Producción de biodiesel, clúster porcino, extrusoras de soja, molino harinero, maltería, antibióticos para alimentación animal, fábrica de chacinados, de alimentos balanceados, planes para la conservación de suelos… las iniciativas se suman en un distrito que con apenas 16.000 habitantes y 872 productores decidió crecer como pueblo agroindustrial.
La ExpoDaireaux 2016, que se llevará a cabo entre los días 20 y 22 de mayo en esa localidad del centro-oeste bonaerense, constituye una oportunidad inmejorable para entender el concepto de agregado de valor a la producción agrícola. La muestra, organizada por Productores en Cambio (PEC), una organización civil que nuclea a productores que trabajan en superficies menores a 300 hectáreas y buscan incrementar su escala a través del asociativismo, es uno de los ejemplos de innovación local.
Walter Martín es el secretario de Desarrollo de Daireaux y sabe que esta exposición es una vidriera para dar a conocer el potencial de la localidad con fuerte impronta agroganadera que busca consolidarse como referente agroindustrial. “Somos un distrito con buenas comunicaciones por ruta, ferrocarril y buena provisión de energía, tanto de gas como eléctrica. Tenemos que desarrollarnos a partir de nuestros recursos”, remarcó.
Un repaso por las iniciativas en marcha y en estado de proyecto permite visualizar que el concepto de agregar valor es más que palabras en esta ciudad.
Uno de los casos más emblemáticos es el de Oleaginosa Moreno, que destina parte de su producción aceitera para ser transformada en biodiesel en la planta Aripar Bio, una de las fábricas más importantes del interior de la provincia de Buenos Aires, con capacidad para producir 50.000 toneladas anuales.
Otra de las líneas de gestión para agregar valor a las materias primas apunta a reactivar un molino harinero que se encuentra dentro del sector industrial de Daireaux, un parque que cuenta con 40 hectáreas destinadas a la instalación de empresas. También trabajan en un proyecto de maltería, que busca incluir a ese proceso los granos de cebada, trigo, maíz y sorgo producidos en la región. “Se han desarrollado dos escalas de proyecto que van de 6.000 a 12.000 toneladas/año de granos malteados, con niveles de inversión de 45 a 90 millones de pesos, generando respectivamente 20 a 30 empleos directos, y valor agregado de 36 a 72 millones de pesos/año”, explicó Martín.
La innovación es otra de las premisas del desarrollo agroindustrial de Daireaux. De ahí el proyecto para la fabricación de monensina, un fluido antibiótico utilizado en alimentación animal. Como dato excluyente, este producto no se elabora en el país y se importa en su totalidad. La monensina es utilizada en la producción de carne bovina, y su principal mercado lo constituyen los corrales de engorde, además de ser empleado en la producción aviar. “En la actualidad, el proyecto se encuentra en la fase de presentación a inversionistas locales, con los que ya hemos mantenido reuniones”, destacó Martín.
La distancia con los principales puertos es uno de los obstáculos que enfrentan los productores locales, por lo que agregar valor en Daireaux resulta el mejor negocio. Allí encaja el clúster porcino, que desarrollado en conjunto con el partido de Hipólito Yrigoyen busca potenciar el uso de maíz y de expeller de soja, producto que es procesado a su vez en dos plantas extrusoras que se encuentran operativas.
El clúster involucra a unos 50 productores y se está analizando construir una fábrica de alimentos balanceados. “También tenemos dos fábricas de chacinados, y una tercera a punto de inaugurarse que trabaja en base a carne de ciervo”, agregó. En su conjunto, estos proyectos generarán un mínimo de 100 puestos de trabajo directos, sin contar los empleos indirectos vinculados a sectores de transporte y logística, entre otros.
La creatividad a la hora de agregar valor también tiene impacto medioambiental en Daireaux. El ejemplo es el Plan de Mejoramiento de Suelos que se desarrolla en convenio con la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) desde el año 2003. El 25 % de los productores del distrito están adheridos, con una superficie de más de 80.000 hectáreas (el 47 % del área agrícola de la zona norte de Daireaux). Los productores adheridos deben acreditar manejo sustentable de los suelos, mediante rotaciones y nutrición. Los participantes que tienen el impuesto de red vial al día gozan de un descuento del 5% y pueden realizar los análisis de suelo sin costo.
“La base productiva de Daireaux es agropecuaria, y como no podemos crecer en superficie, necesitamos generar más riqueza y puestos de trabajo sin perder de vista la innovación tecnológica”, sintetizó el secretario de Desarrollo, convencido de que se trata de un modelo replicable en localidades con características similares siempre y cuando el sector privado y el público trabajen en equipo y bajo esquemas asociativos. Pero es importante que “el Estado municipal sea el iniciador de los proyectos o funcione como facilitador”, concluyó.