Se anticipa que el organismo aumentaría la previsión de cosecha de soja –quizás algún número entre 111.0 y 112.0 mill. de toneladas, un nuevo récord- y es posible que se introduzcan correcciones a la baja en el rendimiento del maíz en diversos estados.

En el caso del maíz, sucede que cuando el USDA efectuó su relevamiento a campo entre finales de julio y principios de agosto, menos del 10% del cereal se encontraba en etapa de llenado del grano. En esta instancia, la metodología del organismo evalúa rendimiento a partir de estimaciones del peso que se alcanzaría sobre la base de otros componentes de la planta o bien de referencias históricas, como las que surgen del seguimiento semanal de la condición de cultivos.

Sin embargo, esta forma de trabajar no captura el impacto negativo que pueden tener las altas temperaturas en la fase de llenado, algo que se verificó este año mucho más que en los anteriores. Este factor es relevante aunque haya buena disponibilidad de lluvias.

Quienes siguen el método de «condiciones análogas» para análisis de mercados ponen sobre la mesa la situación del ciclo 2010/11. En agosto de 2010 el USDA aumentó de 163,5 a 165 bu/ac (103,6 qq/ha) su previsión nacional de rindes, argumentando que la campaña venía muy bien. En ese momento el NASS sostenía que 71% de la superficie del cereal mantenía condiciones buenas o excelentes. Sin embargo, la condición de cultivos perdió 5 p.p. para principios del mes de octubre. En enero el USDA revirtió el ajuste positivo inicial y llevó su número de rinde final a 152,8 bu/ac, es decir, 95,9 qq/ha.

Estos movimientos en ocasiones desorientan a los traders, acostumbrados a ver correcciones en una sola dirección en las variables que el USDA incorpora en las hojas de balance. En Washington siempre dicen que todas las proyecciones de oferta y demanda deben considerarse como preliminares hasta tanto estén disponibles las cifras de cierre y que es más importante prestar atención a la dirección alcista o bajista que se introduce en los ajustes que a los números en sí. Sin embargo, esto pareciera cumplirse más para las cifras de demanda –como el uso industrial o las exportaciones- que para las estimaciones de oferta.

El mercado ya descontó la obtención de un rendimiento algo menor al informado por el USDA –en línea con los guarismo que manejan INTL FC Stone o Informa Economics- pero es probable que no reaccione a la baja si el Board confirma la proyección de agosto. Simplemente, esperará una corrección bajista en octubre.

Por el lado de la soja, se detecta cierta subestimación en las cifras de demanda de 2015/16, lo que exagera el número stock final de la campaña. La última proyección oficial es de 6,95 mill. de toneladas y analistas en promedio avizoran unos 6,3 mill. de toneladas. Sin embargo, hay al menos dos factores que hacen pensar que el número se ubicaría entre 5,5 y 6.0 mill. de toneladas, por debajo incluso de las actuales previsiones de los privados.

En primer lugar, las exportaciones de la campaña 2015/16 superaron la pauta oficial y alcanzaron un nuevo récord. El Departamento de Comercio informó oficializaciones por 48,53 mill. de toneladas entre septiembre y julio, a lo que debe sumarse no menos de 4.0 mill. de toneladas en agosto, según estimaciones a partir de Line-Up. De este modo, podría afirmarse que Estados Unidos exportó no menos de 52,5 mill. de toneladas de soja en los últimos doce meses, es decir, cerca de 1,4 mill. de toneladas más que la proyección del USDA. El acumulado que informa el FAS arroja 50,8 mill. de toneladas, al que deben sumarse más de 800.000 toneladas de compromisos del ciclo anterior cumplidos al principio de 2015/16 y algún volumen fuera de libros. Para los que siguen los embarques, cabe recordar que con Canadá y México hay negocios por tren. Con este último país se estiman no menos de 500.000 toneladas anuales.

Asimismo, es probable que el USDA también esté subestimando el uso para semillas y la categoría «residual», que incorpora otros consumos distintos al crushing. En la hoja de balance del ciclo 2015/16 sólo se incluyen 2,98 mill. de toneladas, es decir, apenas el 2,64% de la oferta total disponible para la campaña. Se trata del guarismo más bajo al menos desde 1964.

En definitiva, el reporte trimestral de finales de este mes brindará luz sobre la verdadera disponibilidad de soja al 31 de agosto, y no el reporte de este lunes. El número podría ser significativamente menor a lo que el mercado maneja, dando sostén a los precios. Una apuesta en tal sentido puede hacer con opciones call. Los contratos OTM con expiración en octubre ofrecen primas competitivas, por su valor intrínseco nulo y su menor valor tiempo.

Fuente: Guillermo Rossi para Noticias Agrícolas