Lo hace desde hace por lo menos 25 años, cuando este producto no estaba del todo presente en la mesa de los argentinos y su consumo era de solamente 10 kilos per cápita anual. En la actualidad, esa cifra ya se ubica en casi 50 kilos, alcanzando un crecimiento del 359%. Por lo menos así lo asegura un estudio de mercado elaborado por la Consultora W que reveló el comportamiento de los consumidores locales frente al pollo desde la década del 80 a la actualidad. Según la investigación, así como el 83% de los encuestados indicó consumir carne vacuna, el mismo porcentaje afirmó consumir carne de pollo.
"Esto ha posicionado a pollo como uno de los tres alimentos más presentes y uno de los pilares esenciales de la mesa de los argentinos", señala el documento de la consultora. Según el estudio, desde la década del 80, el consumo de carne de pollo alcanzó un crecimiento del 359%. Por su parte, la carne vacuna reportó una baja del 26% en los niveles de consumo, que en la década del 80 era de 80 kilos. per cápita anual y que en 2014 pasó a ser de 59,4 kilos.
Según el estudio denominado La mesa de los argentinos, el 60% de los consultados reconoce que su consumo de pollo creció en la última década. "Entre sus principales atributos, es percibido como un producto que se puede guardar en el freezer (81%); les gusta a todos (55%): es rico (54%); es nutritivo (53%); es sano (47%); es más económico (45%); es bueno y hace bien (45%) y es necesario para una buena vida y alimentación equilibrada (56%)", explica la investigación.
En ese contexto, el pollo congelado adquiere un rol relevante. El 53% de los consultados consume habitualmente congelados "emergiendo como un aliado de la nueva familia y de los hogares nano. Esto es porque son prácticos, fáciles de hacer y salvan del apuro. "Aquellos que consumen algún tipo de congelado de pollo lo hacen en promedio- 1,6 veces por semana", agrega.