Tras dos ruedas alcistas consecutivas, fundamentadas en los pronósticos de tiempo seco y caluroso para la segunda mitad de julio en las regiones productoras de granos gruesos de los Estados Unidos, la soja se negoció ayer con bajas superiores al 3,4% en la Bolsa de Chicago, por un cambio en las perspectivas climáticas, que ahora plantean la posibilidad de condiciones menos rigurosas para los cultivos, con temperaturas dentro de los rangos usuales y con mayores chances de lluvias.
Al cierre de las operaciones, las pizarras mostraron bajas de US$ 14,33 y de
15,80 sobre los contratos agosto y noviembre de la soja, cuyos ajustes
resultaron de 398,21 y de 390,31 dólares por tonelada. Vale destacar que durante
la mayor parte de la jornada los negocios se desarrollaron con signo positivo
para los precios. La tónica varió súbitamente luego de la difusión del reporte
climático que modificó las previsiones sobre las que los fondos de inversión
especuladores estaban cimentando las subas. Por ello, estos operadores
liquidaron en el último tramo de la rueda unos 17.000 contratos, equivalentes a
poco más de 2,3 millones de toneladas.
Ayer se registraron precipitaciones en Missouri, Illinois e Indiana, tres de los principales Estados agrícolas del Medio Oeste. Además, para el fin de semana se prevén nuevas lluvias en dicha región agrícola.
No contribuyó con los precios de la soja el informe semanal sobre las exportaciones estadounidenses, dado que el USDA relevó ayer ventas 2015/2016 por 364.200 toneladas, por debajo de las 637.300 t del trabajo anterior y del rango previsto por el mercado, de 400.000 a 600.000 t. En cuanto al ciclo 2016/2017, el organismo confirmó negocios por 547.100 toneladas, cerca de las 585.700 t del segmento anterior y del mínimo calculado por los operadores, en un rango que fue de 500.000 a 700.000 toneladas.
En el mercado local ayer se reflejaron las bajas externas. Las fábricas ofrecieron en forma abierta $ 4200 por tonelada de soja para las terminales de la zona del Gran Rosario, un valor que tras ser rechazado por los vendedores se elevó hasta un rango de $ 4250 a 4300, según el volumen y las condiciones de entrega, con bajas de entre $ 50 y 100. Las mismas quitas se registraron para Bahía Blanca y para Necochea, donde los interesados propusieron 4200 pesos.
Pese a las bajas, los valores ofrecidos por la soja se mantuvieron por encima del FAS teórico calculado por el Ministerio de Agroindustria de la Nación que resultó de $ 4035.
En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), las posiciones noviembre y mayo de la soja perdieron US$ 6,50 y 6,70, mientras que sus ajustes resultaron de 302,50 y de 273 dólares por tonelada.
Respecto del maíz, las pizarras de Chicago mostraron quitas de US$ 1,67 y de 1,97 sobre los contratos septiembre y diciembre, cuyos ajustes resultaron de 140,84 y de 143,59 dólares por tonelada. Las bajas fueron la consecuencia de los mismos reportes climáticos que afectaron el valor de la soja.
El maíz argentino se mantuvo mayormente sostenido, dado que los exportadores más necesitados de mercadería volvieron a pagar hasta $ 2700 para la zona del Gran Rosario; $ 2600 para Bahía Blanca, y hasta $ 2400 para Necochea. En todos los casos hubo propuestas inferiores para las entregas contractuales (dentro de los 30 días).
Por maíz nuevo la demanda pagó US$ 153 para Rosario y para Bahía Blanca, un dólar más que anteayer, y US$ 150 para Necochea, US$ 5 por encima del valor vigente en la rueda anterior. En el Matba, las posiciones septiembre y abril sumaron US$ 5 y 1 y cerraron con ajustes de 177 y de 156 dólares.
Acerca del trigo, los exportadores ofrecieron $ 2400 por mercadería condición
cámara para Rosario, sin cambios, y $ 2250 para Bahía Blanca, $ 50 menos que
anteayer. El cereal nuevo se cotizó a US$ 160 para Rosario y a US$ 155 para
Necochea y para Bahía Blanca, sin variantes.
La BCBA redujo su previsión de área triguera
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires redujo ayer de 4,50 a 4,40 millones de hectáreas la superficie que será cubierta con trigo en la campaña 2016/2017. "Durante la última semana, la implantación del cereal avanzó sólo 7,1 puntos porcentuales, hasta el 79,3% de la nueva previsión, debido a los prolongados excesos de humedad sobre los núcleos trigueros del país, lo que acentuó el atraso de las labores", indicó la entidad.
Agregó que el recorte respondió a los excesos hídricos registrados sobre las regiones sur de Córdoba, Núcleo Norte, Núcleo Sur y sobre el sudeste de Buenos Aires. "En el sur bonaerense la implantación de ciclos largos se encuentra condicionada por el retraso en la incorporación de nuevos lotes, lo que hace necesario el cambio por ciclos intermedios a cortos", explicó la Bolsa y advirtió que "no se descarta la posibilidad de un nuevo ajuste sobre la intención de siembra si las condiciones climáticas no mejoran en las próximas semanas".