La agroindustria, a pesar de ser el sector más competitivo del país necesita un marco institucional más amplio y una agenda de políticas de estado moderna, que le permita desplegar todo las capacidades emprendedoras dormidas, para mejorar las producciones en cantidad y calidad y así colocar dichos alimentos al mundo sin gravosos aranceles.
Por eso es estratégico que la Agroindustria apoye el ingreso de la Argentina al grupos de países de la Alianza del Pacifico que comercializa sus productos con 0 aranceles entre ellos.
Esto no se logra de un día para otro, ni será el próximo año. Es un trabajo lento y coherente estableciendo reglas económicas compatibles entre esos países, para poder ingresar con aranceles 0 a los mercados de mayor capacidad adquisitiva.
Creo no equivocarme en afirmar que en la actual situación económica, el Estado es el tiene mucho más que hacer para mejorar la competitividad. El sector privado acompañará rápidamente a las nuevas reglas institucionales ante la confianza que va a generar en los mercados, con nuevas inversiones para aumentar las producciones y las exportaciones al mundo con más y mejor trabajo argentino.
Nadie puede ignorar que con el actual nivel de inflación, presionada por alto déficit fiscal, un gasto público de 50% del producto y la alta presión impositiva impagable para el sector privado, es muy difícil poder mejorar la competitividad.
Hay que recordar que dicha presión impositiva es para los que están dentro del zoológico, mientras el 40% de la economía se mueve en un mercado negro, compitiendo deslealmente con quienes tributan sus impuestos.
Estamos pagando el gasoil a un valor que duplica a EEUU y fletes para transportar nuestros productos el doble que Brasil. Mientras que las tarifas de energía, gas y agua no se pueden actualizar a valores de los países vecinos, porque no hemos acostumbrado a que nos regalen los servicios, perdiendo la noción de ahorro de los mismos.
Hasta la justicia está pretendiendo regular el costo de las mismas en vez de disponer normas que ayuden a salir de este problema por las políticas del gobierno que terminó el 10 de diciembre pasado.
Concretamente dicha situación cambió culturalmente al usuario y ahora no se da cuenta que nos podemos quedar sin energía si no se paga su costo. Llegó la factura de la fiesta populista de 12 años y nuevamente la pagan los más pobres por medio de inflación que se resiste a bajar.
Conclusión: nada es gratis en la economía de un país. O se paga por medio de las tarifas que deben ser equitativos a cada nivel social o se paga con más inflación, más impuestos o mayor endeudamiento interno o externo. Esto lo tienen que asumir también los políticos de la oposición.
Con este panorama macro de la economía, la agroindustria igual necesita avanzar urgente con la agenda moderna que nos permita ser partícipe fundamental en un proyecto planificado de desarrollo con inclusión para todo los habitantes del territorio del país.
La agroindustria con sus transformaciones de la materia prima es el único sector que está en condiciones de demostrar en corto tiempo el rol geopolítico que tiene, arraigando a sus pobladores en donde viven.
Es el complemento estratégico al Plan Belgrano por el rol que va a cumplir generando nuevas inversiones y trabajo cuando terminen las obras viales y ferroviarias.
Será uno de los sectores que más trabajo va a dar en cada rincón del territorio y aprovechará las nuevas vías de comunicación para poder transportar sus producciones a los mercados más rápido, barato y seguros para todos los que transitan las rutas del norte del país.
Enumero a continuación algunas de las políticas de Estado que necesitamos tratar en el Poder Legislativo, para mejorar la competitividad y la previsibilidad del sector. Entre ellos puedo mencionar:
-Proponer el Plan de Desarrollo Agroindustrial que necesita el país.
- Proponer el diseño de la infraestructura vial, ferroviaria y de la hidrovía que incluya las redes de caminos vecinales para la salida previsible de las producciones.
-Proponer las políticas de energías alternativas que puede generar el agro y el aporte que puede hacer a la red de energía nacional.
-Proponer la política de carnes modernas –vacuna, aviar, cerdo, ovinos y otras- si queremos el desarrollo previsible de la ganadería vacuna por medio de una mayor exportación. Un solo estándar sanitario, venta por cortes y radicación de frigoríficos con transito federal en el NEA y NOA.
- Promover política lechera previsible que integre horizontal y verticalmente al productor en defensa de sus derechos.
- Promover política de producción y su transformación en los clúster regionales, especial en todas las económica extra pampeanas o regionales.
- Promover la nueva ley de fitosanitarios y el uso racional del fertilizante.
- Promover políticas de Estado para la defensa de las Buenas Prácticas Agrícolas.
- Promover la nueva ley de semilla. Pago de regalías todos los años en la bolsa de semillas declarada, fiscalizada y tratada profesionalmente.
-Promover políticas de Estado públicas-privadas, para cubrir los riesgos climáticos, con diferentes tipos de seguros y fondos para poder atender los eventos catastróficos.
- Promover políticas para mitigar los efectos de los cambios climáticos desde el agro.
-Promover por ley la unión de las entidades de productores, con un fondo para funcionar y objetivos a cumplir para poder colaborar en las transformaciones que necesita el país con la dirigencia sectorial unida con propuestas.