La Justicia avanza en otra causa donde se investiga una matriz de lavado de
dinero de Cristina Kirchner y su hijo Máximo mediante el cobro de alquileres,
supuestamente simulados, a empresas de Lázaro Báez y también de Cristóbal López.
En este expediente, en manos del juez Claudio Bonadio, la ex presidenta ya fue
imputada por el fiscal Carlos Rívolo, al igual que su hijo Máximo, como adelantó
LA NACION en su edición del sábado.
Bonadio -el mismo juez que debe resolver si procesa o no a Cristina Kirchner por el dólar futuro- ya dispuso el secreto de sumario en el expediente, iniciado por una denuncia de la diputada Margarita Stolbizer.
Ésta es la causa que de manera más directa podría complicar judicialmente a la ex presidenta, pues Bonadio ya tiene asegurada la mayor parte de la prueba de este caso desde que allanó propiedades de los Kirchner por Hotesur. Sólo le falta completar alguna prueba con documentación de la IGJ y de catastros para avanzar sobre los imputados.
En Hotesur se investiga la misma maniobra: la simulación de alquileres, esta vez de habitaciones de hotel, de empresas de Cristina Kirchner a Lázaro Báez. LA NACION reveló esta operación en 2013 y comprobó que en dos años Báez pagó 14,5 millones de pesos a los Kirchner por esas operaciones hoteleras.
Pero el caso Hotesur, que había quedado empantanado desde octubre en el juzgado de Daniel Rafecas, se complicó. La Sala I de la Cámara Federal decidió la semana pasada juntarlo con una megacausa por corrupción de 2008 que había iniciado Elisa Carrió. El juez Julián Ercolini delegó el caso en un grupo de fiscales formado al efecto que deberá ahora poner velocidad a una causa donde hay que comprobar si esas habitaciones hoteleras alquiladas estaban ocupadas o no.
Este caso replica la misma matriz, sólo que en lugar de tratarse de habitaciones de hotel son alquileres -supuestamente simulados- de departamentos construidos por empresas de Báez en terrenos que eran de los Kirchner y que eran alquilados a Báez y a Cristóbal López, como mecanismo de lavado de dinero.
El caso se denomina Los Sauces, porque ése es el nombre de la sociedad dueña de las propiedades alquiladas. A pesar de que se llama igual que la hostería de los Kirchner en El Calafate, no se trata de la misma empresa. Los Sauces SA era propiedad de Néstor, Cristina y Máximo Kirchner. Tras la muerte del ex presidente, quedó en poder de Cristina Kirchner, con un 45% de las acciones, y sus hijos Máximo, con un 32,5%, y Florencia, con un 22,5%.
La empresa tuvo pocos movimientos hasta 2008, cuando realizó sus inversiones inmobiliarias más importantes. Sobre todo luego de la muerte de Néstor Kirchner, cuando Máximo y su madre controlaban la firma. La empresa es titular de ocho propiedades en la ciudad de Buenos Aires, en Río Gallegos, El Calafate y El Chaltén. Se trata de dos lotes en El Calafate, dos lotes en Río Gallegos, un lote en El Chaltén, dos departamentos con cocheras en Puerto Madero y una casa en Río Gallegos. Una de esas propiedades figura declarada por la empresa en 2010, pero se simuló su adquisición dos años después y por un precio más caro, dice Stolbizer en su denuncia.
La empresa les alquiló todos estos bienes a las firmas de Báez Valle Mitre, Loscalzo y del Curto y Kank y Costilla. También a las firmas de Cristóbal López Inversora M&S y Alcalis de la Patagonia.
Los balances muestran que, a medida que las inversiones aumentan, crecen los adelantos de dividendos a los Kirchner. Entre 2009 y 2013 sacaron 20,7 millones de pesos. Stolbizer sostiene que ese dinero pudo provenir de retornos para los Kirchner por obra pública y los negocios estatales con los que el kirchnerismo benefició a Báez y a López.
La denuncia enumera irregularidades en los inmuebles. Un inmueble de Río Gallegos de la calle 25 de Mayo fue comprado a Austral Construcciones de Báez, pero nunca fue declarado por Los Sauces al fisco. El complejo de la calle Mariano Moreno 882, de Río Gallegos, era de Néstor Kirchner y lo transfirió a Los Sauces, y sobre ese terreno Austral Construcciones levantó departamentos. Esos departamentos eran alquilados a Báez. En su declaración jurada, Cristina Kirchner omitió mencionar que el inmueble era un aporte a Los Sauces -de ella misma- y lo declaró como una venta.
Otro complejo de Gallegos, de Alvear y Tucumán, figuraba como perteneciente a Cristina Kirchner hasta que, en 2009, lo transfirió a Los Sauces. Fue construido por Austral Construcciones y alquilado a Báez.
Bonadio por estas horas completa las declaraciones indagatorias de ex funcionarios de la Comisión Nacional de Valores (CNV) para resolver a fines de esta semana o la próxima el procesamiento de Cristina Kirchner por la causa del dólar futuro. En forma paralela, avanza con esta causa en la que también Cristina Kirchner es la principal imputada.
Los Sauces y Hotesur, dos casos gemelos
Se investiga una misma matriz de lavado de dinero
Hotesur: El juez Julián Ercolini investiga a Cristina Kirchner y a Máximo por lavado de dinero. La denuncia fue de Margarita Stolbizer luego de que la nacion publicó que durante dos años los Kirchner cobraron alquileres de Báez por 14,5 millones de pesos por habitaciones hoteleras supuestamente nunca utilizadas
Allanamiento: El juez Bonadio allanó oficinas de Máximo Kirchner el año pasado. Luego le sacaron el caso, que quedó en el juzgado de Daniel Rafecas sin actividad. Hasta que el caso se envió al juez Ercolini
Los Sauces: El fiscal Rívolo imputó a Cristina Kirchner por alquilar propiedades a Lázaro Báez y Cristóbal López construidas por Báez en terrenos de los Kirchner. El juez es Bonadio, el mismo que indagó a Cristina Kirchner. El fiscal es el que allanó a Amado Boudou por Ciccone.