El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, confirmó ayer que los consumidores locales no accederán a los beneficios que supone la caída mundial en los precios del petróleo, que ayer se estabilizaron levemente por encima de los 30 dólares el barril, su menor nivel en 12 años.
"Vamos a mantener un precio de referencia interno para el barril de crudo muy por encima del internacional", definió de manera tajante el ministro, en referencia a los precios (de 54 a 67 dólares) que se les reconoce a las empresas con actuación en el país, según las distintas variedades de petróleo que extraen.
La definición surgió tras una consulta de la prensa por la ola de despidos que comienza a notarse en algunos sectores. "Son parte de la herencia recibida. Un despido no es algo que se decida de un mes para otro. Si los empresarios llegaron a esa decisión, no es por lo que hicimos nosotros en un mes sino por lo que hicieron en los últimos años", dijo durante la conferencia de prensa celebrada en el Palacio de Hacienda.
Fue en ese momento que destacó la preocupación que existe en el Gobierno por esa situación y, como prueba de ello, puso como ejemplo la decisión de mantener el precio sostén para el petróleo "para mantener la actividad del sector, a pesar de la caída a nivel internacional".
Vale recordar que el Gobierno autorizó a las compañías refinadoras a incrementar 6% los precios de los combustibles hace una semana y anunció que les concedería un aumento similar en marzo. La Argentina está segunda entre los países con combustibles más caros de la región, sólo detrás de Uruguay, pero la decisión oficial es mantener esa estrategia para no generar una ola de despidos que afecte a las provincias donde esa actividad tiene alta incidencia en el empleo privado.