Tras el mayor evento hídrico de la campaña, registrado en la última semana, que generó inundaciones en campos y ciudades del noroeste de la provincia de Buenos Aires y sur de Santa Fe, de la potencial "sequía" se paso bruscamente a un exceso de agua. Con ese panorama, las siembras están frenadas y en el arranque de 2017 resta por sembrar 40% de la superficie prevista.
El dato surge del último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que indicó que "una semana atrás, las 250.000 hectáreas que faltaban sembrar de soja de segunda y maíz tardío eran debido a la falta de humedad en superficie. Hoy las siembras están frenadas por los excesos hídricos", destacó.
Sin embargo, se afirmó que en algunas zonas esperaban todavía poder recomenzar las labores en este fin de semana, al igual que las pulverizaciones.
Al hacer el balance tras las lluvias recientes, la BCR afirmó que las aguas caídas, en una semana, dejaron volúmenes que duplicaron a las medias de diciembre. Los casos de territorios como María Teresa, donde se midieron 262 mm; o Pergamino, con un total de 247 mm, son paradigmáticos. "Los lotes más vulnerables son los sembrados antes de las lluvias con sojas de segundas", advirtieron. También, resaltaron que las áreas más atrasadas son el noroeste bonaerense y el sudeste de Córdoba.
En el caso del maíz, se pasó de una "caída segura" por la falta de agua a, en tan sólo 48 horas, la posibilidad de perder superficie productiva por los anegamientos e inundaciones. De todas formas, destacan el punto positivo del cambio de clima, ya que la lluvia ayudó para revivir al cereal, que ya se encontraba perdiendo hojas del tercio inferior y con severos problemas de polinización.
La misma entidad ya había advertido sobre las cuestiones climáticas extremas hace unas semanas, donde indicaba que la falta de agua retrasaba la siembra de maíz. A esas alturas, se llevaban sembradas cerca de 3,4 millones de hectáreas: "esto es un 58% del área cultivable". En paralelo a la seca que ofrecía gran parte del territorio bonaerense y también por los anegamientos de campos registrados en la zona núcleo, expresaba que la siembra de soja ya mostraba un retraso que iba de 15 puntos atrás de los promedios.
Según consignó la agencia DyN, en la zona del norte bonaerense y sur de Santa Fe, por las lluvias intensas registradas en noviembre y diciembre trajeron problemas en las labores de siembra: sólo se sembró casi 12 millones de hectáreas con soja, área que representa sólo el 62% de la superficie total prevista para su siembra.
Más allá de las condiciones climáticas, las proyecciones para las campañas de siembra marcan buenos rendimientos para los cultivos. Con 58% de la superficie de intención ya implantada, se mantiene la estimación para la superficie sembrada de maíz 2016/17 en 5,84 millones de hectáreas. "Subsiste la posibilidad de ajustes posteriores en la medida que avancen las labores de siembra de diciembre dado que hay buenas posibilidades de sumar más hectáreas de maíces tardíos y de segunda", afirmó la BCR.
Con ese pronóstico, de confirmarse este guarismo como cifra final, la suba en la superficie sería de 18% respecto de su ciclo anterior, con una proyección de producción de 36,5 millones de toneladas de este cultivo.
En el caso de la soja, con 12,1 millones de hectáreas sembradas, sobre las 19,6 millones que se estiman como intención de siembra, el área de intención significa un descenso de 3% de superficie respecto al ciclo pasado. "Sobre la base de dicha superficie y los rindes observados en las últimas cinco campañas, es posible proyectar la producción de soja 2016/17 en 52,5 millones de toneladas", destacó el informe.
Por el lado del trigo, en etapa de cosecha, a mediados de diciembre las tareas de recolección ya cubrían el 54% de una superficie cultivada, que se calculaban en 4,66 millones de hectáreas. Esto generó una estimación de producción de 14,7 millones de toneladas. Para la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, puede superar las 15,2 millones.