Después de que Coca-Cola cerrara la compra por US$ 575 millones de AdeS, la
marca de alimentos de soja ideada por cinco cordobeses en Tucumán, La Nación
confirmó que la compañía de gaseosas mantuvo intensos contactos en 2015 con la
industria láctea Sancor, la segunda del país, a la que estaba interesada en
comprar.
"No prosperaron, pero eso no quiere decir que la puerta esté cerrada", aseguró a este diario un ejecutivo de Coca-Cola a nivel latinoamericano. La compañía está ampliando su portafolio de bebidas no carbonatadas y, desde hace un tiempo, agrega opciones más saludables para los consumidores.
Esa estrategia, según apuntó la misma fuente, arrancó con la asunción de
Muthar Kent como CEO de Coca-Cola en 2009. Este año se reunió con el presidente
Mauricio Macri en el marco del foro de Davos, donde le anunció que en un plazo
de cuatro años la empresa invertirá 1000 millones de dólares para el desarrollo
de infraestructura de operación y distribución e iniciativas ambientales.
El interés en Sancor se inscribe en la incorporación de empresas lácteas que la compañía puso en marcha en 2011 cuando compró el Grupo Industrias Lácteas en Panamá para ingresar en esa categoría de mercado, uno de los segmentos de mayor dinamismo, escala y valor en la industria de bebidas no-alcohólicas en América latina.
En México, un año después, compró la productora de lácteos y cadena de
heladerías Santa Clara mediante una operación de una subsidiaria, Jugos del
Valle. En 2014 avanzó en Ecuador, donde adquirió Industrias Lácteas Toni.
A fines de 2015 la sociedad entre Coca-Cola y sus empresas embotelladoras en Brasil, adquirió la procesadora de lácteos Verde Campo en el estado de Minas Gerais. En ese mercado Pepsico está desde el 2000 con la marca Toddynho.
Sancor atraviesa una crisis financiera que la obligó a abrir un sistema de retiros voluntarios y a pensar en reestructurar su negocio. Su último informe trimestral arrojó pérdidas por $ 1527 millones de pesos.
Hay grupos económicos de México, Estados Unidos y Europa interesados en quedarse con alguna de sus líneas de productos frescos, como yogures y postres, pero para cerrar una operación el consejo debe resolver si quiere desprenderse de un sector. Según trascendió, su principal financista, BAF, autorizaría la operación solo si primero cobra una millonaria deuda por dinero prestado.
A todo esto, según confiaron fuentes oficiales, pasado mañana el ministro de la Producción, Francisco Cabrera, se reunirá con directivos de Sancor que venían pidiendo mantener un encuentro con el Gobierno.