En sintonía con lo que se viene registrando desde diciembre pasado, de la mano de una caída en la producción cárnica y el alza de precios al mostrador, que acumuló casi 47% interanual a julio último, el consumo anual de carne vacuna por habitante quedó en 55,2 kilogramos para los primeros siete meses del año, un retroceso de 7,8% respecto de igual lapso de 2015.
Se trata de la demanda de cortes bovinos más baja para los siete primeros meses del año desde 2011, cuando el consumo había quedado en 53,4 kilogramos por habitante, también en medio de una fuerte suba de los valores al consumidor.
La baja del consumo de carne vacuna y su relación con el alza en los precios finales fue reflejada por el informe mensual de la Cámara de la Industria de la Carne (Ciccra), que dirige Miguel Schiariti. Y se produce en momentos en que la industria frigorífica y el gremio de los trabajadores de la carne acordaron ayer un nuevo incremento salarial, en el marco de la discusión paritaria, que implica un alza anual de 42%. El primer tramo de 20% había sido acordado en marzo, y ayer se cerró el segundo tramo, tras un paro que realizaron los obreros de la carne, y amenazaban con otro para mañana, por la negativa de los frigoríficos "consumeros" (cuya producción se destina exclusivamente al mercado interno) a pagar el mismo incremento salarial que había avalado la industria exportadora.
Por eso, y tras el convenio rubricado en el Ministerio de Trabajo, tanto los industriales de frigoríficos para el mercado interno como desde las carnicerías porteñas se advirtió que habrá traslado de esos mayores costos a los precios al consumidor, que rondaría el 5%.
De concretarse el incremento seguramente agudizará la tendencia a la baja en el consumo de carne vacuna.
El informe de Ciccra sostiene que durante julio último, los valores de la hacienda en pie subieron 5,5% contra el mes previo y 54,9% interanual, al alcanzar un nuevo máximo nominal histórico:
$ 24,94 por kilogramo vivo. Y remarca que "los precios al consumidor de las distintas carnes no acompañaron el proceso alcista de la hacienda en pie", dado que el promedio de los cortes bovinos al mostrador subió 0,4% contra junio pasado, mientras que el alza interanual fue de 46,9% para el séptimo mes del año.
La carne aviar, una de las "alternativas" a la vacuna, registró una baja mensual de 2,1% en julio, pero fue la que escaló 52,1% en la comparación interanual.
Por su parte, los cortes porcinos fueron los que menos se encarecieron: el alza fue de 0,2% en julio contra el mes anterior y la suba interanual para el séptimo mes del año llegó a 27,8%. El reporte de Ciccra asegura que esa situación se produce como consecuencia del "crecimiento de la oferta".
En cuanto a la performance de la industria frigorífica, Ciccra remarcó que julio se constituyó en el décimo mes consecutivo de contracción de la actividad, con una faena de 934.000 cabezas, 9,2% inferior a la de julio de 2015, de los más bajos para el mes de julio en los últimos 37 años.
"La continuidad del proceso de retención de vientres (vacas) y el factor climático adverso, con particular impacto en algunos meses del año son las principales causas de la contracción que viene experimentando la industria frigorífica", resumió el trabajo de Ciccra.