El comercio cayó en desprestigio durante esta campaña electoral en Estados
Unidos, pero nadie se molestó en mencionar el mercado de granos.
Buques cargados con millones de toneladas de trigo, maíz y soja cultivado en
Estados Unidos han llegado a puertos de todo el mundo. Las exportaciones de soja
han sido tales que impulsaron el crecimiento económico del país en el tercer
trimestre.
Para los agricultores norteamericanos es un giro bienvenido, comparado con el
año pasado en que los efectos del dólar fuerte y las abundantes cosechas en
todas partes dejaron granos atrapados dentro del país. Como Estados Unidos
constantemente cultiva más alimentos de los que necesita, las exportaciones son
una salida crucial
"Si no podemos sacar la producción de este país, se queda adentro y los
precios bajan", dijo Gregg Doud, presidente del Commodity Markets Council,
cámara empresaria del sector cuyos miembros incluyen a las comercializadoras
agrícolas como Archer Daniels Midland, Bunge y Cargill.
Las exportaciones norteamericanas de maíz crecieron 97% comparado con el
anterior campaña, mientras que las ventas de soja subieron 35% y las de trigo
26%, según datos del Departamento de Agricultura estadounidense publicados ayer.
El departamento anticipa que la campaña, que finaliza antes de la cosecha de
2017, las exportaciones de soja estadounidense serán las más altas de la
historia y las ventas de trigo las más elevadas en nueve años. Se cargarán los
buques con cosechas récord de maíz y soja este otoño boreal y los silos estarán
a tope.
La escala del impulso exportador se reflejó en los resultados del tercer
trimestre que esta semana anunciaron ADM y Bunge. La primera, muy focalizada en
Estados Unidos cuenta con complejos de silos en estados como Illinois en el
corazón del cinturón maicero de Estados Unidos y Kansas en la principal región
de trigo de invierno, anunció que su ganancia operativa trimestral proveniente
de la división de servicios agrícolas, que comercializa granos, subió 30% en el
año a u$s 193 millones debido a las mayores exportaciones
Juan Luciano, CEO de ADM, dijo a los analistas que su compañía exportó volúmenes
récord.
Bunge, por el contrario, tiene sólida presencia en Brasil, cuyos cultivos de
maíz se vieron perjudicados por el clima seco de principios de año. En Estados
Unidos, los silos de Bunge están concentrados en la región del delta del Río
Mississippi, donde los cultivos son menores y la competencia es intensa, afirmó
el CEO Soren Shroder.
Bunge esta semana informó que su volumen de agronegocios cayó en el tercer
trimestre, mientras que la ganancia operativa de la división se derrumbó 74% a
u$s 83.000 millones.
Pese a sus diferencias, las acciones de ADM y Bunge esta semana subieron 8,4%
y u$s 11,5% respectivamente, porque estas compañías emitieron panoramas
positivos para los meses venideros.
Las exportaciones llegaron en un momento malo para la agricultura
norteamericana. Los precios de los granos están deprimidos y los ingresos de las
chacras son los más bajos desde la crisis financiera global.
También arribaron en un momento en que la idea del libre comercio enfrenta
una hostilidad que hace años no se observaba durante una campaña electoral en
Estados Unidos. Los candidatos presidenciales Donald Trump y Hillary Clinton, se
oponen al Acuerdo Transpacífico (TPP), un tratado de comercio que pondría fin a
las barreras para los commodities agrícolas norteamericanos, incluyendo carne
vacuna, cerdo, soja y algodón, según la American Farm Bureau Federation. Trump
propuso aranceles punitivos a China y México, ambos los destinos extranjeros más
importantes para la soja y el maíz estadounidenses.
Iowa, que tiene más cultivos de maíz y soja que cualquier otro estado, está
inclinándose por Trump, según las encuestas de Real Clear Politics. El estado
tiene 130.000 operadores de chacras, según el último censo, pero más de 2
millones de votantes registrados.
The Farm Bureau, un grupo de lobby agrícola, respalda las medidas de libre
comercio. Estima que el TPP elevaría los ingresos netos de los campos en u$s
4.400 millones.
Son tiempos difíciles para las zonas rurales. Por lo tanto, cualquier venta adicional que pueden hacer los productores son una gran cosa", dijo Will Rodger.