El agroindustrial, a pesar de ser el sector más competitivo del país necesita un marco institucional más amplio y una agenda de políticas de estado moderna a mediano plazo, que le permita desplegar todo las capacidades emprendedoras, para mejorar las producciones en cantidad y calidad para colocar los alimentos al mundo sin gravosos aranceles.
La situación de muchas producciones como la lechería, la frutíhorticola, entre otras producciones de economías regionales nadie puede ignorar su actual situación, pero no podemos detenernos en situaciones coyunturales que tienen que tener soluciones de emergencias.
La idea debe ser trabajar para el mediano y largo plazo en lo que necesita el país, por lo tanto insisto en la agenda que necesita el sector y que Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) debería haber propuesto al presidente Mauricio Macri en la inauguración de la primera Jornada Nacional del Agro (JONAGRO).
Es estratégico que el agro y la Agroindustria apoye el ingresos de la Argentina al grupos de países de la Alianza del Pacífico que comercializa sus productos con 0 aranceles entre ellos. Esto no se logra de un día para otros, ni será el próximo año. Es un trabajo lento y coherente estableciendo reglas económicas compatibles entre esos países, para poder ingresar con aranceles 0 a los mercados de mayor capacidad adquisitiva.
Creo no equivocarme en afirmar que en la actual situación económica, el estado es el que tiene muchos más que hacer para mejorar la competitividad. El sector privado acompañará rápidamente a las nuevas reglas institucionales ante la confianza que va a generar en los mercados, con nuevas inversiones para aumentar las producciones y las exportaciones al mundo con más y mejor trabajo argentino.
Nadie puede ignorar que con el actual nivel de inflación, presionada por alto déficit fiscal, un gasto público de 50% del producto y la alta presión impositiva impagable para el sector privado, es muy difícil poder mejorar la competitividad.
Hay que recordar que dicha presión impositiva es para los que están dentro del zoológico, mientras el 40% de la economía se mueve en un mercado negro, compitiendo deslealmente con quienes tributas sus impuestos.
Estamos pagando el gasoil a un valor que duplica a EEUU y fletes para transportar nuestros productos el doble que Brasil. Mientras las tarifas de energía, gas y agua no se pueden actualizar a valores de los países vecinos, porque no hemos acostumbrado a que nos regale los servicios, perdiendo la noción de ahorro de los mismos.
Con este panorama macro de la economía, la Agroindustria igual necesita avanzar urgentes con la agenda moderna que nos permitan ser partícipe fundamental en un proyecto planificado de desarrollo con inclusión para todo los habitantes del territorio del país.
La agroindustria con sus transformaciones de la materia prima es el único sector que está en condiciones de demostrar en corto tiempo el rol geopolítico que tiene, arraigando a sus pobladores en donde viven. Es el complemento estratégico al Plan Belgrano por el rol que va a cumplir generando nuevas inversiones y trabajo cuando terminen las obras viales y ferroviarias.
Por los argumentos expresados más arriba, enumero a continuación algunas de las políticas de estados que necesitamos tratar en el poder legislativo, para mejorar la competitividad y la previsibilidad del sector.
Entre ellos puedo mencionar proponer:
- el Plan de Desarrollo Agroindustrial que necesita el país. - el diseño de la infraestructura vial, ferroviaria y de la hidrovía que incluya las redes de caminos vecinales para la salida previsible de las producciones.
- las políticas de energías alternativas que puede generar el agro y el aporte que puede hacer a la red de energía nacional.
- la política de carnes modernas ?vacuna, aviar, cerdo, ovinos y otras- si queremos el desarrollo previsible de la ganadería vacuna por medio de una mayor exportación. Un solo estándar sanitario, venta por cortes y radicación de frigoríficos con transito federal en el NEA y NOA.
Y promover:
- política lechera previsible que integre horizontal y verticalmente al productor en defensa de sus derechos.
- política de producción y su transformación en los clúster regionales, especial en todas las económica extra pampeanas o regionales
- la nueva ley de fitosanitarios y el uso racional del fertilizante.
- políticas de estado para la defensa de las Buenas Prácticas Agrícolas.
- la nueva ley de semilla. Pago de regalías todos los años en la bolsa de semillas declarada, fiscalizada y tratada profesionalmente.
- políticas de estado publicas-privadas, para cubrir los riesgos climáticos, con diferentes tipos de seguros y fondos para poder atender los eventos catastróficos.
- políticas para mitigar los efectos de los cambios climáticos desde el agro.
- por ley la unión de las entidades de productores, con un fondo para funcionar y objetivos a cumplir para poder colaborar en las transformaciones que necesita el país con la dirigencia sectorial unida con propuestas.
Estos son algunos de los temas y las políticas de estado que necesitamos, para poder concretar una agenda que permita al agroindustria ser más competitiva y previsible. La envergadura de la gestión no es para dirigentes o entidades individuales. Necesitamos un trabajo en común de todas las entidades que estén dispuesta a trabajar en conjunto.
Fuente: NA, por Arturo Navarro - Consultor - Ex presidente de CRA y CARBAP.