Hugo Moyano y su hijo Pablo pueden quedarse tranquilos porque trabajo no faltará para los camioneros. La cosecha de granos 2016/2017, que según cálculos privados arrojará una producción adicional de 12 millones de toneladas sobre el ciclo pasado (llegará a 124,5 millones de toneladas), requerirá 400.000 viajes más por camión.
Según un informe de Gustavo López, de la firma Agritrend, de 3,8 millones de
viajes en el ciclo pasado se pasará a 4,2 millones de viajes en la nueva
campaña. Fernando Rivara, presidente de la Federación de Acopiadores de Granos,
habló incluso de la posibilidad de que se necesiten 500.000 viajes más sobre la
campaña anterior. Cada camión puede trasladar 30 toneladas de granos.
Pese al dato positivo, con rutas y caminos internos ya en mal estado no se podrá
esperar otra cosa que el agravamiento de ese deterioro.
Para López, los 12 millones de toneladas adicionales se destinarán mayormente
a la exportación. El analista calculó que harán falta 230 barcos extras además
de los que se requirieron para la última cosecha y que eso se concentrará entre
abril y septiembre. "En promedio implicará cargar 40 barcos más por mes",
señaló.
El saldo exportable, de 92,5 millones de toneladas, aportará divisas por US$
27.200 millones, 2400 millones más que en la anterior cosecha.
No obstante, por la baja de los precios habrá menos divisas que en la campaña 2010/2011. En ese ciclo, con 76 millones de toneladas exportadas se obtuvieron US$ 32.800 millones. Es que en ese ciclo el valor promedio FOB fue de US$ 432 dólares por tonelada, en tanto que ahora, por la caída de los precios, se calcula un FOB promedio de 294 dólares.
La capacidad estática para almacenar la cosecha en el país es del 65%. Lo que falta para llegar al 100% se cubre con silobolsas. Según López, si los 12 millones de toneladas adicionales que tendrá la cosecha de granos fueran a un almacenaje directo en silobolsas, harían falta 60.000 bolsones más que los 250.000 que ya se necesitan.
Efecto industrial
Además de un impacto sobre el transporte, la logística portuaria y el almacenaje, la cosecha récord también tendrá un efecto sobre la industrialización, fundamentalmente en el polo ubicado en los puertos del Gran Rosario.
Si bien la siembra de soja caerá 2% (de 20,1 a 19,6 millones de hectáreas), la producción de la oleaginosa, tras la merma que tuvo por el clima en el ciclo pasado, pasará de 56 a 57 millones de toneladas. Para López, podría quedar para molienda un récord de más de 47 millones de toneladas.
El año pasado se sembraron, entre todos los cultivos, 33,9 millones de hectáreas. Para este ciclo están previstos 35,8 millones, casi un 6% más. El año pasado, el 68% del total sembrado fue cubierto con granos oleaginosos (fundamentalmente soja), y este año ese porcentaje bajará al 64%. Es porque hay más siembra con trigo y maíz, cereales clave que en los últimos años tuvieron trabas para su comercialización.
Para Jorge Scoppa, presidente de la Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas (Facma), esa mayor diversificación de la siembra con cereales traerá más trabajo para los contratistas, los responsables de recolectar con sus cosechadoras el 75% de la producción.
"Ya en trigo estamos viendo que contratistas que habían dejado de ir al sur de la provincia de Buenos Aires ahora están volviendo por el trigo. Estábamos con capacidad ociosa y ahora vamos a tener más trabajo. Se va a movilizar más maquinaria que estaba parada y se necesitará más mano de obra", expresó.