En la campaña 2016/2017, el maíz es el cultivo que despertó más interés luego de la eliminación de las retenciones y de los ROE, pero también es el que genera más interrogantes. El primero se asocia a la producción y a la logística. Matías Amorosi, de Globaltecnos SA, indica que las últimas estimaciones de área sembrada podrían dar lugar, con rindes normales, a un récord de 42/44 millones de toneladas, entre grano comercial y consumido en chacra, sumando cultivos de siembra temprana y tardía. Sin embargo, para que ese potencial se transforme en realidad debería seguir lloviendo en los próximos días, porque en muchos campos la humedad del suelo sigue siendo justa. Si se alcanzara la producción prevista, se utilizarían internamente 17 millones de toneladas, lo que exigiría exportar 25/27 millones de toneladas. Ese volumen excepcional anticipa la posibilidad de "atoramientos" en el transporte, en las plantas de acopio y en las terminales portuarias, que los productores deberán prevenir planificando el almacenamiento en el campo, gestionando compromisos de entrega, etcétera.
Riesgo comercial
La segunda cuestión está vinculada con la comercialización. Al panorama descripto, se agregará la cosecha brasileña -se prevén 85 millones de toneladas- y una producción récord en los últimos tres años en los Estados Unidos. Por ese motivo, la relación stock/consumo mundial se catapultó al 20 por ciento y los precios del maíz en Chicago se ubican por debajo del promedio histórico (185 dólares por tonelada), sin posibilidad de subas importantes en lo inmediato. En función de ese contexto de abundancia de cereal, Amorosi recomienda estar atentos a la evolución del clima en Sudamérica. "Si resulta normal en los próximos días, sobrará maíz en nuestro país", anticipa. En ese escenario, cada productor debería hacer las cuentas del cultivo y ver si le cierran con los precios que hoy ofrece el Mercado a Término. En caso afirmativo puede pensar en ir tomando una posición con una parte de la cosecha esperada, con herramientas flexibles como un forward o con una venta de futuro, con simultánea compra de un call en Chicago para capturar eventuales subas no previstas hoy.