El maíz temprano está en período crítico y es sensible a valores que superen los 35°C. Aborto de flores o granos por caída de la tasa fotosintética pueden afectar el potencial de rinde. Los pronósticos a mediano plazo indican que los pulsos de calor serán protagonistas del verano 2016. La media anual de lluvias del 2015 superó al promedio de los últimos 8 años en un 30%, alzándose ligeramente por encima del 2014. Se tratan de 1216 mm, pero esta vez, la distribución ha sido más uniforme. El segundo año consecutivo de altos niveles de precipitaciones acentúa la problemática del campo: los anegamientos. Se espera que el 2016 comience con tiempo estable y calor.
El primer pulso de calor importante
En la última semana se cortó definitivamente la tregua que venían manteniendo las temperaturas. El verano entró en acción haciendo saltar las agujas de los termómetros. En siete días, hubo entre 30 y 50 horas con más de 30°C. Las máximas temperaturas semanales se registraron en Córdoba en las localidades de Pozo del Molle con 42,8°C, Noetinger con 42,5°C, e Idiazabal con 41,8°C. En Santa Fe, en Mara Teresa se alcanzó los 40,6°C. Si se instala un patrón térmico semejante durante el verano podría haber consecuencias de estrés térmico en los cultivos estivales a pesar de las reservas de agua.
2012, 2014 y 2015: rachas de años lluviosos que no dan respiro a las napas
La carga hídrica vuelve a poner en jaque a los suelos. Están cerca del colapso y el escenario se complejiza con la profundización de la acción de “El Niño”. Según el Dr. José Luis Aielo, el fenómeno sigue instalado con máxima fuerza en el Pacífico Ecuatorial Central y las previsiones marcan que durará hasta abril del 2016. Aunque este año las lluvias han sido más parejas, los montos totales anuales al 29 de diciembre son impresionantes: Bigand registró 1470 mm, pero hay que recordar que en el 2014, se produjeron acumulados de hasta 1850 mm en Ramallo. En el gráfico de barras se refleja el comportamiento pluviométrico ya a punto de terminar el año. Destacamos las localidades que siguen en el ranquin de lluvias: María Teresa con 1437 mm, Bell Ville con 1394 mm y Lincoln con 1385 mm. De las 35 estaciones, en 9 se superaron los 1300 mm y en tan sólo tres no se alcanzaron los 1000 mm.
Los mapas que siguen a continuación muestran que los mayores acumulados se concentraron en la franja sur de Santa Fe y norte centro de Buenos Aires. En el año 2014 hubo una alta disparidad de los valores extremos. Los acumulados, del orden de los 1600 mm, se concentraron en el noreste bonaerense y sureste santafesino, causando serias inundaciones. El 2012 también tuvo acumulados importantes pero, al igual que el presente año, la distribución fue más uniforme.