LA PLATA.- El municipio bonaerense de Baradero atraviesa una situación crítica por las lluvias acumuladas el fin de semana y la crecida del río Paraná. "La naturaleza no da tregua", dijo a LA NACION la intendenta Fernanda Antonijevic. "Agua del cielo. Agua del río. Es una catástrofe", describió.
Hay 300 casas inundadas, 200 familias autoevacuadas y 20 evacuados. "El
riesgo continúa porque hay llovizna y sudestada. Estamos al límite -agregó-. En
algunos barrios las casas tienen 50 centímetros de agua en su interior. Estamos
trabajando en estrategias para lograr drenar el líquido y luego brindar
asistencia sanitaria."
El fin de semana llovieron 200 milímetros. Los desagües que dan al río colapsaron porque el nivel ya está muy alto. "Nos encontramos a las 4 de la madrugada con una situación catastrófica. Tuvimos agua hasta la rodilla en las calles. Los barrios afectados no tienen cloacas y los sumideros están tapados", dijo.
Así, los vecinos de Baradero se sumaron a los 27.976 afectados por las
inundaciones en el Nordeste, según el Sistema Federal de Emergencias.
El distrito está ahora en emergencia hídrica y estado de alerta. "El río Baradero está a un nivel de 4,35 metros, creciendo y en estado de evacuación", dijo Oscar Pellegrini, coordinador de Defensa Civil.
Un patrullaje en ambas márgenes del río, agregó, controla que no se desmorone un terraplén. "Somos la última localidad que recibe agua de la inundación, desde Santa Fe y Entre Ríos", dijo el funcionario.
Las personas asistidas fueron trasladadas a tres centros de evacuación. Otras fueron llevadas al hospital local Lino Piñeiro, como una embarazada que habitó durante dos meses una casa inundada y llena de barro.
En la vecina San Pedro sumaron 570 las personas evacuadas y autoevacuadas.
Anoche, el municipio de Tigre también desplegó un operativo de control para paliar las consecuencias de la sudestada y ante el pronóstico de lluvias. Los equipos de emergencia instalaron cuatro bases de asistencia para poder eventualmente asistir a los vecinos. Recomiendan evitar sacar la basura, no circular por calles ni zonas anegadas y no acercarse a postes ni cables caídos.