La primera variable es el precio. Luego de los $ 2,89 por litro cobrados en marzo pasado, por su producción de julio último los productores de leche percibieron $ 4,19 el litro, casi un 45% más. La fuerte suba obedeció a la caída de la oferta por las inundaciones de abril último en las cuencas lecheras de Santa Fe y Córdoba.
La otra variable tiene que ver con los costos de producción. Para el caso del maíz, un insumo clave, hoy el productor con un litro de leche puede adquirir casi dos kilos de maíz cuando a principios de año no llegaba a comprar un kilo.
En el Ministerio de Agroindustria ven con estas variables una mejoría para el sector. "Ya estamos en una mejor situación para crecer, porque el precio se recuperó y hay costos que bajaron, aunque eso no quita que quienes tuvieron inundaciones y problemas de reservas (alimento) tengan que recomponer todo y estén con un problema de endeudamiento", dijo Alejandro Sammartino, subsecretario de Lechería de la Nación.
Sammartino señaló que el Gobierno convocó al sector a una reunión para el miércoles próximo. Allí se hablará de comercialización, endeudamiento, financiación y de un informe que se está realizando sobre competencia. Respecto de esto último, trascendió de diversas fuentes que se está terminando un estudio que recomendaría a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia investigar eventuales distorsiones en la cadena, como una posible cartelización.
Pese al repunte de los precios y la baja en algunos costos, en la producción señalan que siguen perdiendo plata. "Nosotros seguimos en una situación de quebranto porque el costo de hacer un litro de leche está en 5,50 a 5,60 pesos; tendríamos que cobrar 6 pesos", indicó Julio Aimar, co-coordinador de la Mesa Nacional de Productores de Leche. Aimar insistió en que el sector necesita el aporte de "un fondo de recuperación" que luego podrían devolver una vez que los productores tengan rentabilidad. Calculó en $ 4500 a 5000 millones el valor de ese fondo hasta fin de año.