Casi once veces más alto que el piso de $ 2000 que se había acordado en la mesa tripartirta entre el Gobierno, la CGT y las principales cámaras empresariales, la Federación de Trabajadores Aceiteros cerró ayer el bono de fin de año récord: $ 21.500.
El acuerdo del gremio aceitero, que lidera Daniel Yofra, beneficiará a unos
15 mil trabajadores del sector y será pagado en dos tramos: $ 13.700 en
diciembre y $ 7800 en enero. En las paritarias, como sucede desde hace años, los
aceiteros también rompieron el molde con un aumento por encima de la media. Este
año obtuvieron un alza de 38% en un solo tramo, que llevó el sueldo básico de la
actividad a $ 19.690.
Yofra, que integra a la CGT aunque no participa activamente en su vida institucional, negoció esta compensación salarial con empresas multinacionales como Nidera, Molinos, Dreyfus y Cargill. "La incidencia económica que tiene la actividad y la exportación de soja son dos claves para conseguir este tipo de aumento salarial", reconocen en el gremio.
El bono de fin de año demuestra una gran disparidad. La brecha entre algunas
actividades queda en evidencia con el avance de algunos acuerdos, que van desde
los $ 0, como el de algunos gremios petroleros y el de los textiles, a $ 21.500,
como el que cerró la Federación de Aceiteros.
Entre otro de los acuerdos top está el de la Asociación Bancaria (AB), que cerró una compensación de entre $ 8000 y $ 12.000, según las categorías salariales. La paritaria del sector había sido de 33% y el gremio forzó una reapertura, en la que obtuvo un 4% adicional. Pero lo más novedoso del trato que selló Sergio Palazzo con los bancos es el pago a cuenta por la paritaria de 2017. En enero recibirán un pago remunerativo de $7000, mientras que habrá bonificaciones de $ 2000 por mes hasta abril. Es decir que el anticipo alcanzará como mínimo los $ 15.000. Pero hay algo más: así como está, el trato ya establece como piso para la negociación salarial del año próximo un porcentaje de aumento de por lo menos un 22%, una cifra superior a la inflación que el Gobierno prevé en su proyecto presupuestario (entre 15 y 17%).
Hay sectores que hicieron del bono de fin de año un hábito. Es el caso de los Camioneros de Hugo Moyano, que cerraron hace dos semanas un pago extra de $ 7260. Facundo Moyano imitó a su padre y en la negociación paritaria del sindicato de peajes incluyó el bono de fin de año: son $ 12.000 extras.
Esta semana también hubo acuerdo con los colectiveros de la UTA y los metrodelegados del subte porteño. Ambos lograron un plus de $ 5000. Aún están vigentes las negociaciones en otros sectores, como el metalúrgico o la alimentación, cuyo gremio prevé continuar con su política de protestas hasta obtener una compensación.