El Gobierno envió ayer al campo una nueva señal para impulsar la siembra de trigo. Tras la quita de las retenciones al cereal y el fin de las trabas para exportar, a través de una resolución conjunta de los ministerios de Agroindustria, Hacienda y Finanzas y Producción, estableció en 180 días corridos el plazo para que los exportadores concreten un embarque de la cosecha 2016/2017, cuya siembra comenzará el mes próximo y se recolectará a partir de noviembre.

Cuando faltan semanas para la nueva siembra, según empresas proveedoras de insumos y analistas del mercado la superficie podría crecer entre un 20 y un 40% sobre los 3,4 millones de hectáreas de la campaña 2015/2016. Los cálculos más optimistas ubican el área triguera entre 4,8 y 5 millones de hectáreas.

En este contexto, en ámbitos vinculados con la producción y la exportación del cereal la resolución de ayer, que se publicó en el Boletín Oficial, fue analizada como un estímulo "para que se vaya armando el mercado de la próxima cosecha". Sucede que los exportadores podrán ir cerrando negocios con el exterior y los productores hacer forwards para la entrega de mercadería.

Según la norma, cuando los exportadores presenten sus declaraciones juradas de ventas al exterior (DJVE), éstas tendrán 180 días corridos y eso comenzará a regir a partir del 1° de diciembre. Antes de presentar una DJVE, los operadores deberán esperar que Agroindustria comience a publicar los valores FOB oficiales de los productos.

En tanto, para la producción de la última cosecha -2015/2016- el plazo de embarque no se modificó. Sigue en 90 días. De acuerdo con la información sobre las DJVE, de esa cosecha se llevan acumuladas declaraciones juradas por 5,85 millones de toneladas, 26% más que en el ciclo 2014/2015.

"Esta resolución era necesaria para darle certeza a la campaña que viene. Para el productor significa que de a poco se vaya armando el mercado y que el exportador pueda cerrar embarques", afirmó Javier Buján, presidente de la Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales. Durante el anterior gobierno, los cupos y registros de operaciones de exportación (ROE) distorsionaban el comercio, según coinciden en el mercado.

Con un ojo en el mundo

Según la Bolsa de Comercio de Rosario, con datos del Consejo Internacional de Cereales, la producción global de trigo caería a un mínimo de cuatro años en el ciclo 2016/17, entre otros motivos por la baja en Ucrania y "ante la magra superficie sembrada en Estados Unidos, la menor desde 1970". Ante esto, según los operadores, se presenta una oportunidad para el país.

"Había pocos negocios para trigo nuevo y el precio no reflejaba lo que pasa en el mercado internacional. Con esto, el mercado va a establecer un precio del trigo nuevo y los productores podrán hacer forwards", dijo David Hughes, presidente de la Asociación Argentina de Trigo (Argentrigo). En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba) el trigo enero de 2017 cotizó ayer en US$ 148 la tonelada, pero, según Hughes, ahora "va a ser mejor que eso".

El viernes pasado, en una jornada en Necochea, Leonardo Sarquís, ministro de Agroindustria de Buenos Aires, provincia que produce el 60% del trigo, pidió a los productores que "siembren con confianza". Para la analista Lorena DAngelo, la medida "es una muy buena señal", precisamente para impulsar la siembra. No obstante, consideró que el plazo de 180 días también debería aplicarse al trigo actual (campaña 2015/2016), que tiene 90 días.