A La Rural de Palermo solo se lleva la genética de elite de la ganadería
argentina. Aun así, recorrer la muestra y conversar con sus protagonistas ayuda
a comprender la coyuntura de una actividad, la ganadería, que llega a los
lugares más recónditos del país.
Y este año, el cambio de viento y la voluntad de crecimiento se percibe de
entrada, con los primeros datos. “El año arrancó muy bien desde las primeras
exposiciones; lo que venimos viendo es un fuerte incremento en el interés por
las hembras, lo que refleja la retención de vientres y una búsqueda de la
calidad. Cuando los años son buenos la gente invierte más en genética”, afirmó
Javier Martínez Del Valle, director ejecutivo de la Asociación Argentina de
Angus, en diálogo con Clarín Rural.
Como siempre, Angus es la raza que más reproductores trajo a la ciudad de
Buenos Aires, con unos 320 animales provenientes de casi cien cabañas. Son
alrededor de la mitad de los bovinos que participan de la muestra, algo que
refleja una realidad del rodeo argentino, ya que, según Martínez Del Valle, el
50 por ciento de las vacas del país son Angus puras.
La raza llega a Palermo tras lograr récords de venta en su exposición de
otoño, donde se empezaron a ver valores de reproductores de pedigree que después
se siguieron viendo en los principales remates de cabañas. “Concretamente hay un
incremento de por lo menos un 50 por ciento respecto de los precios del año
pasado. En remates se vieron precios promedio de 40.000 y 50.000 pesos por toros
puro controlado, cuando el año pasado se pagaba en promedio 35.000 pesos. En
vaquillonas puro controlado los precios promedio son de 30.000 pesos.
Todo esto genera un entusiasmo adicional de inversiones dentro de las cabañas
y desarrollo de nuevos remates”, detalla Martínez Del Valle.
Según el representante de Angus, el gran desafío para las asociaciones de
criadores es que la venta de toros controlados, que cuentan con calidad
certificada por pasar por procesos de selección, se refleje en una proporción
importante de los toros que se necesitan en la Argentina, y eso hoy no
representa más del 10 por ciento.
“Entonces hay mucho para crecer, y las oportunidades se dan en este
ambiente”, dice.
Por su parte, Joaquín Hoven, subcomisario de la Asociación Argentina de
Criadores de Hereford, coincide en que las perspectivas, por lo que se vendió
hasta ahora, son muy buenas. “Creo que la ganadería no ha tenido un año como
este en los últimos veinte años”, se anima a decir.
Para esta edición de La Rural, Hereford llevó 120 reproductores de 30
expositores diferentes. “Es un año de cambios en los mercados, en los precios y
en el trabajo que están haciendo los ganaderos”, afirma Hoven.
Luego dice que la asociación siempre busca expandirse, que la raza tuvo una
adaptación muy importante en los últimos diez años y que hoy puede competir de
igual a igual con cualquier raza británica. “El futuro que tiene Hereford es muy
grande, fundamentalmente por el mercado de cruzamientos, ya que es una raza
cruzante por excelencia, líder en producción de kilos de carne a través del
vigor híbrido”, afirma Hoven. Y añade: “La raza ha recuperado un rumbo que no
tenía en los últimos 30 años y va a volver a recuperar protagonismo”.
Además de las tradicionales, en la ganadería argentina se siguen haciendo
fuertes las razas compuestas. Gustavo Cócaro, director ejecutivo de la
Asociación Braford Argentina, explica que además de hacerse muy fuerte en el NEA
y NOA, en muchas zonas del sur de Corrientes, Entre Ríos y San Luis el rodeo
Braford está reemplazando al Hereford.
Braford está presente en Palermo con 90 animales de 20 cabañas. “Por más que
estemos lejos de la zona natural de la raza, es muy importante estar acá porque
es la vidriera de genética más importante”, dice Cócaro. Y respecto a la
coyuntura ganadera afirma: “El productor tiene claro que esto es un trabajo de
mediano plazo, y que para estar bien posicionados dentro de tres años cuando
toda la economía esté funcionando mejor, la inversión hay que empezar a hacerla
ahora. Eso hace que en los remates de la primera parte del año haya habido
precios muy buenos, con promedios de 60.000 pesos para los toros y 45.000 en
vacas”.
Brangus, la otra raza compuesta que no para de crecer, llegó a La Rural con
73 animales de 30 expositores. Facundo Rivolta, gerente de la Asociación Brangus
Argentina, coincide con Cócaro en que la ganadería es un negocio a largo plazo
que se mueve por expectativas de precios y necesita previsibilidad en las reglas
de juego.
“Que el Estado hoy muestre que está apoyando el desarrollo productivo de la
ganadería y que sea consecuente generando políticas como la baja de las
retenciones hace que hoy el precio de la carne tenga una relevancia que no tenía
el año pasado. Y las expectativas hacen que hoy en los remates se esté pagando
hasta un 45 por ciento más por los reproductores, superando el ajuste
inflacionario”, dice.
Luego, asegura que este año el balance de la exposición nacional de la raza
superó las expectativas ampliamente. Se vendieron 77 reproductores: las hembras
hicieron 85.000 pesos de promedio y los machos 80.000 pesos de promedio, con
precios máximos de 300.000 pesos por el 50 por ciento de una hembra y de 130.000
pesos por el 50 por ciento de un ternero.
En cuanto a las posibilidades de crecimiento de la raza, Rivolta dice que en
el norte argentino hay muchos rodeos que necesitan apuntar a una eficiencia
mayor. “Hay promedios de destete del 50 por ciento en provincias donde debería
ser del 70, y tiene que ver con un tema de selección y con la calidad de las
razas. El Brangus y el Braford están perfectamente adaptadas al norte y deberían
aportar a ese salto en la producción”, remarca. Según Rivolta, el Brangus
argentino genera muchísimo interés en los criadores de otros países como
Sudáfrica y Australia. “La idea es estar a la altura de las circunstancias en
una pista como la de Palermo, para poder generar exportaciones e intercambiar
genética con países como estos, que es lo que activa comercialmente a los
criadores”, dice.
Acerca de la exportación de genética, Martínez Del Valle agrega que la
Argentina tiene pendiente homologar los acuerdos sanitarios con los principales
países comparadores de genética. “Hace décadas que en la Argentina no hay aftosa
y aun así se nos dificulta la venta no solo de carne sino de embriones, que no
tienen ninguna posibilidad de transmitir nada -afirma-. Hoy en el mundo se
buscan animales que sean productores de carne, sin tamaños extremos, y muchos
están mirando a la genética argentina”.
Está claro que los productores ya empezaron acelerar las inversiones para fortalecer sus rodeos de cara a los próximos años. Y lo que se ve en Palermo es la matriz de esa enorme apuesta productiva.