Evaluación de dos sistemas de alimentación para vacas en transición a la lactancia
Efectos sobre la producción y composición química de leche

Miriam Gallardo; Martín Maciel; Alejandra Cuatrín; Oscar Quaino; Dante Vottero; F. Faggiano y S. Tellaeche.

Introducción

Los sistemas de producción de leche en Argentina se desarrollan básicamente bajo condiciones de pastoreo. En la cuenca lechera central, la más importante del América del Sur, predomina la alfalfa como principal alimento, la que se complementa con cantidades variables de concentrados y forrajes conservados, según la oferta de pastura disponible y el estado fisiológico del animal. Esta práctica de alimentación genera permanentes desequilibrios nutricionales debido a los constantes cambios de calidad en las raciones y a las marcadas fluctuaciones en la relación energía/proteína (3).

Por otra parte, el ciclo productivo de una vaca lechera tiene etapas de requerimientos especiales cuyos manejos pueden desencadenar efectos inmediatos y residuales de magnitud. La etapa denominada de "transición" a la lactancia es una de ellas. Se considera este período como la etapa comprendida entre las tres semanas previas al parto y las tres semanas posteriores al mismo, aproximadamente (6, 10).

En muchos establecimientos, se presta escasa atención al manejo de las vacas en "transición". La vaca seca por ejemplo, es considerada una categoría "improductiva" de muy bajos requerimientos. Durante el período seco más cercano al parto generalmente reciben una alimentación en base a ingredientes individuales (henos/silajes), de escasa energía y proteínas y excesos de fibra de baja digestibilidad. Los problemas se agravan debido a un desequilibrio marcado en el balance mineral (Balance anión-catión) de las dietas (4), ya que en la mayoría de los casos no se suplementa adecuadamente con sales minerales.

Por otro lado, después del parto los destetes se prolongan más allá de lo necesario (4 -7 días al pie de la madre), acompañando este corto período de "calostrado" con raciones, generalmente en base a henos de regular calidad, cuyo valor nutritivo no cubre los requerimientos mínimos de la madre e incrementa la magnitud del balance energético negativo posparto a niveles de riesgo.

Los cambios bruscos de alimentación también son comunes. Con el inicio de la lactancia es normal que se inicie nuevamente el pastoreo, que se incrementen rápidamente los niveles de concentrado y se incorporen nuevos alimentos, sin considerar el período de "acostumbramiento" necesario para adaptar a los microorganismos del rumen a los nuevos sustratos que deben fermentar. Estoa cambios en el régimen alimenticio y los bajos y desbalanceados planos nutricionales del periparto pueden acarrear efectos negativos al resto de la lactancia registrándose tanto en la producción como en la composición química de leche.

Por lo tanto, el presente trabajo se realizó con el objetivo de evaluar los efectos inmediatos y residuales de dos sistemas de alimentación para vacas en transición a la lactancia. Uno de ellos es un sistema adoptado por muchos productores de la cuenca lechera central de Argentina y el otro, un sistema intensivo en base a dietas equilibradas, con ingredientes totalmente mezclados.

Materiales y métodos

El ensayo se llevó a cabo en la Estación Experimental de Rafaela del INTA (Argentina), ubicada a 31° 11´ Latitud Sur. Tuvo una duración total de 26 semanas, a partir del 07 de julio de 1999.

Animales

Se utilizaron 48 vacas multíparas Holstein (566±70 kg de peso vivo posparto; 2,6±1,2 lactancias y de 6000±938 litros en las lactancias previas) todas de parición estacionada primaveral. Se dividieron al azar en dos grupos de igual número para los tratamientos: Testigo (Tt) e Intensivo (Ti). Los efectos inmediatos (EI) se evaluaron aplicando estos tratamientos en cada vaca desde los 21 días antes de la fecha probable de parto hasta completar 21 días posparto. Luego de este período y para evaluar los efectos residuales (ER), todas las vacas se manejaron juntas hasta que cada una completó la 14a semana de lactancia. La totalidad de partos ocurrió entre el 28/07 y el 01/09 de 1999.

Manejo y alimentación

Durante el preparto los grupos fueron separados y alojadas en corrales aledaños al edificio de ordeño, con las facilidades para una atención permanente.

La dieta de Tt se formuló con ingredientes separados en base a heno de alfalfa, silaje de maíz; grano húmedo de maíz y semilla de algodón, los dos primeros suministrados ad libitum. El grano húmedo y la semilla de algodón se incorporaron en cantidades restringidas sobre el silaje, el que se suministró una vez al día en bateas.

El heno de alfalfa, rollos de 534±44 kg de Materia seca, se ofreció en portarollos reponiéndolos cada 3±0,8 días. Al parto, las vacas de este tratamiento permanecieron con sus crías durante 4 días, recibiendo heno de alfalfa ad libitum más balanceado comercial, en la misma cantidad que el resto de vacas en ordeño. Posteriormente se unieron al grupo Ti, en pastoreo.

En Ti se suministró dos veces por día una dieta totalmente mezclada (TMR) donde los ingredientes fueron los mismos del Tt pero con el agregado de poroto de soja tostado; sales aniónicas y núcleo vitamínico-mineral.

La TMR se equilibró en cantidad y calidad para satisfacer los requerimientos de la categoría según NRC (14). Para la mezcla se utilizó un equipo mixer con sistema a paletas y capacidad para trozar fibra larga. Al parto las crías fueron separadas inmediatamente y las vacas continuaron recibiendo TMR durante 21 días más, en el mismo corral. En esta etapa la TMR se formuló con los mismos ingredientes más el agregado de balanceado comercial, variando la proporción de forraje a concentrado de acuerdo a las necesidades, según NRC (14).

En la Tabla 1 se presentan las características de las dietas de ambos tratamientos, para la etapa EI.

Luego de este período se manejaron con el grupo Tt, donde pastorearon en franjas diarias, alfalfa y avena y recibieron una suplementación con balanceado comercial, suministrado por mitades en cada turno de ordeño. La oferta de MS total de esta etapa fue de 16,5 kg/vaca/día, constituída por 58% de pastura de alfalfa; 18% de pastura de avena y 24% de balanceado.

Mediciones

La producción de leche fue registrada para cada uno de los dos ordeños diarios, a través del sistema Afimilk ®, versión AFI2000 V1.26C y la composición química en : grasa butirosa (GB); proteína bruta (PB); lactosa (L) y urea se analizaron con un equipo Milkoscan (Foss Electric, Hillerød, Denmark)..

Durante el preparto se estimó el consumo individual de alimento a partir del consumo grupal, midiendo una vez por semana la oferta y el remanente de la materia seca total de silaje, grano húmedo y semilla de algodón en las bateas, registrando el peso de los rollos en cada nueva partida, como así también la de los remanentes en los portarrollos. El consumo grupal de TMR fue registrado pesando cada asignación diaria con la balanza del carro mezclador (mixer), los rechazos de los comederos se registraron dos veces por semana. En la sala de ordeñe el control del suministro de concentrado fue individual. En pastoreo, una vez por semana se cuantificaron las ofertas y los remanentes de forraje de la franja, por medio de muestreos y cortes antes y después del pastoreo (11).

Se tomaron quincenalmente muestras de todos los ingredientes, según la dieta correspondiente para analizar MS; PB; nitrógeno insoluble en detergente ácido (NIDA); fibra detergente ácido (FDA) y neutro (FDN); extracto etéreo (EE); lignina y cenizas (15, 1) y estimar la energía neta lactancia (ENl) de la dieta total (19).

El peso vivo fue registrado cada 15 días, mediante dos pesadas consecutivas cada vez. Para medir condición corporal se recurrió a una metodología propuesta (7) que utiliza una escala de 1 a 5 grados .

Durante el período preparto se tomaron semanalmente muestras de orina de cada vaca y se midió el pH, para caracterizar indirectamente el balance anión-catión .

Tabla 1- Características de las dietas ofrecidas en ambos tratamientos, para la etapa de efectos inmediatos (EI).

(1) Mezcla en base a afrechillo de trigo, grano de sorgo y expeller de girasol

(2) 40% PB, 54% PND

(3) base SO4Mg. 7H2O y ClNH4, ( 463 meq/kg) con la inclusión de un ionóforo

(4) En prepato Vit. A, D y E/microelementos, en posparto además sales en base a Mg, Ca y P

Análisis estadístico

Las vacas se dividieron aleatoriamente en los dos tratamientos y las variables de producción y composición química de leche se analizaron mediante un diseño en parcelas divididas en el tiempo, con análisis de covarianza. Las covariables fueron la producción y el rendimiento de grasa butirosa de la lactancia anterior. Se utilizó el paquete estadístico SAS, PROC GLM (16). El consumo de materia seca no fue sometido a análisis estadísticos por carecer de mediciones individuales por vaca. El peso vivo y la condición corporal fueron también analizadas estadísticamente, siguiendo el mismo diseño experimental. La condición corporal fue analizada mediante un test no paramétrico.

Análisis económico

Con la información obtenida de las respuestas en producción de leche para los efectos inmediatos (21 días) y residuales (80 días de evaluación); el costo de alimentación considerando la combinación de los precios de las respectivas raciones pre y posparto y tomando como base un precio estándar de la leche de $0,13/litro, se estimó el beneficio marginal por vaca debido al tratamiento intensivo.

El beneficio marginal, en $/vaca/día, se calculó aplicando la siguiente ecuación:

(Ingreso extra de leche en EI + Ingreso extra de leche en ER) – (Gastos extras suplementación en Ti).

Los precios tomados para cada ingrediente fueron: heno de alfalfa= $ 0,028; silaje de maíz=$0,0395; grano húmedo de maíz=$0,054; poroto de soja tostado=$0,18; pastura de alfalfa=$0,01; pastura de avena=·0,02; semilla de algodón= $0,07; balanceado comercial=$0,12; sales aniónicas=$1,65; núcleo vitamínico-mineral=$1,11 y sales minerales posparto=$0,68. Se debe considerar que 1$ argentino equivale a 1dólar estadounidense.

Resultados y discusión

En la Tabla 2 se presentan las ofertas diarias de MS de alimento y los consumos estimados de las diferentes dietas del periparto. Si bien los consumos no se analizaron estadísticamente, como se puede apreciar las estimaciones no mostrarían diferencias entre los tratamientos pero la eficiencia de utilización de estas raciones (relación entre el consumo y la oferta) fue más baja en el tratamiento Tt.

Se produjeron pérdidas de MS en todos los ingredientes pero las de mayor importancia se registraron en el heno de alfalfa, con un valor cercano al 28% de la oferta. En Ti en cambio, los remanentes diarios de la TMR no superaron el 12% de la oferta total de MS. En el posparto se verificó una situación similar, con asignaciones de alimento en Tt holgadamente superiores a los consumos.

Las características de la calidad de las raciones pre y posparto se presentan en la Tabla 3.

Durante el preparto no hubo diferencias importantes en la concentración de proteína bruta, pero sí las hubo en energía, con 0,12 Mcal de ENl/kg MS más en Ti. En el posparto, las diferencias fueron notables entre ambos tratamientos, siendo la dieta de Ti la mejor balanceada para vacas de alta producción. Sin embargo, en el posparto las relaciones entre la proteína y la energía (gramos de proteína /Mcal de ENl consumidas) fueron semejantes entre tratamientos, con valores de 10:1 y 9,8:1 para Tt y Ti respectivamente, lo que podría ser indicativo de adecuados abastecimientos de proteína metabolizable para los animales (18).

La etapa ER, en condiciones de pastoreo, se caracterizó en ambos tratramientos por una dieta muy pobre en términos de MS total ofrecida, estimada en 16,5 kg de MS/vaca/día. La calidad de la misma fue de: 38,9% MS; 19,7% PB; 44,2%FDN y 1,40Mcal de ENl/kgMS. Indudablemente con esta concentración energética (1,40 Mcal de ENl/kg MS) en comparación a los niveles de proteínas suministrados (19,7% de la MS total), se generó una inadecuada relación energía:proteínas que repercutió principalmente en el tratamiento Tt como se analizará posteriormente a través de la evolución del peso vivo y la condición corporal.

Con respecto al balance aniónico-catiónico, durante el preparto, el pH promedio de la orina de las vacas del tratamiento Tt fue de 8,06±0,96. Con la adición de las sales aniónicas en Ti el pH descendió a 6,45±0,87. El balance anión-catión de las dietas fue de –9 meq/100g y de +41,6 meq/100g de MS para Tt y Ti respectivamente. En Ti se trabajó por lo tanto con una dieta ácida acorde a los requerimientos, los que se encuentran dentro de un rango de rango de –5 a –15 meq/100g de MS (5).

La producción de leche y la proteína láctea durante EI fueron significativamente diferentes y superiores para Ti (P<0.01) y no hubo diferencias en la concentración de grasa butirosa. Los rendimientos de grasa y proteína, fueron diferentes y superiores (P<0.01 y P<0.03 ) para Ti (Tabla 4).

Al respecto, se ha sugerido que para aumentar en lactancia temprana la producción de leche, la concentración de proteína láctea, o ambas, es necesario incrementar en las dietas del periparto el contenido en proteína bruta y en proteínas no degradables (PND) (17,12). En el presente ensayo, el poroto tostado de soja y la semilla de algodón además de aportar energía a través de lípidos, representaron fuentes de PND, de alto valor biológico para vacas de alta producción.

El mecanismo involucrado que explicaría estas respuestas sería la acumulación de proteína corporal materna durante el preparto y su posterior liberación durante la lactancia (13). El nitrógeno acumulado estaría disponible durante la movilización de reservas corporales en lactancia temprana hasta, por lo menos, la séptima u octava semana.

En la etapa ER el tratamiento Intensivo continuó superando al Testigo (P<0.05) pero en 1,94 litros/vaca/día y no se manifestaron diferencias en la composición de la leche (Tabla 5) .

En la Figura 1 se presenta la tendencia de la producción en ambos tratamientos, a lo largo de las etapas evaluadas.

Tabla 4- Producción y composición química de leche y rendimientos de GB y PB durante la etapa de efectos inmediatos (EI)

Tabla 5- Producción y composición química de la leche durante la etapa ER

Figura 1- Tendencia de la producción en ambos tratamientos a la largo de las etapas evaluadas

Si bien en términos generales el plano nutricional aplicado en Tt durante el periparto no fue demasiado bajo, el desbalance de esta dieta repercutió negativamente en el resto de lactancia evaluado. También se encontraron efectos residuales negativos, bajo condiciones de pastoreo, cuando un plano alimenticio caracterizado por desbalances nutricionales fue aplicado durante el primer tercio de la lactancia (8).

El peso vivo y la condición corporal también fueron afectados por el tratamiento. Para ambas variables hubo diferencias significativas y superiores en favor de Ti. Las mayores ganancias de peso logradas en Ti durante los 42 días alrededor del parto fueron significativas al nivel de P>0.033 y las mejoras en la condición corporal lo fueron a un nivel de P>0.004.

En las Figuras 2a y 2b se presentan las tendencias del peso vivo y del estado corporal promedios entre tratamientos.

Todos los animales iniciaron la experiencia con una baja condición corporal, producto del manejo aplicado durante los primeros 40 días de período seco, caracterizado por una alimentación en base a pasturas degradadas y henos de baja calidad. En el preparto inmediato, la aplicación de ambos tratamientos permitió generar ganancia de peso y de estado corporal, pero superior en Ti como ya se mencionara.


Figura 2a- Evolución del peso vivo en ambos tratamientos


Figura 2b: Evolución de la condición corporal en ambos tratamientos

Como era de esperar (10), luego del parto comenzó la movilización de reservas corporales y en ambos tratamientos las vacas perdieron peso y estado, siendo más pronunciado en Tt. Una vez transcurridos 21 días de la etapa de efectos residuales, en pastoreo y con idéntico manejo, los dos grupos alcanzaron una condición similar (Figura 2b).

El análisis económico, efectuado teniendo solamente en cuenta la alimentación y sobre la base de los precios vigentes en Argentina en marzo de 2000, indicó un beneficio marginal por vaca del orden de los $0, 39 /día debido a la aplicación del tratamiento intensivo. Este resultado surgió del siguiente análisis:

Costo de las raciones según tratamientos y etapas, por vaca por día

Tt Ti
Preparto (21 días) $ 0,75 $ 1,25
Posparto (21 días) $ 1,06 $ 1,43

Costo prorrateado, combinando las raciones pre y posparto:

Tt = $ 0,90/vaca/día

Ti = $ 1,34/vaca/día

Producción de leche "extra" como EI = 5,4 litros/vaca/día
Ingreso "extra" como EI= 5,4litros x$ 0,13/litrox21días= $ 14,74/vaca
Ingreso "extra" como ER = 1,94litros x$ 0,13/litrox80días= $ 20,18/vaca
Diferencia de precio entre las dietas ( Ti-Tt) : $1,34 - $0,90= $ 0,44/vaca
Gasto "extra" de suplementación en Ti: $ 0,44x 42 días= $ 18,48/vaca

Beneficio marginal por vaca/día:

(Ingreso extra EI + Ingreso extra ER) – (Gastos extras suplementación en Ti) =

= [($14,74 + $ 20,18) – ($18,48)] / 42 días = $ 0,39

Conclusiones

El equilibrio de las dietas durante el periparto de acuerdo a los requerimientos de los animales, sobre la base de raciones equilibradas, provoca efectos inmediatos y residuales positivos durante la lactancia, que se traducen en beneficios marginales de alto impacto económico. En general, las tradicionales prácticas "empíricas" de alimentación y manejo de las vacas en transición, si bien utilizan raciones de inferior costo en términos de MS/vaca, generan una relación menor costo:beneficio.

Referencias

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