La plaza sojera actual ofrece una serie de datos que vale la pena resumir y, obviamente, ponderar.
Un dato para nada menor y en el que pocos analistas reparan se vincula con una particularidad de las estadísticas vinculadas al clima. Veamos. Nadie duda que el período junio/julio/agosto de cada año es el más crítico para los rindes de la cosecha gruesa en EE.UU. Pues bien, en los últimos tres años (2014, 2015 y 2016) se batieron todos los records de precipitaciones desde el trienio 1895/97 en ese período en dicha nación. ¡Las mejores lluvias de la historia! ¡En el momento más crítico! Allí está la “madre del borrego” y ello explica las tres cosechas récord consecutivas en EE.UU. y la presión sobre las cotizaciones en Chicago. No obstante ello, a la soja le cuesta perforar los 9 dólares por bushel (u$s/Ton.330) cuando muchos viene pronosticando valores del orden de los 270 hace un par de años.
Otro dato: los “errores” del USDA. Aún para los defensores del Organismo, ya los mismos son demasiados y “no forzados”. Por ejemplo. Durante toda la campaña 2015/16 (septiembre/agosto) la plaza sojera en Chicago evolucionó esperando una relación stocks/consumo de cierre en EE.UU. (verdadero “termómetro” del mercado) de entre 12 y 9%. El pasado 12-9, ya tarde, el USDA reconoció que terminaron en el 4,9%. Ahora proyecta para el fin del 16/17 un nivel del 9%, al tiempo que presupuesta a Argentina con una cosecha de 57 MMT (millones de toneladas métricas) y a Brasil con 101 MMT. En nuestra opinión, volúmenes de producción casi imposibles de alcanzar. En nuestro país el área cae y no poco, mientras que nuestro vecino aumenta superficie sólo muy marginalmente.
Otro dato para “manejar”: el aumento del área destinada a soja en Sudamérica viene creciendo sin pausa en los últimos diez años a un promedio de 2 millones de hectáreas por año, con picos interanuales de 5 millones. Pero en los últimos cuatro años, para la publicación especializada alemana Oil World la secuencia ha sido +4,1, +3,4, +2,1 y +1,6 millones de hectáreas. Es decir, viene bajando la tasa de crecimiento y nuestra convicción es que dicho fenómeno se va a profundizar en los próximos años y que este año el área en Sudamérica caerá entre medio y un millón de hectáreas.
Más datos. Con las cotizaciones actuales, los farmers estadounidenses no tienen rentabilidad en campos alquilados. A estos niveles de precios, se han activado todos los mecanismos de “ayuda” que surgen de la Ley Agrícola en EE.UU.. Se han prendido todas las luces del tablero y aparecen verdaderos subsidios disfrazados a través del famoso “Loan Rate” y su derivado el “Loan Deficiency Payment” para mitigar ecuaciones económicas muy complejas.
La sucesión de “datos” es demasiado trascendente y plantea un interrogante muy fuerte.
¿Alguien está tomando conciencia de ellos? Nuestra respuesta: Si,... China.
En nuestra opinión, los chinos tienen muy claro que hay datos que ameritan una preocupación por parte de una nación tremendamente dependiente del comercio exterior para abastecer sus crecientes necesidades de soja y sus proteínas. Ahora bien, el gobierno chino anunció hace algunas semanas que echará mano a sus reservas de maíz para poder llevar adelante una política de aumento de la superficie destinada a soja. En teoría, es algo que suena lógico y por ello todos los analistas del mercado toman el dato y lo difunden. Nuestra pregunta. ¿Es creíble ese dato en un país que produce 12 MMT anuales y consume 100 MMT? ¿Es creíble esa afirmación para un país que hace rato que “tiró la toalla” en la batalla de la soja? El anuncio es muy difícil de comprar. O, al menos, una amenaza no sustentable en el tiempo.
Mientras tanto, los chinos de Cofco se compraron dos empresas originadoras en Argentina que, si se suman sus recientes performances, ubicarían a la compañía asiática en el primer puesto (cómodo) del ránking de exportadores de granos en nuestro país. ¿La historia continuará?
Es obvio que alguien, con ojos rasgados, está mirando más lejos que muchos analistas internacionales que privilegian la coyuntura...
Así las cosas, el productor argentino debiera prestar mucha atención a las reflexiones que anteceden. ¿Cómo evolucionará Chicago cuando se contabilicen/ponderen todos estos datos? Una posible afirmación frente al interrogante sería: O la soja sube ahora para que Sudamérica no pierda área, o subirá después porque la perdió. Veremos...
Para los productores de maíz, la cuestión no es muy distinta. El forrajero cotiza en Chicago cerca de los valores más bajos de los últimos 10 años. Pero hay un dicho tan remanido como cierto: “El mejor remedio para las bajos precios son los bajos precios en sí mismos”. ¿Podrá EE.UU. alcanzar el año próximo una cuarta cosecha récord consecutiva? Su majestad El Clima tendrá la última palabra en el período mayo/agosto del 2017. ¿Habrá prima climática en las cotizaciones en dicho lapso? Interesante interrogante con una respuesta, en nuestra opinión, muy obvia. La habrá,... cuando corresponda.
Como siempre, el consejo es aprovechar que estamos a contraestación y saber manejar los tiempos del mercado.