Al tiempo que reclamó mayor participación del Estado en la regulación del sector, Juan Manuel Otero, Vicepresidente de la Asociación de Productores Lecheros (APLA) confirmó que se prepara para el 7 de septiembre una protesta similar a la realizada en Plaza de Mayo por los productores frutícolas, en este caso para regalar sachets de leche. Según difundió la agencia DyN, Otero señaló que se trataría de una acción simbólica, con el objetivo de que la gente entienda la situación del productor.
Según la CAME, el precio al productor ronda unos $ 4,20 por litro, mientras que en góndola el consumidor paga $ 19,3 el litro (un 362% más), siendo entre $ 5 y $ 6 el costo que el productor tiene de producción. "La idea es hacer la protesta el 7 de setiembre. El martes vamos a terminar de definir porque la logística de la leche es más difícil que la de frutas", admitió el dirigente que destacó que ese día serán recibidos por autoridades nacionales, aunque no detalló con qué funcionario será el encuentro.
A principios de mes, tamberos de Córdoba y Santa Fe ya habían repartido 2000 litros de leche en Rafaela sobre la ruta 34, por la crisis que atraviesa el sector, afectado por distintas situaciones como la devaluación, la quita de retenciones al maíz, la suba de costos y el factor climático. "Mucha gente está desanimada y va liquidando vacas", graficó Otero, que precisó que la leche pasa por tres manos: el productor, la industria y el hipermercadismo, segmento al que acusó de un margen de 100% en la ganancia del producto que vende y ser "el que menos arriesga". Este tipo de manifestaciones en los últimos días generaron la reacción de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), que a través de un comunicado expresó que en el caso de los supermercados, el sachet de leche tiene un costo de compra que representa el 74% del precio final. "Si consideramos que el costo operativo promedio de un supermercado no es menor a un 29,5% (entre salarios netos, otros costos operativos, impuestos, tasas y contribuciones) del ticket final, nos encontramos que, en esos productos, se trabaja con un margen negativo", afirmó.
Respecto de la diferencia entre el precio al productor y lo que se paga en góndola, la ASU afirmó que esta brecha no produce mayor rentabilidad para las cadenas ya que "existen factores estructurales y coyunturales, como los costos de transporte y el Costo Laboral Unitario Global de Manufacturas (CLU)", y que según datos del Ranking de Competitividad de Costos realizado por la consultora Abeceb, "el costo por producto del país es de los más altos del mundo, lo que hace menos competitiva a la industria". "Comparar los $ 4 que percibe el tambero con lo que se vende, sin tener en cuenta el complejo proceso, es reducir el problema", reafirmó. Respecto a la situación lechera, el Presidente Macri admitió la semana pasada en Jonagro que no sólo con palabras van a ayudar sino que "ya se repartieron compensaciones entre más de 9000 tamberos por más de $ 1100 millones y créditos a tasas subsidiadas por más de $ 1500 millones".