En lo que va de junio, los precios de la soja y del maíz se encuentran sometidos a la presión ascendente de tres fenómenos muy visibles.
En primer lugar, se destaca la incertidumbre climática en la zona agrícola de EE.UU. Allí, las perspectivas climáticas no resultan alentadoras y los operadores comerciales están tomando nota de ello.
Las previsiones sobre el clima, en el cinturón sojero-maicero de este país, revelan precipitaciones en un nivel inferior al normal, así como también un cuadro de temperaturas por arriba de lo usual.
El temor sobre una suerte de sequía impulsa la consideración de menores rindes para la época de cosecha.
En segundo lugar, se aprecia el problema logístico de nuestro país, por falta de adecuada infraestructura, inconveniente que este año se encuentra potenciado por las lluvias de mayo.
La demora en la entrada de mercadería, fundamentalmente de soja, al circuito comercial de nuestro país trae como consecuencia que la demanda externa se dirija a otros centros exportadores.
Por ejemplo, a principios de mes, China debió recurrir al suministro de EE.UU. para hacerse de soja, donde la disponibilidad de esta mercadería es baja para esta época del año.
Finalmente, el tercer elemento. Se trata del reciente informe del USDA que vino a soplar sobre las rojas brasas del comercio de la soja y el maíz.
Efectivamente, la publicación del reciente informe llegó con recortes en las previsiones de oferta de maíz y soja.
No hubo sobresaltos para el caso de nuestro país. Sobre las cifras de la campaña actual y sobre las proyecciones para 2016/17, no se registraron modificaciones.
Respecto a Brasil, el organismo norteamericano fue contundente. Y por ello logró sembrar de pesimismo sobre el nivel de producción.
Por menores rindes, estimó una caída en la cosecha brasileña 2015/16 de soja y maíz en 2 y 3,5 millones de toneladas, respectivamente.
Tal reducción coincide, a grandes rasgos, con las estimaciones de la CONAB.
Como vemos, ello no es moco de pavo, pues Brasil es el principal exportador de soja del mundo y el segundo exportador de maíz.
Así está el cuadro.
Las subas, con vaivenes, siguen su marcha ascendente, por elementos impensables hace poco tiempo.
Los futuros de Chicago continúan su recorrido alcista semana tras semana. La soja, las subas ya lleva cerca u$s 115 por tonelada, desde principios de marzo.
En el plano doméstico, los precios locales – convertidos en dólares libres- se hallan en el nivel más elevado desde el año 2012, aunque, vale destacarlo, las mejoras no han seguido estrictamente el recorrido de Chicago. Las subas domésticas van por debajo de las internacionales.
Con relación al maíz, el cuadro local es distinto. ¿La razón? La demora en la trilla es muy acentuada.
Aunque durante este fin de semana se avanzó mucho, cerca del 60% de la superficie se encuentra aún sin cosechar.
Algo similar sucede en Brasil.
Pero acá las pérdidas son considerables. La CONAB redujo visiblemente la proyección a 50 millones de toneladas, frente a 54,6 el año pasado. Brasil tendrá menores saldos exportables en el segundo semestre del año.
Así el panorama, cada uno verá qué decisión tomar. Una alternativa válida se basa en las opciones sobre futuros, puts y calls.