Según publicó NORTE, gran parte de los sembrados de sandía y zapallo se vio afectada por el temporal y la posterior helada, que ocasionaron pérdidas inconmensurables. Primero las constantes lluvias que produjeron la presencia de hongos en los sembradíos y en los primeros días de esta semana la helada que ocasionó la muerte de muchas plantas.

Sobre el tema, la ingeniera del INTA Noelia Casco explicó a NORTE, que “los productores ya habían sembrado en su mayoría y la germinación fue muy buena, pero inesperadamente llegaron las bajas temperaturas y las lloviznas, lo que predispone a la aparición de hongos en el suelo, y lo que terminó de complicar fue la helada del pasado martes”.

Los productores habían concluido el proceso de siembra entre mediados de julio y los primeros días de agosto, por lo que las plantas ya tenían en promedio dos semanas de germinación. En total, la superficie sembrada este año supera las 4.500 hectáreas de sandía y zapallo.