La industria semillera está viviendo un boom de ventas de semillas de maíz. Cuando faltan tres meses para el inicio de la siembra del cereal, en las principales empresas del sector colocaron gran parte de sus semillas y lo hicieron en medio de una fuerte demanda por productos de alta tecnología por parte de los productores.
La situación marca un contraste con lo que ocurría en 2015 para esta misma
época. El año pasado había un bajo interés por la siembra de maíz y por la
inversión en tecnología. Hoy, tras la quita de las retenciones al cultivo y de
las trabas para exportar, y con un precio atractivo (el precio de la próxima
cosecha, abril de 2017, cotiza a US$ 177 la tonelada, un 55,2% más que la
posición de la última cosecha a igual fecha de 2015), los cálculos privados
estiman que se sembrará un 33% más para grano comercial respecto de la campaña
pasada.
Según Gustavo López, de la consultora Agritrend, de una siembra para grano de 3,3 millones de hectáreas se pasará a unos 4,4 millones de hectáreas, 1,1 millones más. La superficie proyectada sería similar a la del ciclo agrícola 2010/2011.
Esto tiene un impacto directo en el negocio de la industria semillera. Esta actividad facturó por la venta de híbridos comerciales US$ 420 millones el año pasado y ahora se prepara para US$ 585 millones, según calculó Gastón Suardiaz, gerente de marketing de Don Mario. Son US$ 165 millones más de facturación que en 2015 del mercado total asociado a la expectativa de la suba del área.
"Esta campaña viene adelantada unos dos meses en relación con la anterior. Respecto de las ventas, podemos anticipar que estamos vendiendo 100 veces más que en la campaña pasada en este momento", expresó Juan Moreno, gerente de maíz de Monsanto. En la empresa dicen que para mayo del año pasado no habían "salido a la cancha" y ahora ya tienen casi el 40 por ciento vendido.
En otras empresas también están entusiasmadas por las ventas y destacan que
los productores, tras usar en campañas anteriores esquemas de producción donde
redujeron el uso de la tecnología, en la actualidad están apostando a no
escatimar recursos. "Hay mucha demanda, sobre todo de híbridos de más
tecnología. Estamos viendo más demanda que el año pasado", contaron en Syngenta.
En esta empresa recordaron que en 2015 se hablaba para esta época de que el área de maíz, en medio de las intervenciones del anterior Gobierno, podía caer 30 por ciento. En cambio, en el panorama actual, se está hablando de un crecimiento del 25 a más del 30 por ciento.
"Como la situación es previsible, la gente se apuró un poco más [a comprar]. Hay un cambio radical", precisó Gerardo Bartolomé, presidente del semillero Don Mario. De estar en un nivel de ventas del 10% en las semillas de maíz a esta fecha del año pasado, ahora rondan el 70 por ciento.
En tanto, en Nidera señalaron: "En lo que va del año las expectativas en la intención de compra son considerablemente mejores que el año pasado. Registramos ventas de híbridos de alta tecnología; el productor está invirtiendo en alta tecnología".
Según datos del mercado, más allá de los porcentajes entre empresas, más de un tercio de los productores ya compraron sus semillas. En tanto, el precio promedio respecto del año pasado es un 10 por ciento más alto. Algunos híbridos de muy alta tecnología se agotaron.
En un informe, la consultora Zorraquin + Meneses reconoció que "es posible que los híbridos más buscados se agoten temprano".
En la zona agrícola núcleo, en el norte bonaerense, en campo propio para la nueva campaña el maíz deja 20 por ciento más de margen bruto que la soja.