Preocupada por los problemas de calidad en la última cosecha de trigo, la industria molinera argentina importará en los próximos días "a modo de prueba" unas 300 toneladas del cereal. Será la primera importación en más de 43 años, pero no por problemas de falta de mercadería sino de calidad.
Afectada por diversas contingencias climáticas, la última cosecha del cereal
sufrió pérdidas de calidad que dificultan la panificación. La proteína contenida
en el grano cayó de niveles del 11% a 8/9%. Fruto de esta situación, por un
trigo de calidad se está pagando lo mismo que la soja, $ 4000 la tonelada.
En medio de estos problemas, los molinos compraron 31% menos trigo que a igual fecha de 2015 y trabajan con stocks al mínimo. En este contexto, pusieron la mira en el trigo de Uruguay para mezclar calidades con el cereal local.
"En los próximos días van a entrar en camiones entre 100 y 200 toneladas a
modo de prueba. Se van a probar calidades para ver si se adaptan acá", dijo una
fuente del sector molinero local. Recientemente, desde la cámara que agrupa a
los molinos dejaron trascender que necesitarían importar unas 200.000 toneladas
de Uruguay. El trigo uruguayo quedaría a 220 dólares la tonelada puesto en la
Argentina. Aquí se paga más de 260 dólares.
La firma exportadora de Uruguay es Granosur. José Pedro Sánchez, gerente de la empresa, dijo en un programa de radio de su país, que en los próximos meses podrían exportarse entre 1000 y 2000 toneladas, un volumen no obstante bajo. Actualmente, la Argentina consume 5 millones de toneladas.
Según trascendió, el trigo uruguayo irá a un molino de la provincia de Buenos Aires, aunque aún no se conoció su nombre.
Según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario, la última vez que el país importo trigo fue en 1973, con casi 500.000 toneladas. En ese momento, ante una oferta que había quedado escasa, se importó para cumplir compromisos con el exterior. Esa importación comenzó con el gobierno provisional de Raúl Lastiri y prosiguió durante los primeros meses de la tercera presidencia de Juan Domingo Perón.
Augurio de gran producción
Para los dirigentes rurales, esta importación "deja en evidencia" la mala política del gobierno anterior con el campo.
"Seguimos viviendo las consecuencias de las malas políticas del gobierno anterior. Deja en evidencia que hizo mal las cosas con los cierres a las exportaciones y los ROE", dijo Luis Miguel Etchevehere, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA).
Etchevehere agregó que no ve mal la importación. "No lo veo mal, porque a fin de año vamos a tener una gran producción, con el triple de las necesidades del consumo interno", afirmó. En la Rural prevén una cosecha de 15 millones de toneladas, un 33% más que el año pasado.
En 2013 el país estuvo a punto de importar trigo. Por la política del kirchnerismo, la siembra de esa campaña fue a mínima. En ese momento había un problema de abastecimiento, pero no de calidad como ahora. Pese a que en 2013 no hubo importación oficial, circuló el rumor de que informalmente llegaron barcazas desde Uruguay.
Por su parte, el secretario de Agricultura, Ricardo Negri, dijo: "Hoy lo veo ilógico, porque hay una situación coyuntural. En esta época del año hay una caída en la oferta de trigo porque la cadena está ocupada con el maíz y la soja. Es coyuntural que la demanda supere a la oferta".