Tras haber sido golpeada por factores externos como el peor ciclo histórico de la lechería mundial y el derrumbe los precios de los commodities, y por cambios internos como la alta inflación, el freno del consumo y el clima adverso, SanCor salió a buscar nuevamente un salvataje. Es que en el año fiscal cerrado el 30 de junio, la cooperativa con sede en la localidad santafesina de Sunchales sufrió pérdidas por $ 2421 millones.

Dicho de otra forma, entre junio de 2015 y junio pasado, registró una pérdida neta por $ 2421 millones contra un rojo de $ 447 millones en igual período del año anterior, o los $ 263 millones negativos de 2014. Y mucho menos de la pérdida por $ 305 millones de 2013, o de los $ 718 millones de 2012.

Dicho de otro modo, perdió $ 200 millones por mes, o $ 6,66 millones por día o lo que es aún más revelador, $ 270.000 por hora. Se trata de una de las caídas más fuertes de una compañía argentina durante los últimos años.

De nada parecen haber servido los sucesivos salvatajes que la cooperativa con sede en la localidad santafesina de Sunchales logró en la última década, como los casi u$s 80 millones que le inyectó al capital el gobierno de Venezuela durante el gobierno de Hugo Chávez.

La empresa envió el viernes pasado un comunicado a la Comisión Nacional de Valores (CNV), en el cual con la firma de su presidente, Gustavo Ferrero, se analizan las razones, tanto internas como externas que la llevaron a sufrir una de las pérdidas consideradas récord para una compañía argentina en los últimos 10 años, por lo menos.

Además de los factores externos vinculados al propio negocio lácteo y a los precios de las materias primas, en SanCor hacen referencia a la evolución de la inflación, el aumento de costos de los combustibles y decisiones tomadas por el anterior gobierno en relación a las retenciones agropecuarias, que "generaron alzas de gastos continuos que debieron ser afrontados por los productores en desmedro de su ya menguada rentabilidad".

Sus ejecutivos también advirtieron sobre el "difícil acceso a fuentes de financiamiento, que hicieron más complicado el tránsito por la emergencia". En este marco, los asociados a SanCor debieron encarar profundos esfuerzos y reformas para minimizar las pérdidas, que fueron afectadas también por un siniestro en su planta industrial de Sunchales.

Todo este escenario derivó en que SanCor tuvo que desprenderse de su negocio de yogures, postres y flanes al grupo Vicentín por u$s 100 millones. El acuerdo se firmó el 10 de junio pasado, cuando la cooperativa ya tenía en su poder el cuadro semestral de resultados que arrojaba un inusual rojo y que la ponía al borde de la disolución.

De hecho, en aquellos días, ejecutivos de SanCor se reunieron con con el vicejefe de Gabinete, Gustavo Lopetegui, y con el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, aunque sin mayores resultados favorables a los pedidos de los empresarios acerca de algún tipo de auxilio oficial. Otro dato negativa se extrae del comunicado enviado el viernes a los entes de control ya que para la cooperativa el futuro también se presenta negativo.

"En el próximo ejercicio continuarán las incertidumbres sobre el desempeño de la producción primaria y del sector lácteo en general, afectado tanto por el mercado interno como el externo", asegura el documento.

Además, se advierte que en este marco, "la cooperativa tendrá diversos desafíos relacionados con el comportamiento de las diferentes variables macroeconómicas, aunque se espera un mejor comportamiento del mercado internacional". La visión de quienes comandan la cooperativa es que la producción primaria de leche ofrecerá volúmenes inferiores a los del primer semestre.

"La cooperativa trabajará fuertemente con la finalidad de mantener la participación de mercado en cuanto a la recepción de materia prima", agrega el comunicado en el cual se anticipa que con el stock actual "podrá abastecer los diversos mercados sin mayores inconvenientes".