Los problemas climáticos en nuestro subcontinente siguen teniendo en vilo al mercado internacional de granos, que lucha por encontrar la forma de compensar la menor producción con los stocks de otros países, que otrora lucían elevados, y que de la mano de la menor producción local, terminarán menguados.

Dados los siguientes puntos que desarrollaremos luego con mayor profundidad:

• Argentina tiene problemas con el abastecimiento de harina de soja, generando fuertes subas internacionales
• En ese marco, con activa demanda internacional, se aguarda para 2016/17 una baja de stocks/consumo que justificarían precios incluso más altos
• En las proyecciones 2016/17 todavía hay puntos que deberán definirse: rindes de EEUU elevados, nivel de producción en Argentina, y exportaciones de EEUU que siguen algo bajas en las proyecciones iniciales
• De todas formas la posición comprada de fondos especulativos en Chicago y la fuerte suba ya producida deben ponernos en guardia, estos factores podrían ya estar descontados en precio.
• En el mercado local las fábricas cuentan con poco stock de poroto, aunque las entregas vienen acelerando.
• Menor producción de maíz en Brasil genera mercado de exportación picante para EEUU que podría absorber gran parte de la mayor oferta de ese país
• Localmente fuerte cola de buques a la carga de maíz, y una posición neta vendida de la exportación genera un mercado demandante.
• Adicionalmente el programa de exportación ha sido muy agresivo y esto nos lleva a pensar que el consumo interno deberá correr a los exportadores de mercado subiendo precios por encima de la paridad de exportación
• El mercado internacional de trigo sigue muy abastecido, pero recordemos que es un mercado mucho más regional.
• Argentina se ve forzada a importar trigo, con lo que su oferta exportable es baja, y ante necesidades todavía insatisfechas, Brasil debe ir a buscar el mercado norteamericano
• Localmente los exportadores están vendidos y la apatía de los productores los llevan a trasladar los valores que no ponían sobre la mesa desde hace rato.
• Para la campaña próxima avizoramos un primer trimestre con mucha oferta por el aumento de producción, pasando luego a un mercado más equilibrado. Por ello hay que afinar la estrategia de venta.

La recomendación pasaría por preservar la mercadería sin vender de maíz y soja para la segunda parte del año poniendo pisos a la soja por medio de PUT noviembre local. En maíz carecemos de instrumentos de cobertura para la campaña que está terminando, pero podríamos realizar negocios a fijar por soja y tomar la cobertura con opciones de soja. En caso de tener trigo viejo, si es cámara, los precios actuales ya subieron lo suficiente como para vender, pero si hay calidad, la recomendación es ir viendo los negocios puntuales que surgen con los molinos y vender de a poco.

Para la campaña nueva, en soja el panorama es muy alentador, pero los precios actuales son tan buenos y están tan por encima de los costos de producción, que no tomar algo sería imprudente. De todas formas no venderíamos más de 10% en firme, tomando otro 10% poniendo pisos por medio de la compra de PUT a mayo 2017.

Por el lado del maíz, la mayor oferta de EEUU resultaría un factor limitante para el ciclo nuevo, aun pensando en el problema productivo de Brasil. Por eso la recomendación es captar el nivel de precios actual vendiendo lo que se pueda teniendo presente el riesgo productivo y complementando con compra de PUT abril 2017 para generar un nivel de cobertura cercano al 70%. Sin embargo, como el mercado está muy firme, iríamos implementando la estrategia paulatinamente.

Argentina tiene problemas con el abastecimiento de harina de soja, generando fuertes subas internacionales

Los problemas de producción de Argentina en esta campaña siguen manifestando sus ramificaciones. Más allá de que todavía no tenemos claro el tamaño de la cosecha, lo cierto es que está muy por debajo del potencial esperado. Se habla de entre 54 y 56 mill.tt. Aunque la variación no resulta tan significativa, de todas formas estamos muy por debajo de las 60 mill.tt. que se proyectaban inicialmente.

El otro tema que genera preocupación es la calidad de los porotos. El exceso de humedad ha generado daños que afectan tanto al aceite producido con esa materia prima, como a la harina, que termina con menor contenido de proteína.

Las fábricas esperaban reconstituir sus stocks en abril y mayo como lo hacen todos los años, para abastecer al mundo con subproductos. Sin embargo la demora en la trilla, la menor producción y estos problemas de calidad, llevaron a que ese reabastecimiento no se diera. De allí que la oferta de harina de soja sea menor.

Es importante mencionar que si bien Argentina es el tercer productor de poroto de soja, tras EEUU y Brasil, nuestro país destina la mayor parte del poroto a la molienda, y luego exporta casi la totalidad de la harina de soja, y gran parte del aceite. De esta forma termina siendo el principal oferente de harina, y el segundo de aceite. En este contexto la menor oferta local se hace sentir.

Es así que el resto de los oferentes tienen que hacer esfuerzos adicionales para cubrir la demanda de harina de soja de otros países.

En ese marco, con activa demanda internacional, se aguarda para 2016/17 una baja de stocks/consumo que justificarían precios incluso más altos

Por el lado de la demanda el mercado viene también muy agitado. Las compras de China están muy firmes. Esto ocurre porque el margen que genera la industria de cerdos en ese país resulta muy atractivo.

Es por esto que aún cuando el USDA proyecte un aumento en la oferta de poroto de soja para el año próximo, la relación stocks/consumo bajaría a niveles no vistos desde la campaña 2011/12.

En aquel año los precios del poroto de soja en Chicago se encontraban en la zona de los 1300 puntos, bastante por encima de los actuales 1000 puntos en los que nos encontramos.

Cierto es que en aquel momento además los stocks/consumo de EEUU estaban por debajo de los actuales, lo cual podría impedir que llegáramos a esos niveles tan elevados. Sin embargo la presión está allí presente.

En las proyecciones 2016/17 todavía hay puntos que deberán definirse: rindes de EEUU elevados, nivel de producción en Argentina, y exportaciones de EEUU que siguen algo bajas en las proyecciones iniciales

El reporte de mayo del USDA fue el primero que mostró cifras de la campaña 2016/17, y esto marcó formalmente el cambio de foco del mercado hacia el nuevo ciclo. Sin embargo prácticamente todo está por definirse, y analizando los componentes de la ecuación que llevan los stocks/consumo de soja a niveles muy bajos, vemos mucho espacio para que resulten todavía menores.

En primer lugar habría que ver finalmente si el área de siembra concretada será la planeada originalmente. Podría haber un poco más de área de soja y algo menos de maíz, ya que en los últimos meses la oleaginosa recuperó su precio relativo sobre el cereal. Sin embargo cuando esto ocurrió la siembra ya estaba muy adelantada, y resultaría raro que se produzcan cambios tan sobre el último momento.

Pero más allá de esto otra cosa a considerar es el rendimiento. Los niveles proyectados por el USDA para EEUU están por debajo del año pasado, pero al compararlos con los históricos vemos que estamos bien por encima del promedio de las últimas cinco campañas. Lo que ocurre que las últimas dos campañas tuvieron un clima muy bueno. Pero un año normal ya podría generar una caída de rines, los que multiplicados por una superficie de más de 32 mill.ha. implicarían una merma de producción gravitante. Es por ello que "el mercado climático" tendrá como todos los años especial atención de aquí a agosto. Por ahora la situación es buena. Se ha sembrado con agilidad y buenas condiciones. La humedad de los suelos es de normal a excedente en la mayor parte de las regiones, y no se prevén faltantes en el mediano plazo. No obstante, en un año Niña, la preocupación está.

Luego vendrá el turno de la producción Argentina. El USDA vaticinó para el nuevo ciclo 57 mill.tt. Sin embargo esto podría generar algunos problemas. Esta producción se generaría con un área apenas 200.000 ha inferior a la que se implantó el año pasado. Sin embargo, el ánimo de los productores apunta a una fuerte recuperación de la superficie de maíz. Se habla de un paso de área de al menos 1 mill.ha. a soja. No sería raro por tanto ver una producción que apunte más hacia los 50 mill.tt.

Adicionalmente llama la atención que la demanda sobre EEUU siga siendo proyectada en niveles relativamente bajos. Este año tomando los números del USDA bajaría marginalmente, cuando en el resto del mundo subiría. El próximo subiría en EEUU, pero quedaría de todas formas por debajo de la marca del año pasado. Esto se fundamenta en que por la devaluación del peso y del real, Argentina y Brasil podrían ganarle mercados a EEUU. Pero con problemas productivos y gran volatilidad de monedas, más la inflación interna, esto está por verse.

De todas formas la posición comprada de fondos especulativos en Chicago y la fuerte suba ya producida deben ponernos en guardia, estos factores podrían ya estar descontados en precio.

Si bien vemos muchos datos alcistas en el mercado de soja, hace rato que venimos operando con estos elementos, y podrían estar ya descontados en el nivel de precios, que ha subido fuertemente en las últimas semanas.

De hecho viendo la posición de los especuladores, que está en niveles prácticamente récord, y que en las últimas dos semanas no siguió subiendo, podríamos estar entrando en un terreno peligroso.

Es sabido que los mercados siempre se anticipan, y que en ocasiones exageran los movimientos. Mientras los especuladores tengan un flujo constante de noticias alcistas, seguirán comprados. Pero cualquier elemento dudoso podría llevarlos a entrar en una liquidación.

De hecho esta semana con las versiones de que la reserva federal podría subir las tasas, tuvimos momentos de activa salida que llevaron los precios a la baja.

En el mercado local las fábricas cuentan con poco stock de poroto, aunque las entregas vienen acelerando.

Localmente el nombre del juego es hacerse de mercadería. Los stocks de soja al 1 de mayo están muy por debajo de los niveles históricos, en un momento donde deberían estar subiendo, ya que es cuando la oferta hace pico. Sin embargo la originación viene muy lenta.

De todas formas, el clima seco de la semana pasada permitió reactivar las entregas. No obstante las lluvias de este fin de semana volverán a inspirar demoras.

Son muchos los productores que están embolsando sus granos por problemas de caminos o de calidad. Esa mercadería luego saldrá muy a cuenta gotas, y esto fuerza a los compradores a poner en los precios un premio para que la mercadería salga hacia los puertos.

Menor producción de maíz en Brasil genera mercado de exportación picante para EEUU que podría absorber gran parte de la mayor oferta de ese país

Dejando de lado la oleaginosa, en el caso del maíz también hay problemas de producción. En este caso en Brasil. Desde hace ya varios años en este país la cosecha de segunda es más importante que la de primera. Una vez trillada la soja, en el noroeste de la zona de cultivos, en Mato Groso y Goias, se implanta la safrinhia.

Este año la cosecha de soja se demoró por lo que se sembró más tarde, y luego las lluvias estuvieron muy por debajo de lo normal. A tal punto que está comenzando la trilla totalmente adelantada respecto a otros años porque los cultivos están madurando más deprisa motivado por el exceso de calor y el faltante de humedad. La situación podría terminar con 10 mill.tt. de menor producción, aunque todavía el número está por definise.

El problema es que se parte de una situación de faltante de maíz en ese país. El año pasado la exportación resultó tan agresiva, que desde hace unos meses está faltando maíz internamente para el consumo.