La próxima campaña triguera enfrenta un nuevo escenario dado que se han eliminado todas las barreras de precios y de comercialización, lo que permitirá que tenga real sentido maximizar sus rendimientos productivos.

La fertilización foliar es una aplicación complementaria que no puede reemplazar total o parcialmente a una fertilización de base al suelo. El objetivo de la práctica es estimular el crecimiento de las plantas, acelerando su actividad.

Así, las raíces pueden absorber más nutrientes del suelo y favorecer el traslado de aquéllos acumulados en el interior de la planta, para la formación y el llenado de los granos. También pueden contribuir a un menor avance de las enfermedades.

Aquí conviene evaluar si cualquier fertilizante foliar puede cumplir con estos objetivos. Uno de los puntos clave es la relación entre nutrientes que se debería aportar para favorecer esta respuesta. La concentración foliar óptima es la que se puede observar en el cuadro adjunto. Cada unidad de nitrógeno, por ejemplo, debería ir acompañado de 0,14 unidad de fósforo; 0,89 de potasio; 0,16 de azufre, y así para todo los nutrientes.

Desde COMPO-EXPERT, con el apoyo a instituciones como el INTA y a Facultades de agronomía, durante tres años llevó adelante ensayos para evaluar diferentes productos para determinar los más eficientes. Participaron los ingenieros agrónomos Fernando Mousegne (INTA S. A de Areco); Margarita Sillon (Fac. Cs. Agrarias –Univ. Nac.del Litoral); Fernado Miguez (Fac. Cs. Agrarias-Univ. Catolica Argentina); German Coschica (AER INTA Villa María) Diaz-Zorita, Duarte & Asociados; Florencia Gutheim (Chacra Exp. Miramar, Min. As. Agr. Bs. As.). Los resultados obtenidos en 38 ensayos, a partir de la mezcla Basfoliar SP PS 25-10-17 + Fetrilon Combi, que por los avances en formulación están en un solo envase de "BASFOLIAR TRIGO 23-9-16 + Microelementos", proporciona una adecuada relación entre los nutrientes, tal como lo expresa el cuadro anterior. Los ensayos fueron aplicados desde macollaje hasta hoja bandera, con un incremento promedio de 343 kg de trigo por hectárea con respecto al testigo.