Tras seis ruedas bajistas consecutivas, los precios de la soja lograron quebrar ayer la tendencia negativa en la Bolsa de Chicago y terminaron la jornada con una leve mejora, producto de compras de oportunidad de los operadores (fondos de inversión y comerciales), que consideraron el nivel actual de las cotizaciones como una buena opción de negocio. En el mercado doméstico, la ligera apreciación del peso frente al dólar redujo las propuestas de las fábricas y alejó a los vendedores.
Al cierre de las operaciones en la plaza estadounidense, las pizarras
mostraron alzas de US$ 1,29 sobre los contratos marzo y mayo de la soja, cuyos
ajustes resultaron de 313,89 y de 316,55 dólares por tonelada. Durante la rueda,
los fondos de inversión especuladores compraron unos 5500 contratos,
equivalentes a poco más de 748.000 toneladas de la oleaginosa. Cabe recordar que
en las seis jornadas anteriores estos mismos operadores se desprendieron de
35.000 contratos.
Entre los factores que posibilitaron el quiebre de la tendencia bajista se destacaron ayer los evidentes síntomas de mercado sobrevendido, que generaron compras técnicas de parte de los inversores, y la oportunidad de comprar "soja barata", que particularmente fue capitalizada por exportadores y por industriales.
También hizo su aporte a la suba del valor de la soja la posibilidad de que
China incremente sus compras de soja en un 6% durante el ciclo 2015/2016, según
la previsión de la firma estatal de ese país Cofco.
No obstante, el avance de la cosecha de soja en Brasil -superó el 30% del área- y el ingreso de la mercadería en el circuito comercial limitaron las mejoras, al igual que la firmeza del dólar frente al euro, que le quita competitividad a las exportaciones de los Estados Unidos.
En el mercado local, las fábricas pagaron $ 3600 por tonelada de soja con entrega hasta el 20 del actual para las terminales de Timbúes, San Martín y de Villa Gobernador Gálvez, sin cambios. Dado el poco atractivo de esta oferta para los vendedores, y de la resistencia de la demanda a convalidar los $ 3700 que se acordaron anteayer para las entregas más cortas, se ofreció la opción de US$ 231 por tonelada.
Asimismo, por entregas diferidas hasta fin de marzo la industria propuso 225 dólares por tonelada. En cuanto a la soja de la nueva cosecha, con descarga en mayo, no hubo ofertas abiertas, pero los operadores estimaron un rango posible de 208 a 210 dólares por tonelada.
Entre todas las posiciones de entrega se calcularon ventas de soja por entre 25.000 y 30.000 toneladas, por debajo de las 60.000 toneladas intercambiadas en la jornada anterior. Según fuentes del mercado, la retracción de las operaciones estuvo relacionada con la leve apreciación del peso frente al dólar -la paridad pasó de 15,70 a 15,56, según el Banco Nación-, que interrumpió una prolongada serie de jornadas bajistas para la divisa local.
En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), las posiciones mayo y julio de la soja subieron US$ 0,90 y 0,80, mientras que sus ajustes fueron de 209,90 y de 215 dólares por tonelada.
Acerca del maíz argentino, la exportación volvió a proponer $ 2300 por tonelada disponible para la zona del Gran Rosario y $ 2250 para Bahía Blanca, sin variantes. El valor FAS teórico del cereal fue calculado por el Ministerio de Agroindustria de la Nación en 2279 pesos.
El maíz de la nueva cosecha, con entrega en abril, se negoció a US$ 142 para Rosario, sin cambios, y para Bahía Blanca, con una quita de un dólar, en tanto que en Necochea lo hizo a US$ 140, con una baja de 2 dólares.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) indicó que durante la rueda los consumos pagaron entre 2080 y 2250 pesos por tonelada de maíz, según calidad, condición, procedencia y forma de pago.
En el Matba, la posición abril se mantuvo estable, con un ajuste de US$ 144,50, mientras que el contrato julio subió US$ 0,40 y terminó la rueda con un valor de US$ 141,50.
Mínimas fueron las subas de los precios del maíz en Chicago, lo que volvió a dejar en evidencia la debilidad estructural del mercado, producto de las elevadas existencias estadounidenses. Los contratos marzo y mayo del cereal sumaron ayer US$ 0,30 y 0,20, mientras que sus ajustes fueron de 139,56 y de 140,25 dólares.
Respecto del trigo, los exportadores pagaron ayer $ 2260 por tonelada condición cámara para Necochea y $ 2250 para Bahía Blanca, sin cambios. En Rosario, la demanda ofreció US$ 143 para abril; US$ 145 para mayo, y US$ 148 para junio. Por cereal de calidad (ph 78 y un mínimo de 10,5% de proteína) se propusieron hasta US$ 190 para Bahía Blanca, US$ 3 más que anteayer. La BCBA indicó que los molinos pagaron entre 1980 y 3500 pesos por tonelada.
La producción de Brasil tiene un mejor pronóstico
Con más del 30% del área cosechada, el número final de la producción de soja de
Brasil sería mayor a las previsiones anteriores. Así lo reflejaron ayer tres
consultoras privadas que difundieron sus nuevas estimaciones sobre el segundo
productor global de la oleaginosa.
En su trabajo mensual, Informa Economics elevó su previsión para la cosecha brasileña de soja de 100,50 a 101,30 millones de toneladas. De igual modo, la firma Lanworth incrementó su cálculo, de 103 a 103,30 millones. En el mismo sentido, pero bastante menos optimista, FC Stone subió su proyección, de 98 a 98,60 millones. En febrero el USDA estimó 100 millones de toneladas.
Para la Argentina, en cambio, las dos estimaciones difundidas sobre la producción de soja fueron en sentido opuesto. Informa Economics redujo su previsión, de 60 a 59 millones de toneladas, en tanto que Lanworth la elevó, de 60,30 a 61 millones. Para el USDA, la cosecha argentina será de 58,50 millones.