La combinación de lluvias y temperaturas elevadas han ocasionado la aparición de enfermedades en los cultivos de soja. Cincha Zamba, el fungicida foliar de Nidera, posee dos principios activos que garantizan un efectivo control, ya que combina la acción preventiva y antiesporulante con el efecto curativo y erradicante.
El fenómeno climático de El Niño que se ha instalado en la campaña 2015/16 viene ofreciendo las condiciones propicias para el desarrollo de patógenos que afectan tanto a la parte aérea como a las raíces de las plantas de soja. A raíz de las lluvias y las altas temperaturas, varios informes técnicos han comenzado a dar cuenta del ataque de enfermedades. En muchos casos, en lotes sembrados temprano que ya se encuentran entre R2 y R4 y han comenzado a transitar las etapas críticas en la definición del rendimiento.
Frente a ese escenario, la recomendación de los técnicos es realizar el monitoreo de los lotes para definir la estrategia de manejo de las enfermedades y decidir la aplicación de fungicidas foliares. Para esos tratamientos,Nidera dispone de Cincha Zamba, un fungicida mezcla de estrobirulina y triazol, con acción sistémica, mesostémica y translaminar para el control de enfermedades foliares.
En un informe reciente sobre el estado sanitario de la soja, los técnicos del INTA Paraná destacaron los problemas con el complejo de hongos del suelo causante del damping off. Además, señalaron los ataques de mancha marrón (Septoriaglycines) en los estados reproductivos y vegetativos de la oleaginosa. Estos también fueron informados desde el INTA Pergamino a partir de un relevamiento realizado en la región norte de Buenos Aires,en el que el 100% de los lotes presentaba síntomas de la enfermedad y con una proporción importante cercanos al umbral de acción.
La fuente inicial del inóculo de la mancha marrón proviene del rastrojo de campañas anteriores, ya que se trata de un hongo necrotrófico. Los síntomas comienzan en las hojas inferiores, incluso desde estadios vegetativos tempranos. Luego ocurre un amarillamiento generalizado que deriva en la caída prematura de las hojas. Las condiciones óptimas para el desarrollo de esta enfermedad se dan con temperaturas en torno a los 25°C y altas condiciones de humedad, mientras que las lluvias frecuentes, con viento, favorecen su dispersión desde los estratos inferiores hacia los superiores. Es por esto que un cierre rápido del entresurco es un factor importante en el manejo de esta enfermedad. El umbral de acción para iniciar los tratamientos está marcado por la presencia de síntomas en el 25% de la altura de la planta.
Cincha Zamba combina la acción preventiva y antiesporulante de la azoxistrobina, perteneciente al grupo de las estrobirulinas, y el efecto curativo y erradicante del cyproconozale, del grupo de los triazoles. La mezcla de ambos principios activos genera un bloqueo en el proceso respiratorio y en la síntesis de ergosterol en los hongos que atacan a los cultivos, asegurando un amplio espectro de control de enfermedades por un período prolongado y reduciendo el riesgo de aparición de cepas resistentes. De esta forma, Cincha Zamba ofrece un mejor retorno económico a partir de una mejora en los rindes y en la calidad de los granos cosechados.
Cincha Zamba puede utilizarse sobre un amplio abanico de cultivos para el control de diversas enfermedades. En los tratamientos para el control de enfermedades de fin de ciclo en los cultivos de soja se recomienda una dosis de 250 cc/ha en conjunto con aceite Campero Zamba y de 250-300 cc/ha con Campero Zamba en el caso de la roya asiática de la soja.