El Gobierno trabaja para eliminar el régimen de retenciones móviles del biodiésel, un biocombustible a base de soja, y dejar la tasa en un 0% o con un mínimo valor fijo.
Los derechos de exportaciones móviles a este producto nacieron en 2012 con la
promesa de una actualización cada quince días, plazo que nunca se respetó en
término. El ex secretario de Comercio Guillermo Moreno le había hecho firmar a
la industria una carta dirigida a la ex presidenta Cristina Kirchner haciendo
aparecer que era el mismo sector quien pedía el esquema móvil.
Los derechos variaron según una fórmula de costos y precios internacionales. La primera retención móvil de 2012 tuvo una tasa efectiva del 19,11%, que cayó a 0% cuando se fue el kirchnerismo. En enero de este año subieron al 1,62%, pasaron a 3,89% en febrero y tocaron el 6,40% para marzo, el valor actual. Una queja permanente de la industria es que cerraba un negocio con un derecho de exportación y terminaba de embarcar con otro, teniendo que pagar a veces la diferencia de tributos.
Ahora, según contó una fuente oficial, en los ministerios de Energía,
Producción y Agroindustria se está trabajando por el fin de ese esquema. "Vamos
a eliminar el sistema y queremos que la alícuota quede en 0%", dijo la fuente.
Funcionarios consultados admitieron que si eventualmente quedara una tasa fija ésta nunca sería mayor al 5%. Como el aceite de soja, la materia prima del biocombustible paga 27% de retenciones. Hubo consultas a Cancillería respecto de si podrían existir denuncias del exterior ante una tasa de 0% para el biodiésel.
"Aparentemente no habría problemas, así que trabajamos para que la retención
quede en 0 por ciento", dijo la fuente.
Por otra parte, el Gobierno apunta a eliminar una unidad ejecutiva interministerial que fijaba los precios internos del producto. Eso se definirá en el área de Energía, pero con el apoyo de una comisión asesora donde deberían participar diversos organismos.