tienden
a enmarcar a la campaña en un ambiente de severos problemas y el
potencial de pérdidas que se observa, difícilmente pueda contenerse.
Con el avance de las labores de recolección de trigo, se afianzan los
rendimientos. El valor del rinde promedio nacional que se estimó hace
un mes, en el tope de las series históricas, volvió a subir. Lo hizo en
más de medio quintal, pasando de 32,7 a 33,3 qq/ha. Ya se puede hablar
de la campaña de los 15 millones de toneladas; el guarismo en el final
de la cosecha marca 14,95 Mt.
Maíz 2016/2017
Hasta mediados de diciembre, la falta de agua avanzaba, cercando, desde
el oeste y el sur, a la región central del país. Pero cuando llegó el
agua, la sequía se rebatió con un entusiasmo que duró poco, porque la
continuidad de las lluvias enseguida provocó excesos.
El año pasado, aún con un Niño en plena actividad acoplándose a
fenómenos locales de lluvias, se contaron dos grandes eventos de
lluvias para este periodo de análisis, pero ahora, en el mismo tiempo
hubo cuatro. Sin embargo, en el año pasado las lluvias tuvieron una
distribución más pareja. Esta vez los cuatro eventos se concentraron
con determinación sobre el eje que va del centro de Santa Fe hasta el
norte bonaerense.
El primer frente de precipitaciones, fue el más moderado de los cuatro.
Se desarrolló del 16 al 19 de diciembre en gran parte de Buenos Aires,
sur de Córdoba y Santa Fe, y noroeste de Entre Ríos. El norte
bonaerense se destacó con precipitaciones cercanas a los 50 mm, lo que
bastó para cambiar abruptamente las malas condiciones ambientales en
las que se desarrollaban los maíces en plena floración. Luego fueron
las lluvias de navidad, entre el 25 y 26 de diciembre. Cargaron con
violencia contra Pergamino y Ramallo con 200 mm, y también sobre
Córdoba, donde volvía a llover después de una angustiosa espera. Llegó
entonces la tercera tormenta, la de los primeros días del Año Nuevo,
golpeando el sur y el centro Santafesino. En la imagen de las
precipitaciones para Argentina que van del 15/12/16 al 01/06/17, se ven
los acumulados que dejaron estas tres lluvias. Por último, el cuarto
temporal, alcanzó a toda la provincia de Santa Fe, Entre Ríos y el
norte bonaerense otra vez.
En Córdoba, el agua llegó algo tarde por lo que habría un impacto de la
sequía en los maíces implantados temprano. También hay excesos que
están determinando pérdidas hacia el este. De todas maneras, el rinde
promedio que se estima señala una buena campaña. Si acompañan las
condiciones venideras, se espera un promedio nacional de unos 80 qq/ha
y una productividad en torno a los 14 M Tn.
En Entre Ríos, pese a las fuertes lluvias, y los suelos pesados, el
agua, en general, ha escurrido con rapidez. Los técnicos del SIBER
(servicio de estimaciones de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos) son
optimistas y esperan un buen nivel de rindes, de 74 qq/ha para la
provincia. También, señalan que hay que estar muy atentos a las
enfermedades que puedan aparecer por las fuertes condiciones
predisponentes.
En Santa Fe, se observa la posibilidad de tener los mayores rindes, con
89,6 qq/ha estimados, pero también hay un fuerte número de superficie
perdida por los excesos. Se estima, provisionalmente, que se tratarían
de unas 70 a 100 mil hectáreas.
En Buenos Aires, los rindes son mucho más bajos; se estiman 76,4
quintales, y un nivel de pérdidas, que entre la sequía del sur y los
excesos del norte bonaerense, dejarían más de 150 mil hectáreas
quebrantadas.
Respecto al informe del mes pasado, no se ha modificado la superficie
sembrada. Sobre la base de 5,8 M de ha, se resta el área que se
destinaría a uso forrajero, y las hectáreas que se dan por perdidas,
sumando así 1,02 M de ha. A partir del rinde estimado nacional de 73,6
se llega a una producción de 35,5 Mt de grano comercial. Esto señala un
millón menos de toneladas que la proyección hecha hace un mes, pero que
en comparación con el ciclo anterior resulta en un aumento de un 18%.
Soja 2015/2016
El final de la siembra de la oleaginosa está lleno de incertidumbres.
Aún faltan por sembrar un millón de hectáreas en condiciones adversas
por el clima. Esto en términos porcentuales representa un 5% de la
intención total de siembra.
La falta de lluvias se mantiene desde hace tres meses en el sur
bonaerense. El problema de la escasez crítica de agua, no sólo afecta a
la superficie que falta por sembrar, sino que también amenaza la
continuidad del cultivo en los cuadros que se lograron implantar.
Contrastando con esto, al norte de Buenos Aires y Santa Fe, y en menor
medida, en Córdoba, Entre Ríos, Chaco y Santiago del Estero, las
implantaciones de soja están muy atrasadas por las continuas lluvias.
En el norte del país aún hay tiempo, pero en la franja central de la
región pampeana, la caída de rindes que conlleva sembrar de acá en más
vuelve casi inviables las siembras que restan.
También están los lotes que fueron cultivados antes de las
precipitaciones. Muchos quedaron con severos problemas de implantación
por el efecto de planchado y de los anegamientos que sufrieron. La
resiembra de estos sigue en suspenso.
Por otro lado, hay cuadros sembrados tempranos que fueron afectados por
demasiados días de anegamientos. Se observan en ellos síntomas de
anoxia y extensos manchones desprovistos de plantas.
Todo estas problemáticas suman 400 a 500 mil hectáreas. Este potencial
de perdida necesita ser confirmado en las próximas jornadas, razón por
la que se mantiene el guarismo de 19,6 M de Tn.
También se señala que en la lista de los graves problemas que atraviesa
la campaña, sigue la falta de control de malezas y las enfermedades que
ya han aparecido tempranamente, como por ejemplo mancha marrón en el
noreste bonaerense.
Trigo 2015/2016
Con la continuidad de la recolección de trigo, se ha ajustado al alza
algunas regiones. Si bien estos cambios no dejan diferencias
significativas en los rindes estimados, suben el promedio nacional en
más de medio quintal, a 33,7 qq/ha. De esta manera, se consolida la
producción triguera con rinde record y 14,95 millones de toneladas.
Esto representa un aumento del 1,7% respecto de los 14,7 Mt estimados
en el informe anterior.
En el cuadro contiguo pueden apreciarse las estadísticas por provincia,
tomándose para Entre Ríos las cifras del SIBER, servicio de
estimaciones de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.