En medio de la crisis por la pérdida de $ 1527 millones que arrojó su último informe trimestral, la cooperativa láctea Sancor admitió ante sus productores asociados, que suman 1400, que deberá "reformular" sus operaciones, lo que abre la puerta a que la compañía realice un ajuste o se desprenda de alguno de sus negocios.
Según especialistas en lechería, la empresa ha quedado sobredimensionada para
el volumen de leche que procesa, que en una situación normal ronda los 4
millones de litros, pero que ahora se vio mermado por las inundaciones en la
cuenca lechera de Santa Fe. Posee 15 plantas y 4700 empleados. Para sostener esa
estructura debería incrementar la cantidad de litros procesados o achicar su
planta laboral, de acuerdo a especialistas del negocio.
En este contexto, viene circulando con fuerza la versión de que la firma llamaría en algún momento a una asamblea general de socios para que se analice la venta de una línea de productos frescos con la cual podría recaudar 100 millones de dólares.
En la comunicación a sus socios la empresa no informa sobre esto último, pero habla de que deberá adecuar su actividad ante el nuevo escenario.
"Somos conscientes de la necesidad de reformular algunas de nuestras operaciones para revertir la actual tendencia, potenciar oportunidades y mejorar la rentabilidad del negocio", señala compañía, que agrega: "Para ello, desarrollamos distintas gestiones, analizamos alternativas y trazamos estrategias variadas que nos permitan adaptarnos al actual escenario, en plazos apropiados y procurando en todo momento llevar tranquilidad a todas las personas que participan de alguna manera en nuestra actividad"
Aunque sin nombrar a Venezuela, su principal cliente, la cooperativa, que
exporta 30% de la leche que procesa, da a entender que la demora en la firma de
nuevos contratos afectó su actividad. Hoy tiene un contrato por 40.000
toneladas.
"Durante el último año, el mercado internacional de productos lácteos tuvo una abrupta caída en el volumen y los precios. Paralelamente, nuestros principales clientes suspendieron durante un período de cuatro meses la firma de nuevos contratos. En ese contexto, también la corriente de pagos por la mercadería exportada se vio afectada.
Todo eso generó un fuerte impacto en el flujo y resultado financiero del negocio, lo que derivó en efectos negativos de diverso tipo para la actividad que llevamos adelante", detalló la firma.