A pesar de la buena sintonía política y de los gestos de acercamiento entre los presidentes Pedro Pablo Kuczynski y Mauricio Macri , la Argentina libra en estos días una dura pulseada económica con Perú por una denuncia de dumping que resolvió aplicar ese país por los derechos compensatorios sobre las importaciones del biodiesel proveniente de Buenos Aires.
El Registro de Defensa de la Competencia de Perú avaló una denuncia de una
empresa de ese país, al sostener que el biodiésel argentino llega a Lima con
precios subsidiados por el gobierno de Macri, en un claro perjuicio para la
industria local. Según confiaron a LA NACION fuentes diplomáticas, la pelea
entre Perú y la Argentina por el biodiesel podría implicar para el país una
pérdida muy importante si se tiene en cuenta que sólo entre 2010 y 2014 Perú
pagó US$ 1200 millones por 1,74 millones de toneladas métricas de biodiesel de
soja argentino.
La empresa Industrias del Espino (Grupo Romero) solicitó en agosto de 2013 al Registro de Defensa de la Competencia que inicie una investigación para aplicar derechos compensatorios sobre las importaciones de biodiesel de la Argentina. El 26 de enero de este año se estableció la aplicación de "derechos compensatorios" definitivos al biodiesel que llega de aquí por un período de 5 años. Sobre esta decisión, la Cámara de Biodiesel de Argentina interpuso un recurso de apelación, el que está actualmente tramitando. El 25 de agosto pasado, Perú remitió a la Argentina un documento con los "hechos esenciales" del caso y le dio 10 días al Gobierno para presentar por escrito los comentarios al documento.
Así, las exportaciones de biodiésel argentino a Perú, que fueron de US$ 223
millones en 2014 y de US$ 150 millones el año pasado, podrían frenarse en lo
inmediato. La intención del gobierno de Macri es mantener esta semana una
reunión de técnicos de ambos países para tratar de llegar a un arreglo. Las
fuentes consultadas en la Casa Rosada aseguran que "sólo un acuerdo político de
alta cúpula podrá destrabar el tema". Esta definición lleva nombre y apellido:
una charla entre Macri y Kuczynski. Ambos presidentes tienen muy buena relación.
De hecho, mantuvieron un encuentro en la cumbre de presidentes de la Alianza del
Pacífico en Chile, antes de que el peruano asumiera, y cuando llegó al poder
Macri viajó a Lima para su asunción.
La intención del Gobierno es relanzar las relaciones bilaterales. En la Cancillería aseguran que hay que "activar una agenda positiva con Lima". En esto incluyen acuerdos de cooperación en materia de ciencia y tecnología, lucha contra el narcotráfico , salud y migraciones, entre otros temas. Sucede que durante el gobierno de Cristina Kirchner las relaciones con Lima quedaron totalmente enfriadas por las diferencias ideológicas que había con el ex presidente Ollanta Humala.
Ahora se busca cambiar este clima. Pero antes se deberá despejar el conflicto
por el biodiésel, ya que Perú amenaza con trasladar el tema a la OMC. Es que no
se quiere repetir lo que ocurrió hace unos años con la Unión Europea (UE). La
aplicación de medidas contra el dumping y subsidios del biodiésel de la
Argentina ya tuvo sanciones de la Comisión Económica de la UE, que finalmente se
destrabaron luego de un largo litigio internacional.
Según la denuncia del Registro de Defensa de la Competencia en Perú, se habría constatado que el aumento de las importaciones de biodiésel argentino incidió negativamente en el sector y dañó toda la cadena productiva, al punto que las plantas de biodiésel del Perú (que son pocas) paralizaron sus operaciones en los últimos años. La Argentina es el principal proveedor de biodiésel de Perú.