A pocas semanas del inicio de la siembra de maíz en la Argentina, en la continuidad del ciclo de granos gruesos 2016/2017 iniciado ya con la implantación del girasol, la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario consultó a José Luis Aiello, especialista en agroclimatología, respecto de las perspectivas climáticas para los próximos meses y de su impacto sobre los cultivos.

"Durante la primera quincena de septiembre las lluvias van a estar por debajo de los valores normales, excepto en el NEA. En la segunda quincena debemos esperar que la atmósfera tenga el contenido de humedad que permita traducir en ofertas de agua el pasaje de los frentes fríos que ingresen. A grandes rasgos, el mejor escenario sería una activación a partir del 10 del actual", señaló el especialista.

Acerca de la influencia del fenómeno Niña previsto para los próximos meses, que podría comprometer la disponibilidad hídrica para los cultivos, Aiello dijo que la intensidad que se instalará durante el trimestre actual se prevé baja, pero optó por recomendar la cautela. "Luego de haber analizado todas las Niñas de los últimos 30 años, hemos observado que eventos como el actual han generado pulsos secos de buena intensidad, con lo cual hay que ser muy cautos y pensar que no estamos en el mejor escenario. Los fenómenos regionales que aparezcan durante el verano van a definir la cuestión".

En función de las previsiones climáticas actuales y de las proyecciones de mediano plazo, el especialista advirtió que el desarrollo de la cosecha gruesa va a sufrir durante el fin de la primavera y el verano algunos eventos de pulsos secos.

"La instalación de los mismos y la concordancia o no con los períodos críticos de los cultivos definirán la merma de rendimiento. En gran escala, tomando el Mercosur, nos enfrentamos con una cosecha gruesa que terminará con rendimientos por debajo de la tendencia. Es decir, la mayor probabilidad se orienta a niveles de producción que se ubicarían por debajo de los esperados para cultivos como la soja y como el maíz. Ya en escalas más puntuales habrá que ver cómo funcionan los fenómenos regionales, de ahí que se van a tornar muy relevante los trabajos de monitoreo de los cultivos y su interacción con el clima", dijo Aiello.