Cuatro empresas del sector avícola se acercaron ayer a la jueza comercial Valeria Pérez Casado, que la semana pasada decretó la quiebra de Cresta Roja, para manifestar su interés en la eventual operación de la compañía hasta que se realice la liquidación de sus activos.

Se trata de Granja Tres Arroyos, la compañía líder del mercado, Soychú, Noelma y un consorcio de firmas encabezado por Ovoprot Internacional. Según trascendió, mientras se reestructure Cresta Roja, la empresa que resulte ganadora trabajará como inquilina por el plazo que dure todo el proceso judicial. Luego de eso recién podría sobrevenir una compra.

"Éste un esquema para mantener a la empresa en marcha, con seis meses de extensión, y prorrogarlo si es necesario", dijo Ezequiel Sabor, secretario de Trabajo de la Nación.

Sabor señaló que el Gobierno solicitó a los oferentes en esta etapa "que mantengan la mayor cantidad de empleados activos", unos 3200 en las plantas. El gobierno nacional viene de pagar $ 4000 de subsidio (Repro) por operario y desembolsará $ 6000 el mes próximo.

Como la audiencia de ayer era para conocer propuestas de continuidad de la explotación, no de compra, una quinta oferente, Vecchio, hizo una propuesta de adquisición, que se desechó. En rigor, según habría aclarado la jueza a empleados de la quebrada, "en esta primera etapa no se puede hablar aún de compra".

Los oferentes hicieron saber que necesitaban más información (por ejemplo, sobre la situación de los pollos abuelos, recría, propiedad de los activos, nómina de trabajadores) para hacer una propuesta más sólida. Hoy las empresas en carrera visitarán los activos: dos plantas de faena en el Gran Buenos Aires, molinos, planta de subproductos y la genética, un área clave con animales que permiten la continuidad de la producción, pero que, según la información que recibió la jueza, estaba en riesgo porque hacía casi una semana estaba sin comida.

A última hora de ayer trascendió también que integrantes de la familia Rasic, controlante de Cresta Roja, estaban buscando recursos genuinos para realizar una oferta para intentar levantar la quiebra. También el Sindicato de la Carne ofreció que se arme una sociedad mixta con el Estado y el sector privado para mantener en funciones la compañía.

Decisiones

Hoy mismo, una vez que las empresas oferentes visiten los activos y eventualmente mantengan o mejoren sus propuestas, la jueza tomaría una decisión sobre quién se haría cargo de la operación.

"Se presentaron esas propuestas, pero todavía no hay nada concreto; las empresas van a ver el estado de la genética y revaluar sus propuestas", contó Cristian Villalba, delegado de los operarios de la firma quebrada.

En efecto, según fuentes del mercado avícola, podría llevar varios meses la puesta en marcha de la compañía.

En este contexto, ayer una fuente ligada a Granja Tres Arroyos, la principal compañía de la actividad avícola, señaló: "Sólo presentamos las condiciones mínimas que debería contener un llamado para poder hacer una oferta. Plazos mínimos, inventario, todo es desconocido por los oferentes".