El repunte del área triguera ha sido uno de los puntos más sobresalientes del positivo vuelco que tuvo este año el sector agroindustrial. Y sin duda, el cereal también ha ganado terreno en Expoagro, donde tendrá un lugar destacado del 7 al 10 de marzo del próximo año con la llegada por primera vez a la muestra de la casi centenaria firma semillera Klein.
“Somos una empresa familiar de perfil bajo”, advierte Rodolfo Klein, gerente del departamento comercial del criadero dedicado exclusivamente desde hace ya más de 96 años al mejoramiento del trigo. Y comenta que la idea venía rondando desde hace tiempo y finalmente la oportunidad se dio cuando Expoagro anunció su nuevo predio estable en San Nicolás, sobre el kilómetro 225 de la Ruta Nacional 9.
Para Klein, presentarse a la feria por primera vez es una “apuesta” que responde a la intención de aprovechar el arranque de la campaña de trigo, que se da paralelamente con el desarrollo de Expoagro. “El cereal vive un nuevo momento y vuelve a estar en la cabeza de los productores, por lo que el objetivo es establecer un “punto de contacto” no solo con los clientes de siempre de la compañía, sino también con los asesores, productores y multiplicadores que asisten cada año en forma masiva a la feria”, apunta el ejecutivo.
Aunque la época del año dificulta contar con parcelas sembradas del cereal, Klein promete presentar en marzo sus doce clásicas variedades y los nuevos productos que se lanzarán cerca de la fecha. Justamente, el martes pasado se realizó con éxito una jornada a campo en el criadero que tiene la semillera en Plá, partido bonaerense de Alberti, donde se mostraron las nuevas líneas experimentales y que serán lanzadas al mercado en febrero o marzo del próximo año. La oportunidad también sirvió para hacer un recorrido por el programa de mejoramiento y obtener algunos detalles sobre los nuevos cruzamientos y los ensayos fenológicos y de alta tecnología.
Rodolfo Klein resalta el arduo trabajo a largo plazo que realiza la semillera y los altos niveles de inversión que demanda la generación de una nueva variedad. Y pese al mal momento que vivió el sector en los últimos años, la empresa nunca dejó de apostar a la investigación y al mejoramiento de sus productos. “Tenemos variedades de todos los ciclos y todas las calidades para que el productor elija lo que necesita”, asegura.
El ejecutivo destaca las dos últimas novedades presentadas al mercado este año. Por un lado, “Prometeo” es la opción de Klein para reemplazar a una de sus más clásicas variedades, “Proteo”. Se trata de un material de calidad industrial, apto para los molinos, y de gran sanidad, pero con mucho mayor rendimiento que su antecesor. En tanto, “Lanza” es una variedad de ciclo corto que también hace foco en el rendimiento, pero con un eje creciente sobre la sanidad para que “los productores no tengan que usar tantos fungicidas y termine siendo muy alto el costo por tantas aplicaciones”.
“Todas nuestras variedades tienen calidad comercial, que es lo que le interesa al productor”, revela Klein, y explica que en los últimos años dicha característica cobró una prioridad absoluta para poder lograr la comercialización del producto: “Es que al estar restringida la exportación, se volcaba todo al mercado interno y se debía cumplir con determinadas condiciones de calidad”. Toda la cadena de valor del trigo debió de atravesar un muy difícil momento que repercutió de forma directa en la rentabilidad del sector. “Desde el 2006 hasta el año pasado todo el mercado de trigo estuvo intervenido y la actividad estuvo muy planchada y quieta, con la superficie sembrada bajando a la mitad”, recuerda.
Pero a partir de los cambios instrumentados en diciembre del año pasado, el panorama cambió. “Todo lo que es variedades de calidad se agotó. Para nosotros fue muy buena la campaña”, agrega Klein, que espera que para el próximo año el área sembrada siga creciendo y se alcancen los 6 millones de hectáreas: “Este año la superficie rondó las 4,6 millones de hectáreas sembradas”.
Sin embargo, para el empresario no todo son buenas noticias y también señala algunos nubarrones en el horizonte. Por un lado, cree que la expectativa de crecimiento dependerá en gran parte de cómo se mueva el precio internacional del cereal; y por el otro que salga definitivamente del Congreso una nueva Ley de Semillas que acabe con la ilegalidad en el sector. “Está demostrado que con el alto nivel de evasión y un pago de uso propio mínimo, no alcanza”, se queja Klein. “Lo ideal es que se negocie y acuerde entre los legisladores para que se saque un proyecto que escuche un poco a todos, que deje que el negocio sea rentable, que se paguen regalías por lo que se está usando y se fomente la venta de semillas legal”, resume.
Pero la compañía fundada en 1919 por Enrique Klein ha atravesado ya por todos los escenarios políticos y económicos imaginables que le tocó vivir al país, y siempre ha apostado a su dedicación obsesiva por el mejoramiento del trigo, algo que se va a ver reflejado por primera vez el próximo año en un stand de Expoagro. “El criadero es una cuestión familiar, la inició mi abuelo y toda la familia decidió continuar esta obra. Y por ahora lo seguiremos haciendo”, finaliza Rodolfo Klein.