El índice que mide la actividad del mercado inmobiliario en el sector agropecuario, registró una leve caída en octubre, impulsada sobre todo por la compleja operatoria del blanqueo, "que está postergando las decisiones de inversión". Así lo afirmó la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (Cair), a través de su estudio de Octubre donde publica el índice InCair que se refiere al Índice de actividad del mercado inmobiliario rural y mide la cantidad de consultas e interés de los productores en la compra-venta de campos pero no refleja precios o valores.
Según el estudio, el nivel de octubre marcó un registro de 41,08 puntos, lo que evidenció una leve caída con respecto al período anterior. Justamente, fue septiembre cuando se marcó el récord de los últimos tres años con 42,27 puntos (y un crecimiento del 19% respecto al mes de agosto), por lo que octubre quedó con el segundo nivel más alto del año. En este caso, se toma como referencia máxima los 100 puntos. El índice se mide mensualmente de manera ininterrumpida desde hace tres años (comenzó en noviembre de 2013).
Javier Christensen, secretario de la Comisión Directiva de Cair, justificó la tendencia marcada por el nivel de actividad de octubre, además de por la "compleja operatoria del blanqueo", por una cuestión del nivel de actividad económica que vive el país: "Todavía continúan vigentes las expectativas vinculadas a la performance de la economía. Las altas tasas de interés sumadas a un tipo de cambio semifijo continúan frenando al mercado", afirmó el especialista.
Más allá de la coyuntura, el índice ampliado refleja un alza desde la implementación de las nuevas políticas para el sector agropecuario, luego de la asunción del nuevo gobierno en diciembre de 2015. Entre ellas, se puede mencionar a la quita de retenciones para la exportación de granos (baja en el caso de la soja), y la eliminación del cepo cambiario, además de la modificación del tipo de cambio.
Así, los registros de 2016 de todos los meses muestran niveles más elevados que los del año pasado, período en que la media de la actividad rondaba los 20 puntos.
Según Christensen, "es de esperar que de la mano del blanqueo de capitales y de la estabilidad económica la actividad continúe su recuperación". Las buenas perspectivas para la campaña 2016/2017 también están impulsando la actividad y el interés de los productores por invertir en la adquisición de nuevas tierras.
De acuerdo a la estimación de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) la
cosecha total de granos de la nueva campaña alcanzaría las 122 millones de
toneladas, lo que significaría un aumento del 9% con respecto al ciclo
2015/2016.
De ese total, se prevé que se exportarán unas 90,36 millones de toneladas. Los
envíos al exterior de granos, subproductos y aceites generarán un ingreso de u$s
29.800 millones, es decir, u$s 1100 millones más en relación al ciclo anterior.
El nuevo marco regulatorio también generó un escenario alentador para la siembra de cereales como el trigo y el maíz, promoviendo un aumento en sus respectivas áreas cultivadas. En paralelo, el área destinada a soja se estima que registrará una reducción interanual del 2,5%, por lo que alcanzará una superficie proyectada en 19,6 millones de hectáreas, área que a su vez se ubicaría por debajo al promedio de las cinco campañas previas, según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.