En medio de las tensiones propias de la inflación y el déficit fiscal, el
gobierno de Mauricio Macri comenzó a analizar un reordenamiento de la economía
con una reforma tributaria integral a mediano plazo, que podría alcanzar a los
impuestos a las ganancias, bienes personales, IVA, monotributo, impuestos
internos, renta financiera y un revalúo inmobiliario en el interior.
Consultado por LA NACION, un ministro macrista reveló ayer: "Se trata de una reforma tributaria a discutir durante este año".
Un funcionario cercano al jefe de Gabinete, Marcos Peña, precisó que "todo
está en etapa de análisis" para después de la transición del acuerdo con los
holdouts, la suba de tarifas, las paritarias y los primeros pasos de la reforma
del Estado.
El presidente Mauricio Macri adelantó anteayer que impulsa la reforma del impuesto a los bienes personales. Nació como "impuesto a la riqueza" y por la inflación lo debe pagar hoy la mayoría de la clase media, aunque hay mucha evasión.
Desde 2007 se grava a quienes tienen un patrimonio superior a 305.000 pesos, que equivalía a 100.000 dólares y hoy, sólo a US$ 20.300. Según supo LA NACION, se volvería a una cifra más cercana a 100.000 dólares, cerca de 1,5 millones de pesos. Muchos contribuyentes dejarían de pagarlo, pero esa pérdida de ingresos se compensaría con un aumento de alícuotas que hoy van de 0,5% a 1,25% según las escalas. Podrían llegar a 1,75% en los patrimonios más altos.
La Casa Rosada buscaría además recuperar contribuyentes acordando con los gobernadores el revalúo del impuesto inmobiliario, que es competencia de las provincias y sus legislaturas. En algunas, la valuación fiscal de las propiedades está desactualizada y miles de viviendas o campos se reinscribirían al valor de mercado y deberían tributar.
"Habrá puntos más prioritarios que otros, que pueden quedar para el año próximo. Se hará en colaboración con otros bloques parlamentarios. Es marcar la dirección", dijo una alta fuente oficial.
El impuesto a las ganancias tiene idas y venidas. Macri anunció la suba de 15.000 a 30.000 pesos del mínimo no imponible y dijo que las escalas se reformarán en 2017, pese a su promesa a los sindicatos de que sería este año. Marcos Peña debió aclarar ayer en Radio Mitre que la suba del mínimo fue "un primer paso muy importante" y que "a lo largo del año se puede conversar en el Congreso para ir ordenando las escalas y el sistema impositivo en general".
Dejó abierta así la puerta a que en 2016 se debatan las escalas y una reforma tributaria general. Peña trabaja esa idea con sus secretarios de Estado, Gustavo Lopetegui y Mario Quintana; con el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay; su segundo, Pedro Lacoste, y con el director de la AFIP, Alberto Abad.
Se habló entre ellos de elevar el tope de facturación del monotributo, de 400.000 pesos. Quienes lo superen deberán pasar al régimen de autónomos y pagar IVA y Ganancias. Podrían llevarlo a 800.000 pesos y también elevar las cuotas por categoría. Además, se rebajaría el IVA para alimentos a sectores vulnerables. Se evalúa también una suba en impuestos internos que se aplican a tabaco, bebidas alcohólicas, gaseosas, automóviles, telefonía celular, objetos suntuarios, embarcaciones y aeronaves. Se analiza con cautela porque traerían problemas a las economías regionales. También se estudia, aunque en forma preliminar, el impuesto a la renta financiera. Macri lo descartó en campaña porque ahuyentaría inversiones, pero Prat-Gay presentó un proyecto de ley en 2012 en el Congreso.
Es riesgoso en tiempos de inflación. Los bonos, acciones y plazos fijos pueden tener tasas inferiores a la inflación (tasa negativa) y gravar esa renta espantaría inversores.
Puertas adentro del Gobierno se discute cómo reordenar la economía y aumentar ingresos para bajar el déficit fiscal sin tanto ajuste y poner en caja la emisión monetaria y la inflación. Peña pidió ayer "comprensión y responsabilidad" para "cuidar la frágil salud" del sistema y "ordenar el desastre económico" heredado. Dejó otra definición clave: "La decisión del Gobierno es no ir a un camino de shock o ajuste muy grande, porque ya sabemos cómo ha terminado eso en la historia".
Cerró así un debate abierto en el macrismo entre "gradualistas", como Macri, Peña y Prat-Gay, y partidarios del "shock", como los presidentes del Banco Nacion, Carlos Melconian, y del Banco Central, Federico Sturzenegger. Se impuso, por ahora, el gradualismo, que apuesta todo a financiarse en el mercado tras un acuerdo con los holdouts.
La batalla por reducir el déficit fiscal y la inflación
Ordenamiento económico
El Gobierno quiere reordenar la economía con una reforma tributaria general a mediano plazo: se estudian cambios en los impuestos a las ganancias, bienes personales, IVA, monotributo, impuestos internos, renta financiera y un revalúo inmobiliario interior
Piso de US$ 100.000
En 2007 se gravaron los patrimonios superiores a $ 305.000, que equivalían a US$ 100.000. Hoy equivalen sólo a US$ 20.300. Se volvería a una cifra cercana a aquellos 100.000 mil dólares; se aumentarían las alícuotas y buscarían revaluar inmuebles en provincias
Más monotributistas
Se piensa elevar el tope de facturación del monotributo, de $ 400.000 a $ 800.000, para evitar evasión. También se revisan los impuestos internos que pagan tabacos, bebidas alcohólicas, gaseosas, autos, motos y barcos, y gravar la renta financiera.