El funcionario aclaró que están debidamente autorizadas por la Provincia, por un período de 12 meses, y que “no generará un impacto negativo al ecosistema”.
Agregó que el proceso tendrá el permanente seguimiento de un equipo de biólogos pertenecientes al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGyP) y la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN).
Para llevar tranquilidad a la población, y en especial a quienes se dedican a la pesca deportiva, Bridi brindó detalles del permiso otorgado, así como de los beneficios que obtendría la provincia con la realización de los mencionados estudios de investigación.
En este sentido, relató que “un grupo de pescadores artesanales provenientes de Mar del Plata y Bahía de Samborombón, propusieron hacer una experiencia de pesca artesanal en la zona de la Desembocadura del río Negro, jurisdicción de nuestra provincia, probando artes de pesca que aquí no se utilizan, con las cuales no tenemos experiencia, ni pescadores que sepan usarla”.
Aclaró que, si bien desde el Gobierno se preveía que podría plantearse un conflicto con la pesca deportiva, porque ha ocurrido otras veces, “se evaluó que ese conflicto es más conceptual que real, ya que no hay un impacto serio que pudiera perjudicar el recurso existente”.
“En este contexto, se propuso a estos pescadores hacer una experiencia por un periodo de 12 meses y ver qué especies y qué artes de pesca hay en las distintas épocas del año” -dijo Bridi- así podríamos cumplir algo que la Provincia quería hacer desde hace mucho tiempo”.
El Subsecretario recordó que ya se intentó en el año 2005 una experiencia similar con pescadores locales, pero la misma no pudo concluirse debido a diferentes inconvenientes ajenos al Gobierno. “Esta era una buena oportunidad, hacerlo con pescadores con conocimientos un poco más amplios que los de Río Negro”, afirmó.
Explicó que “se debe considerar que las especies son muy diferentes a las del Golfo San Matías. Las especies que están frente a Viedma se pescan desde el sur de Brasil hasta casi San Blas, son especies que migran y que tienen impacto por flotas más importantes, no por este tipo de lanchas de pesca artesanal”.
Aclaró además que, “actualmente, a mayores distancias, aunque desde la costa no las vean, hay embarcaciones más grandes explotando el recurso. No es real que no se pesque”.
“Aquí lo que proponemos es algo mucho más modesto, con embarcaciones pequeñas, motores fuera de borda de 75 y 115 hp, embarcaciones de 7 m y 7,60 m, que no tienen un poder de pesca importante”, indicó.
Sostuvo además, que la posibilidad de conflicto hizo necesario discutir el tema con la Municipalidad de Viedma: “Hicimos varias reuniones y finalmente con el intendente José Luis Foulkes acordamos avanzar y explicarle a los pescadores deportivos la situación”.
Bridi remarcó que se está haciendo lo que se cree correcto: “Entendemos que puede haber opiniones diferentes. Por eso solicitamos que se nos permita explicar la situación antes de tomar cualquier decisión”.
En este sentido, expresó que ya se han brindado explicaciones a varios sectores, incluidos legisladores provinciales y concejales de Viedma, entre ellos el edil del Frente Progresista Facundo Montecino Odarda, técnico en producción pesquera, sin que ninguno haya planteado cuestionamientos.
Bridi manifestó que se ha invitado también a los representantes de los pescadores a generar un espacio de diálogo para ofrecerles una explicación de la postura provincial y los motivos por los que se tomó la decisión.
“El objetivo es tomar información para, en el futuro, poder decidir con datos ciertos, y no con especulaciones como las que tenemos hoy”, adelantó y añadió que “es una zona de pesca desconocida, no sabemos la abundancia de las especies ni con qué tecnología se puede pescar.
Tampoco sabemos si es viable económicamente pescarlo, ni qué impacto tienen, que es lo que queremos medir. Lo mediremos con biólogos propios y de la UNRN, quienes están trabajando en este tema también”.
Finalmente, el Subsecretario destacó que se trata de buscar información con solamente dos embarcaciones muy pequeñas, de las más artesanales, probando artes de pesca como las redes de arrastre de media agua, redes de arrastre de fondo, trampas y palambres.
“No son redes que impacten en los fondos, ni produzcan destrozos. No tienen un gran poder de pesca. Por eso, sinceramente, entendemos que no hay un impacto en el ecosistema y el que haya lo mediremos, para tomar decisiones en conjunto como todas las que tomamos en pesca, involucrando a todos los actores pero con información cierta y no con especulaciones”, concluyó.